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La búsqueda de 13 años de un periodista argentino para hacer justicia a Guillermo Vilas

El periodista argentino Eduardo Puppo, a la der., coleccionó evidencia que Guillermo Vilas, a la izq., merecía ser el número uno en el mundo en dos ocasiones en la década del 70. Courtesy of Edourado Puppo

En 2007, la WTA anunció que luego de revisar la información de los rankings de 1976. Evonne Goolagong – una múltiple campeona en singles de Grand Slam que nunca había alcanzado el puesto número 1 en el ranking – debería haber quedado en el primer puesto delante de Chris Evert durante dos semanas en 1976, alterando oficialmente el record 31 años después del hecho.

Esa ha sido una experiencia transformadora de vida, tanto para la campeona australiana Goolagong como para un periodista argentino de 51 años en ese entonces (hoy, de 62 años), Eduardo Puppo.

"Tomé esa decisión [sobre Goolagong] como una señal divina", Puppo, ahora con 62 años, explicó por medio de unos largos intercambios de email con ESPN.com. "Ya no era más tiempo de seguir sentados sin hacer nada, sino que era tiempo de ir en busca de esos hechos”.

Inspirado, Puppo se puso a trabajar para conseguir el mismo honor retroactivo para su compatriota, Guillermo Vilas, un miembro del Salón de la Fama que jugó ocho finales de Grand Slam, ganando cuatro de esos títulos en una carrera de 18 años en la que ha superado innumerables records y posicionándose junto con Rafael Nadal y Bjorn Borg, dentro de la Santa Trinidad de las canchas de arcilla.

Durante los siguientes 13 años, Puppo y su aliado principal, el matemático y programador rumano, Marian Ciulpan, lograron reunir un formidable conjunto de evidencia (alrededor de 1,200 páginas de documentos, y una revisión de 23,000 partidos oficiales disputados por los 1,117 tenistas profesionales que estaban activos en ese momento) para apoyar su reclamo alegando que a Vilas le negaron erróneamente el puesto Nro. 1 en el ranking en dos ocasiones diferente.

La ATP examinó la exhaustiva investigación de Puppo en 2015 y terminó rechazando el reclamo, pero sin refutarlo.

El equipo de Puppo quedó "devastado" y también, según se comentó, Vilas. Ahora con 67 años y viviendo en Mónaco, en los últimos años Vilas se ha negado a hablar sobre el tema. Pero la semana pasada, hablando con ESPN.com por medio de Puppo, Vilas dijo: "Hice los reclamos en su momento, pero nadie me escuchó. En un punto, me rendí. Y es por eso que nunca más volví a hablar del tema. Pero años después, Puppo apareció y me dio esperanzas”.

Puede que las esperanzas de Vilas se hayan visto destruidas, pero no las de su apasionado defensor argentino. Puppo sigue dando pelea. Su equipo ahora incluye a un abogado que está trabajando para llevar el caso a la justicia. (El equipo de Puppo no busca ninguna recompensa financiera para Vilas o para ellos).

El ranking número 1 se ha convertido en la gran ballena blanca para Puppo y la búsqueda ha producido sus efectos colaterales.

"Soy un apasionado en mis investigaciones", escribió Puppo en una traducción. "Sabía que rastrear el número 1 era un objetivo muy complejo e impredecible, pero nunca pensé que me iba a llevar 13 años de mi vida y mi familia.

Puppo explicó que “dejó de lado salidas familiares", se perdió vacaciones, y "descuidó" su relación con su esposa y tres hijos. Su familia entendía que su búsqueda era parte de su trabajo (este es un hombre que pasó 22 años escribiendo una serie de tres volúmenes y 2,800 palabras sobre la historia del tenis en Argentina), y aceptó que buscar la rectificación con respecto a Vilas se convirtió gradualmente en un "objetivo emocionante" y demasiado importante para Puppo, por lo que no lo pudo abandonar.

Según el periodista argentino, Sebastián Fest, fue Vilas mismo el que primero sugirió que lo habían despojado de su primer puesto en el ranking durante una entrevista con Fest en el Abierto de Francia de 2007.

Puppo, un apasionado fanático del tenis y un buen jugador aficionado, conoció a Vilas cuando iniciaba sus pasos en el periodismo en 1980 y, con el paso de los años, lo entrevistó muchas veces. Describía su relación con Vilas en esos primeros años como una relación formal. "Éramos periodista y tenista, nada más", comentó, agregando que ni siquiera discutió su proyecto con su sujeto principal durante muchos años.

Fest, quien recientemente sirvió como presidente de la Asociación Internacional de Redactores de Tenis, le dijo a ESPN.com que mientras que Vilas se siente agradecido y entusiasta con respecto a los esfuerzos de Puppo, su relación ha sido sobre todo profesional. "Ellos [Puppo y Vilas] se conocen muy bien", escribió Fest. "Pero no diría que son amigos".

El rol de los héroes deportivos como Vilas en Argentina ayuda a explicar la razón por la que Puppo no ha dejado de insistir. Los argentinos se enorgullecen de sus héroes nacionales. Muchos sienten frustración y enojo ante el hecho de que mientras que Vilas nunca encabezó oficialmente el ranking, otros hombres, quizá menos merecedores de naciones rivales en Sudamérica sí lo hicieron: Gustavo Kuerten de Brasil, y el chileno, Marcelo Ríos. Y para sumar más enojo, Ríos llegó al No. 1 sin siquiera haber ganado un major en singles.

"Es un tema que tiene el potencial de interesar a toda una nación", dijo Fest. "Si a Vilas le dan el número uno en esos períodos, en 1975 o 1976, no habrá otros temas que lo puedan equiparar ese día. Los titulares de todos los periódicos hablarán de eso y hasta llegarán las felicitaciones del presidente".

Vilas sigue siendo una importante figura cultural en Argentina. Por lo general comparado con un toro en sus días gracias a su contextura física y robusto apetito por liquidar a sus rivales en sus amadas canchas coloradas (Vilas se sintió halagado cuando lo catalogaron de "masoquista"), Vilas también es un poeta y un inconformista filosófico y taciturno.

En 2012, después de cinco años de seguir su investigación, Puppo decidió honrar a Vilas, aún el mejor jugador de Argentina. Puppo – quien también se ha desempeñado en una variedad de puestos administrativos y promocionales en el tenis – contrató a un artista para que hiciera una escultura de Vilas en hierro, pegando su afamado revés. La estatua se instaló en la entrada del Club Náutico de Mar del Plata, donde Vilas dio sus primeros pasos en el tenis. Ese tributo hizo que la relación entre Vilas y Puppo se hiciera más estrecha.

El año siguiente, Puppo compartió todos los detalles de su trabajo con Vilas, quien en 2014 invitó a Puppo para que fuese su biógrafo. Según Puppo, los dos se encontraron en la casa de Vilas en 96 oportunidades para llevar a cabo entrevistas e investigaciones para un libro que en el presente tiene 600 páginas y el cual sigue escribiendo.

"Todavía lo estoy perfeccionando", dijo Puppo. "Es la historia de Guillermo y el resumen de toda la investigación con respecto a la cuestión del ranking. Todo esto hizo que nos acerquemos mucho con Guillermo”.

Para un escéptico, puede parecer que Puppo se ha convertido en una especie de Don Quijote de las pampas, hechizado por el poder de la personalidad y celebridad de Vilas. Pero el cuerpo de evidencia que Puppo ha compilado es convincente, y Fest confirmó que es tomado seriamente y admirado por muchos. "Él [Puppo] no es un groupie, es un profesional. Es un apasionado del tenis y tiene la convicción de que, cuando se trata de Vilas, hay un fuerte caso".

El argumento que presenta Puppo ante la percibida injusticia es convincente. Él alega que Vilas fue injustamente desprovisto de la oportunidad de eclipsar al Nro. 1, Jimmy Connors, en el ranking en dos períodos específicos (cinco semanas arrancando el 22 de septiembre de 1975, y las primeras dos semanas de 1976) porque la ATP no publicó los rankings en las semanas en las que Vilas estaba en la cima, momentos que Puppo caracteriza como "semanas en blanco".

En aquellos días, en los nacimientos de la era de la computadora, la ATP publicaba los rankings esporádicamente (sólo 11 veces en 1974 y 13 veces en 1975). Esto se debía en parte porque los rankings, basados en el promedio de performances de un jugador, eran vistos más que nada como una guía para la entrada y el lugar de los sembrados en un torneo, y en parte porque a la ATP simplemente le faltaban recursos.

"Muchos jugaban con los rankings en aquellos días, porque se basaban en un promedio de las performances", José Higueras, dos veces semifinalista del Abierto de Francia y rival de Vilas, le dijo a ESPN.com. "Jimmy [Connors] y Bjorn [Borg] sabían cómo hacer para mantener sus rankings altos. Si jugabas eventos pequeños, tu ranking bajaba. Hubo momentos en los que sabía que podía ganar un torneo de $75K pero mi ranking iba a bajar, no subir”.

El lapso entre el 16 de septiembre y el 29 de octubre fue inusualmente largo, durando unos 43 días. Ese es el período en el que, según Puppo, Vilas hubiese estado primero en el ranking. Pero como no se publicó ningún ranking, Connors retuvo el honor.

Teniendo en cuenta el objetivo de los rankings, no se hablaba del hombre que iba primero hasta el final del año, cuando un numero de expertos evaluaban sus propios y subjetivos rankings de fin de año.

Una anomalía incluso más sorprendente ocurrió más tarde, en 1977, cuando Vilas tuvo uno de los mejores años, pero fue negado por la computadora y la mayoría del “panel de expertos” de fin de año.

En 1977, Vilas ganó 16 títulos (en contraste, Roger Federer ganó 12 en su año más prolífico, 2006), y alcanzó un record de una racha de 53 partidos ganados en arcilla que desde entonces ha sido superado sólo por Nadal.

Vilas ganó el Abierto de Francia y el US Open ese año, y perdió la final en el Abierto de Australia. Pero Connors terminó en la cima del ranking final dado a conocer por ATP a pesar de no ganar los majors y perder ante Vilas las dos veces que se enfrentaron en 1977, incluyendo la final del US Open. Su record de 69-11 con ocho títulos empalidece al lado del de Vilas, pero el sistema de ranking de todas maneras siguió funcionando a favor de Connors.

La investigación de Puppo puso en evidencia numerosos errores y omisiones en el record oficial de la ATP. Vilas, que se ha quejado incansablemente ante la negativa de lograr acceso a los records oficiales de la ATP, se sintió vindicado. Según las investigaciones de Puppo, la ATP le dio retroactivamente a Vilas crédito por tres títulos en arcilla (sumando su total de carrera a 49; sólo Nadal ha ganado más) que originalmente no habían sido identificados por su superficie.

Pero la ATP sólo estuvo dispuesta a llegar hasta allí, después de una revisión exhaustiva de toda la investigación de Puppo en 2015. Chris Kermode, en ese entonces el jefe ejecutivo de ATP, decidió ignorar el trabajo de Puppo, admitiendo que mientras que se habían cometido errores en el record "oficial", otorgarle a Vilas el puesto número uno de manera retroactiva iba a ser demasiado disruptivo. Kermode advirtió que iba a generar una reacción en cadena de demandas y pedidos de revisión de unos cuantos records.

"Sabemos que es algo muy importante para un jugador, por lo que no es algo que nos hayamos tomado a la ligera", comentó Kermode, habiendo sido un jugador profesional, a The New York Times después de negar los reclamos de Puppo en 2015. "Pero en algún punto, esa es la decisión que tenemos que tomar… reescribir la historia es imposible".

Puppo dijo que se sintió "muy triste" cuando la ATP tomó esa decisión. Sigue sintiendo que la respuesta que obtuvo de la asociación de jugadores fue “insuficiente”, teniendo él cuenta el alcance de su investigación y la evidencia reunida, y enfatizó que la ATP nunca ha podido refutar su trabajo, pero tampoco ha querido hacer frente a la verdad.

Puppo respondió un email conciliador de Kermode, escribiendo: "No, no estamos reescribiendo la historia, eso es imposible. Estamos escribiendo una parte que no se ha contado. Estamos contando la historia completa. De otra manera, es mejor no contra nada, porque así se les está mintiendo a las personas que fueron parte de la misma”.

Muchos siguen incómodos ante la idea de darle a un jugador algo que al parecer ha ganado otro en el pasado.

Higueras cree que Vilas sin dudas fue el mejor jugador de 1977 y le gustaría que eso sea reconocido. “Pero”, comentó. “No cambiaría el ranking, incluso si la información es incorrecta. Puede aparecer Connors y decir que él hubiese jugado más si hubiese sabido… se torna algo muy difícil”.

De modo que la misión de Puppo continúa. Su cabello alguna vez oscuro y largo se ha convertido en un salvaje nido repleto de rulos en tonos plateados. A veces, se lo puede ver con una barba digna de un Santa Claus al que los niños van a saludar a las tiendas departamentales en épocas navideñas. La recompensa por todos sus esfuerzos ha sido escasa. Marchándose a Mónaco en 2016, Vilas le entregó todo su material deportivo a Puppo como su curador.

"Siempre confié en Puppo y su equipo; son profesionales y meticulosos como yo”, dijo Vilas. “Me siento identificado [apoyado]. Eduardo se ha convertido en un hermano para mí. Mi familia y yo lo queremos mucho, y nos sentimos muy agradecidos por todo lo que hace de manera desinteresada”.

Puppo se siente orgulloso de haberse ganado la confianza de Vilas, pero se lamenta no haber podido facilitar una posesión aún más valiosa: el ranking Nro. 1 que él cree que Vilas ganó, pero nunca consiguió.