Novak Djokovic sigue ganando partidos y marcando récords. Pero no deja de lado la autocrítica. El triunfo de este miércoles ante Borna Coric por 7-6 (11) y 6-3 en el ATP 500 de Viena le significó a Novak Djokovic cerrar el 2020 como N°1 del mundo y así igualar las seis temporadas en la que lo logró Pete Sampras.
Pero no fue completa la alegría: "He defendido demasiado, he gastado mucha energía pero a veces es necesario, tener que encontrar una forma de ganar y esto es lo que ha pasado. Cada partido es un desafío a nivel mental y físico", dijo en conferencia de prensa.
También hizo referencia al momento clave del partido: “Cuantos más tie-breaks ganes, más confianza tienes al llegar a estas instancias. Afrontar de forma optimista los tie-breaks, sabiendo que tengo un gran récord, me ayuda mucho. Eso es lo que sentí ayer y lo que ha pasado hoy. Claro que él tuvo cuatro o cinco set points y hubiese merecido ganarlo, pero pude leer su passing shot en uno de ellos y ganar el punto. Lo tuvo muy cerca. En el primer set estuvo muy preciso al saque, yo siempre fui a la defensiva, él fue el encargado de marcar el juego y mostró un gran nivel. Venía en forma tras llegar a la final de San Petersburgo, sabía que hoy iba a tener que trabajar duro. Estoy contento con mi servicio, jugué mejor en el segundo set, dejé un par de grandes puntos. Peleé, luché por mis oportunidades y en el momento adecuado pude ganar".
"Me siento muy cómodo, estoy disfrutando mucho. Muchos jugadores aman este torneo y el tenis es muy popular en Austria", dijo sobre este torneo que lo tiene de regreso luego de 13 años. "El éxito de Thiem ha contribuido enormemente a la popularidad del deporte, y la gente entiende el tenis: sabe cómo meterse de lleno en el partido, tienen mucho conocimiento y eso hace que me sienta muy cómodo en la cancha. Estuvo muy bueno ver algunas banderas serbias. Aunque haya límites de público los 1,000 espectadores permitidos están ahí desde el primer momento".