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Cuando Vilas arrasó en Roland Garros

"Yo no puedo ser un jugador de tenis si no gano en la superficie donde empecé. Quería ganar el torneo y decidí aislarme absolutamente de todo para conseguirlo. No iba a parar hasta que no pasara”.

Guillermo Vilas gano cuatro títulos del Grand Slam. Pero uno lo tiene guardado en un lugar bien especial. Y ese es Roland Garros 1977.

Triunfos ante el yugoslavo Zeljko Franulovic 6-1, 6-2 y 6-4, frente al chileno Belus Prajoux 2-6, 6-0, 6-3 y 6-0, el sudafricano Bernard Mitton 6-1, 6-4 y 6-2, el estadounidense Stan Smith (6-1, 6-2 y 6-1), el polaco Wojtek Fibak (6-4, 6-0 y 6-4) y el mexicano Raúl Ramírez (6-2, 6-0 y 6-3) en las semifinales lo depositaron en la definición cediendo un solo set.

Y en la final, el 5 de junio de 1977, fue más allá: Apenas 21 games se jugaron (récord) que tuvo una contundencia arrasadora para el 6-0, 6-3 y 6-0 ante el estadounidense Brian Gottfried.

“Dos horas antes de la final sabía la táctica que iba a utilizar: correr, correr y correr. Jugué totalmente perfecto aquel día porque sabía cómo molestarlo”, confesaba Guillermo que, ante un trámite tan pero tan rápido, le costó asimilarlo. “Me fui a dormir pensando en que al otro día tenía que irme al otro torneo y sin haberme dado cuenta de lo que había logrado. Pero a la noche me desperté y me cayó la ficha...”

Dueño de 62 títulos en single, 49 de ellos sobre arcilla, en aquel 1977 hilvanó 46 triunfos en fila, récord que hoy mantiene. Aquel año sumó 16 títulos y 136 victorias, nada menos, estadísticas cada vez más difícil de superar. Pero Roland Garros lo marcó a fuego.