Andy Murray habló sobre su vida en la edición de este domingo de The Guardian. El escocés de 33 años, ex N°1 del mundo y que hoy está fuera del Top 100, dejó buenas declaraciones.
"Si pudiera retroceder en el tiempo volvería ir a Barcelona. Cuando tenía 15 años me fui para allá y comencé a entrenar con más intensidad. Allí fue la primera vez que tuve libertad. Es algo típico por lo que pasan las personas, ya que comienzan a tener libertad cuando terminan las escuelas o se mudan a una universidad. Me encantó mi experiencia en Barcelona e hice muchísimos amigos allí".
"La gente cuando me ve por la televisión piensa que soy de carácter complicado y que siempre estoy de mal humor. Pero si me sacas de la cancha soy una persona bastante tranquila. No tengo mal genio, no rompo cosas, no golpeo paredes, no grito... Pero es verdad que cuando estoy en una cancha de tenis mi actitud es otra totalmente distinta a cuando estoy fuera de ella".
"El único jugador que me intimidó y no sé exactamente por qué, fue Marat Safin. Jugué con él cuando yo era aún muy joven, en Cincinnati 2005. A veces hablaba con él y era muy amable conmigo. Pero también a veces pensaba que yo no le agradaba mucho y lo encontraba como una persona un tanto complicada de tratar".
"No soy una persona que se considere ni optimista ni pesimista. Soy realista y simplemente quiero que me digan la realidad de una situación y no que alguien intente darle un giro positivo o negativo a las cosas. En la vida, hay situaciones en el que las cosas son una mierda y otras en las que son realmente buenas. Pero las cosas no van bien todo el tiempo".
"La gente a lo largo de mi carrera me ha dicho cosas muy terribles, pero intento que eso no me moleste. Una vez después de perder en las semifinales de Wimbledon 2011 ante Nadal, caminaba por la calle con mi esposa y algunos chicos pasaron por al lado mía y me gritaron: ¡Maldito perdedor! Fue un periodo de mi carrera en el que ya dudaba de mí mismo. Lo encontré bastante hiriente".
-¿Quién se retirará antes del Big Four?
"Es una pregunta que me la han hecho ya en infinidades de ocasiones. Si tuviese que decir por alguno diría que por Federer. Él tiene 39 años, pero quien sabe. Yo estuve a punto de ser el primero de todos por esas molestias en mi cadera que me impedían practicar tenis con total normalidad".