De promesa a certeza. Así de exponencial fue el crecimiento que tuvo Viktoria Mboko (21ª de la WTA) durante el 2025. Una temporada en la que comenzó fuera de las 300 mejores y que la culminó en el puesto 18.
En Hong Kong, la canadiense le pudo poner un broche de oro a una temporada sencillamente espectacular. Con su triunfo frente a la española Cristina Bucsa (68ª), por 7-5, 6-7 (9) y 6-2, conquistó su segundo título WTA.
¿Y el otro? Ni más ni menos que en el WTA 1000 de Montreal. Con el cariño de su gente, logró sorprender a propios y extraños para consagrarse en el circuito por primera vez y ante una multicampeona de Grand Slam, como lo es la japonesa Naomi Osaka.
Si bien los antecedentes marcan que nació en Charlotte (Carolina del Norte, Estados Unidos), lo cierto es que cuando era chica se trasladó hacia Toronto (Canadá), país que actualmente representa.
Con apenas 19 años, Mboko emerge como una de las máximas promesas del tenis. Con un sprint final impresionante en el circuito femenino, con siete victorias en sus últimos ocho encuentros, consiguió colocarle la frutilla del postre a su 2025. Además, pudo ponerle fin a una racha negativa de cuatro derrotas consecutivas y dos meses sin triunfos desde su título en Montreal.
Por lo pronto, en la próxima temporada tendrá el desafío de revalidar lo hecho, defender los puntos conseguidos y lidiar con la presión y la ilusión que generó con sus grandes resultados.
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