Carlos Alcaraz volvió a dar la nota este martes en el US Open 2025 al meterse en las semifinales del torneo por tercera vez en su carrera y buscará repetir el título del 2022, además de ir por el N°1 del mundo. Y luego del encuentro, dejó algunas frases resonantes.
Tras derrotar a Jiri Lehecka en los cuartos de final, el español pasó por conferencia de prensa y analizó su actuación con una reflexión tan sincera como brutal: "Jugué un partido realmente casi perfecto. Parece que solo quedan dos pasos más, y ya veremos qué pasa. Pero sí, me siento muy bien y con ganas de conseguirlo".
Una de las facetas que viene mejorando el murciano, que hasta ahora no ha perdido sets, es el servicio y él mismo lo reconoce. "Lo he mejorado mucho y, en cada entrenamiento, en cada partido, he intentado sentirme más cómodo con el movimiento. El porcentaje también es muy importante para mí", explicó al respecto.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero ahora tiene además la chance de destronar a Jannik Sinner y volver al N°1 del mundo. Incluso apenas terminado el partido ante el checo, al pie de la cancha, había dicho que "es difícil no pensar en eso, es obvio", pero que intenta no hacerlo porque se pone "mucha presión".
Horas más tarde en la rueda de prensa otro de los temas interesantes de los que habló es acerca del lenguaje corporal que muestra en los partidos. "No importa si te sientes agotado, si te sientes muy cansado, si sientes que no puedes seguir adelante. Pero si le muestras al oponente que estás fresco, que eres capaz de jugar dos, tres o más horas, de jugar largos peloteos, le estás transmitiendo la idea de que esto va a ser muy difícil", contó.
En semifinales, Alcaraz podría enfrentarse con Novak Djokovic o Taylor Fritz. Al ser consultado por un eventual cruce con el serbio, reconoció que "no importa que haya estado fuera del circuito desde Wimbledon. Está jugando grandes partidos aquí. Sé que tiene ganas. Sé que tiene ambición por conseguir más, así que ya veremos".
Por último, destacó que el golf le viene sirviendo como terapia para distraerse de la tensión que supone un Grand Slam. "Me encanta jugar. Solía ir a golpear algunas pelotas al campo de prácticas cuando era muy, muy joven. Me gustaba, pero desde 2020, simplemente empecé a jugar más, a ir al campo, a jugar algunos hoyos. Me enamoré del golf", soltó.
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