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Fuera de servicio: Nick Kyrgios, el basquetbolista

"Realmente no me gusta mucho el tenis. No me encanta. Fue una locura cuando tenía 14 años. Estaba completamente metido en el básquet y tomé la decisión de jugar al tenis. Mis padres me empujaron y hasta el día de hoy todavía puedo decir que no amo el deporte", así comienza, polémico y disruptivo como es habitual, Nick Kyrgios.

En la segunda entrega de “Fuera de servicio”, estos especiales que abarcan las aristas desconocidas de los tenistas del circuito, toca hacer pit stop en el eclecticismo que muestra Kyrgios para con su amor-odio con el tenis. Sin dudas, tiene una cuenta sin saldar con el básquet, del que es absolutamente fanático. Veamos.

“El básquet definitivamente fue mi primer amor. Tenía un aro chiquito afuera de mi casa. Literalmente, a la edad de cinco, seis y siete años, sólo estaba jugando al aro con mi padre y mi hermano y jugué hasta los 14 años. Tuve que elegir entre el tenis y el básquet”, le contó a GQ.

“Nunca me voy a olvidar ese día. Mi papá me habló mucho sobre lo que íbamos a hacer. La verdad es que me gustaría jugar un poco al básquet, de hecho trato de hacerlo siempre que puedo. Definitivamente fue el primer juego del que me enamoré”, agregó.

"Pero al crecer en Australia en ese momento, el tenis era uno de los deportes más importantes y era más fácil hacerlo como jugador de tenis que como jugador de de básquet. Sin embargo, me gustaría jugar un poco de básquet”, dijo.

“Soy LeBron James; soy el mejor jugador de básquet entre los jugadores de tenis, con lo cual, soy LeBron”, dijo en una entrevista con ATP entre risas. Sin embargo, Kyrgios es un fanático acérrimo del rival directo de los Los Angeles Lakers en la NBA, los Boston Celtics.

Su pasión por el equipo que Larry Bird, Bill Russell y tantos otros llevaron al Mount Rushmore de la NBA tuvo su punto más alto cuando, vía Nike, logró una colaboración única con el base Kyrie Irving, quien por aquel entonces militaba en los Celtics antes de pasar a los Brooklyn Nets.

¿En qué consistió? Irving, de raíces australianas nacido en Melbourne, le brindó la capellada de su calzado mientras que la pipa se encargó de que la zapatilla tenga las especificaciones necesarias para el alto rendimiento en el tenis. ¿Resultado? Estreno con bombos y platillos en el Australian Open y locura total para el jugador que estaba en las nubes.

"Es increíble, sinceramente, el hecho de que esté teniendo esta colaboración con un jugador como Kyrie Irving. Fui fanático de los Celtics toda mi vida, y las cosas que hace en la cancha son únicas”, agregó.

De manera lógica, Kyrgios sintió el impacto de la muerte de Kobe Bryant como nadie, incluso saliendo a la cancha entre lágrimas con su camiseta en plena competencia del Abierto de Australia ante nada más ni nada menos que Rafael Nadal.

“Cada vez que perdemos a alguien así es una pérdida para el deporte. Es algo realmente triste, pero creo que su legado se mantendrá. Especialmente para mí, que veo básquet todos los días”, comentó.

“Al usar su camiseta me recuerda todo lo que él representaba y lo grandioso que fue. Sigue siendo muy triste, todavía es algo que le duele a muchas personas”, cerró.