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El lado B de Novak Djokovic

Novak Djokovic es el número uno del mundo. Se sabe. Es el mejor tenista serbio de la historia. Se Sabe. Nole es políglota, habla serbio, inglés, francés, alemán e italiano. Pero también se sabe.

Esta nota es un mini trip a lo menos conocido del "Joker" de la ATP. Un análisis algo más intimista que la revisión básica de su palmarés profesional deportivo. Es que Novak Djokovic es algo más que un jugador de tenis.

De chico no la tuvo nada fácil ya que no tenía para comer por culpa de la guerra. "Todos crecimos en circunstancias diferentes, países diferentes, educación diferente. Mis años de infancia en Serbia durante los años 90 con tantas guerras fueron momentos muy difíciles. Con el embargo en nuestro país, teníamos que hacer cola para conseguir pan, leche, agua y otras cosas básicas de la vida. Este tipo de cosas te hacen más fuerte y te dan más hambre de éxito en lo que sea que elijas hacer".

"Esa, probablemente, fue mi base, el hecho mismo de que vine literalmente de la nada y de circunstancias difíciles de la vida junto con mi familia y mi gente. Volver a eso, recordarme de dónde vengo siempre me inspira, me motiva a esforzarme aún más. Todo esto es una de las razones por las que logré encontrar ese apoyo adicional, la fuerza mental para superar los desafíos cuando se presentan", agregó.

Djokovic, justamente, viene de una familia de deportistas. Sus papás, Srdjan y Dijana abrieron una pizzería para complementar los ingresos que percibían como instructores de esquí. Cuando Nole tenía 5 años, comenzaron a construir frente al negocio familiar cuatro canchas de tenis en las que Gencic abrió su escuela y donde Djokovic iniciaría su carrera a la cima.

Paradójicamente, años después, se enteraría de su celiaquía. Luego de colapsar en un cuarto set del Australian Open de 2010 contra Jo-Wilfried Tsonga terminaría vomitando. El doctor Igor Cetojevic, le aseguró que su problema venía de la alimentación y, más en concreto, del gluten. Obviamente, al cambiar su alimentación dio un giro absoluto en su carrera.

Ahora la dieta de Novak se basa en pescado y otras carnes blancas, frutas y verduras, frutos secos y semillas, legumbres y aceites vegetales. Y para seguir con la tradición familiar, abrió una cadena de restaurantes bajo su nombre "Novak" donde se comen "ensaladas, que le sorprenderá con su combinación de diferentes colores, vitaminas y aderezos. Pastas y salsas que moverán los sentidos, incluso los más sofisticados", según reza la carta. Nada mal.

Por caso, Djokovic no medita, pero sí se eleva espiritualmente de alguna manera. Igor Cetojevic, su médico personal, lo llevó a ese plano. "Trabajo mucha la respiración consciente, el yoga, la meditación. Y no es un tema religioso como piensa mucha gente, es un tema de salud, de serenidad. Estamos rodeado de mucho ruido, televisión, redes sociales, y necesitamos encontrarnos, de estar presentes, de tener un reseteo, como personas, como tenistas y como atletas. Y creo que es una cosa fundamental, lo llevo haciendo ya desde hace diez años. Y me ayudó mucho dentro de la cancha pero también afuera", contó.

Es un devoto de los suyos, desde su mujer hasta sus hijos y los aprovechó al máximo este tiempo de confinamiento producto del Coronavirus: "Pasen tiempo con su familia, recen, mediten, canten, bailen, coman sano y escriban. Disfruten de las pequeñas cosas de la vida. Intenten reír, amar y dedicar tiempo al trabajo interno y entrenen sus cerebros para que tengan pensamientos positivos".

En ese reír que menciona, hay varias carcajadas. Más allá de sus habituales imitaciones para con sus compañeros y amigos del circuito que ya hemos visto incontables veces (y que cayeron mal en un primer momento), también tuvo presencias llenas de comedia en el video clip de Martin Solveig & Dragonette de la canción "Hello" en la que insta, de manera enérgica y sin spoilers, al umpire a bajar.

Además de obviamente anotarse en todos los late night shows como "The Tonight Show" con Jay Leno, "Veče sa Ivanom Ivanovićem", "Conan", "Late Night con Jimmy Fallon", "Late Show con David Letterman", "The Late Show con Stephen Colbert", así como también en el de Ellen DeGeneres.

Pero se sabe que Djokovic tiene una personalidad que no encaja con el estereotipo de la mayoría de los tenistas. Por ejemplo, le encanta la ópera. Con Vittorio Selmi, tour manager de la ATP, se reúne cada vez que puede para escuchar música y en 2007 le organizó una visita a la Metropolitan Opera de Nueva York para ver un ensayo de la soprano francesa Natalie Dessay (y ella, a su vez, asistió a un partido del serbio) .

“Es tan chiquita... pero tiene una de las mejores y más claras voces que he escuchado”, escribió Djokovic en su blog, donde reveló que se subió al escenario a cantar algunas arias. “En realidad fue horroroso pero, ¿cuánta gente tiene la oportunidad de cantar en la Ópera de Nueva York?”.

Novak Djokovic, algo más que un jugador de tenis.