Wimbledon es, quizás, el Grand Slam de más tradición del circuito. La particular vestimenta, el middle sunday y el manic monday, entre otras. Y a partir de la próxima edición, en 2022, las dos últimas dejarán de existir en el All England.
El middle sunday es una tradición que surgió en la década del 80, más precisamente en 1982. Hasta antes de ese año, el torneo finalizaba siempre un sábado. Ese día se jugaban tanto la final masculina como la femenina. La razón era que los vecinos pedían un día de descanso, que eventualmente llegaba el domingo posterior a la finalización de la competencia.
Cuando los organizadores del certamen vieron la oportunidad de disputar la definición en dos días diferentes, tuvieron que aceptar darles un día libre a los vecinos en medio del torneo. Y el día elegido fue el domingo: así surgió este hábito.
Y claro, una cosa da lugar a la otra. Con el primer domingo sin actividad, al día siguiente, con la reanudación, se deben jugar los 16 partidos de octavos de final de ambas secciones. Esto fue llamado como manic monday.
La difícil decisión de cortar con estas costumbres la tomó la nueva dirigencia de Wimbledon, que tiene como cabeza a Sally Bolton. Esto se debe a que consideran que es perjudicial en lo económico tener un día libre y muchos grandes partidos al mismo tiempo. Según confirmaron, se llevó a cabo luego de consultarle a muchos fanáticos.
Después 30 años, el All England da un portazo con renovaciones.