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Nadia Podoroska en contexto de Grand Slam

La entrada de Nadia Podoroska (130 del ranking mundial) al cuadro principal de Roland Garros no es una sorpresa y eso sorprende. Las lesiones la tuvieron a maltraer pero todo parece haber quedado atrás y el récord 17-3 desde el regreso del tenis lo demuestra.

Había llegado a jugar el cuadro principal del US Open en 2016 y estuvo N°158 en 2017. Pero tuvo que comenzar 2019 fuera de las 300 mejores del mundo.

A partir de ahí, comenzaron los buenos tramos de tenis con éxitos en torneos W25 en 2019 y otros dos en este 2020 (tres de ellos sobre canchas duras). Semifinal en el 125K de Newport en febrero último también ayudó para estar donde está.

Además, y fuera del circuito y todo ranking, se consagró campeona de los Juegos Panamericanos en Lima 2019 representando a la Argentina, lo que le dio, nada menos, la plaza olímpica rumbo a Tokio (a ratificar si se mantiene dentro del Top 300). Hay más: este año volvió a la Copa Fed tras dos años y solo sumó victorias (3 en single, una en dobles) para que Argentina gane la Zona Americana en Santiago de Chile.

A los 23 años, no perdió el tiempo de cara a esta reanudación de circuito. Inició parte física en Rosario, luego se instaló en Alicante, España, y ya en el WTA de Palermo, hilvanó tres victorias en la qualy para ser la única no europea en el cuadro principal: segundo WTA del año para ella luego de haber pasado la fase previa también en Monterrey.

Podoroska acumula títulos en ciudades tan bellas como Malibú, Petit Bourg y Saint Malo, más semifinales en Praga. Paris seguirá en la línea.