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Ex campeona del Abierto de Australia, Chris Evert, revela su diagnóstico de cáncer de ovario

Photo by Kelly Backus/ESPN Images

Fue corto, sencillo y a la vez tan complicado.

Recibí un texto el 7 de diciembre.

"No puedo hablar ahora mismo, pero el reporte de patología llegó hoy y reveló que tengo un tumor maligno en la trompa de Falopio; me volverán a operar la semana que viene, entonces la quimio ... maldita sea..."

Leí el texto cinco veces antes de digerirlo.

Mi amiga Chrissie tiene cáncer. La enfermedad había matado a su hermana Jeanne. Dios mío.

"¡No! Ca---. Lo siento. Llámame cuando puedas/estés lista. Estoy aquí para lo que necesites".

Al principio, ella necesitaba más información. Necesitaba más privacidad para procesarlo. Y necesitaba recuperarse físicamente de sus dos cirugías. En las buenas y en las malas, Chrissie siempre ha sido dueña de su historia. Así que, aquí estamos.

La ganadora de 18 títulos individuales de Grand Slam, incluyendo el Abierto de Australia en 1982 y 1984, Chris Evert, ha sido diagnosticada con cáncer de ovario en etapa 1C. Es una etapa temprana, descubierta después de una histerectomía preventiva. El cáncer no se ha detectado en otros lugares de su cuerpo. Esta semana, comenzó el primero de seis ciclos de quimioterapia.

Con el tiempo de tomarse algo de perspectiva, ella dice, "He tenido una vida afortunada. Ahora me aguardan algunos desafíos. Pero, me consuela saber que la quimioterapia es para garantizar que el cáncer no regrese".

Pero con razón, está un poco nerviosa.

"Como alguien que siempre ha tenido control sobre mi vida, no tengo idea como responderé a la quimioterapia", dice Chrissie. "Tengo que rendirme a un poder más alto".

El doctor Joel Cardenas, del departamento de ginecología/oncología del Cleveland Clinic Florida cerca de Fort Lauderdale, es el cirujano de Chrissie.

"El 70-80% del cáncer de ovario se diagnostica en la Etapa 3 o 4", explica Cardenas. "Dentro de tres o cuatro meses, ella estaría en la Etapa 3 o 4. Si no se hace nada, llega hasta el abdomen".

Para la mayoría de las mujeres, incluyendo a Chrissie, no hay síntomas detectables. El cáncer de ovario en sus primeras etapas es casi imposible de detectar.

Ella me recordó que sus exámenes anuales, incluyendo las pruebas para la cantidad de antígeno de cáncer antígeno 125 en su sangre, sus ultrasonidos y la resonancia magnética con contraste, todos fueron negativos.

"Soy tan afortunada", dice ella con la convicción de alguien que ha sido testigo de alguien desafortunado.

Jeanne Evert Dubin, la hermana menor de Chrissie, también una ex tenista profesional, murió en febrero de 2020. Tenía 62 años. Las dos hermanas corrían por el aeropuerto para llegar a su vuelo rumbo a las Finales de la WTA en Singapur en octubre de 2017 cuando Chrissie se dio cuenta que Jeanne estaba sin aire y no podía seguirle el paso.

"Fiel a la personalidad de Jeanne y como muchas otras mujeres, Jeanne estaba ocupada cuidando de todos los demás", dice Chrissie.

Jeanne prometió ir al doctor tan pronto regresaran. Le diagnosticaron cáncer de ovario. Estaba en etapas terminales y se había regado. Chrissie describe ver a Jeanne en tratamiento como "devastador y traumatizante". Ella dice que los recuerdos de la fuerza de Jeanne motivarán la suya.

"Cuando voy a recibir la quimio, ella es mi inspiración", dice Chrissie. "Pienso en ella. Ella me ayudará a superarlo".

Chrissie fue responsable del elogio fúnebre en el funeral de Jeanne. Chrissie fue estoica, serena e incluso graciosa. Pero sobre todo, cuando habló sobre el cáncer de Jeanne, Chrissie fue directa. Fueron un discurso y mensaje potentes.

Ella escribió en el elogio fúnebre, "Los últimos dos años y medio en la vida de Jeanne han sido, por falta de una palabra mejor, brutales. Ella lidió con mucha quimioterapia, tratamientos experimentales, cirugías, procedimientos, portales, agujas y dolor agonizante. Ella luchó y luchó hasta el triste final. Para aquellos de nosotros que estuvimos en esta travesía con ella, fue desgarrador de ver".

Cuando Jeanne padeció el cáncer, ella dio negativo por variantes dañinas del gen BRCA1, que pueden ser marcadores para la susceptibilidad para ciertos cánceres. No se le alentó a los familiares a que se hicieran pruebas genéticas en aquel tiempo. La gente con variantes patógenas (dañinas/peligrosas/preocupantes) de este gen tienen un riesgo mayor de desarrollar ciertos cánceres, en particular los cánceres de mama y de ovario.

En los años desde el diagnóstico de Jeanne, las pruebas genéticas han evolucionado. Luego de más investigación, la variante del gen BRCA1 que Jeanne tenía probó ser patógena. La última semana de octubre, cuatro años después del diagnóstico de Jeanne, la familia Evert recibió una llamada notificándoles del cambio en la interpretación del reporte genético de Jeanne.

Esa llamada telefónica fue simple y llanamente un milagro.

Chrissie de inmediato envió su sangre para que le hicieran pruebas genéticas. Reveló que ella también tenía una variante patógena del gen BRCA1. Luego de sostener discusiones con su médico, Chrissie tuvo una histerectomía a principios de diciembre.

"Pensábamos que estábamos siendo proactivos", dijo Chrissie. "Como Jeanne tuvo cáncer de ovario, esa era la prioridad. Una decisión sobre el pecho viene más adelante".

Entonces las cosas tomaron un giro imprevisto. "El doctor Cardenas me llamó y dijo que necesitábamos volver en los próximos 10 días para dar otras muestras de los ganglios linfáticos y otros tejidos".

Chrissie estaba atónita. La patología después de la cirugía reveló células malignas y un tumor que originaba en la trompa de Falopio izquierda. Mientras iba a varias citas, demasiados de los términos médicos le eran familiares.

"Escuché todos los términos durante dos años con Jeanne", ella dijo. "Era como deja vu volviendo al pasado. De vuelta al espacio que era espantoso".

Los médicos operaron otra vez el 13 de diciembre.

Y entonces la espera.

"Los tres días más largos de mi vida. Etapa 1 o etapa 3", dijo ella. "Si estoy limpia del cáncer, soy una estadística diferente. Estaba aturdida. No lo podía creer. Me había estado ejercitando, haciendo CrossFit, jugando tenis. No sentía nada diferente".

El 15 de diciembre, Chrissie texteó: "¡Ganglios linfáticos NEGATIVOS!!!!!!!"

"¡Sí! ¡Gritando!" respondí.

El 15 de diciembre fue un buen día. Etapa 1. El doctor Cardenas llamó a Chrissie y fue al grano rápidamente. Toda la patología esta vez había regresado negativa. El cáncer se había extirpado durante la histerectomía. No se había regado. Después de la quimioterapia, hay una probabilidad de más del 90% de que su cáncer nunca regresará.

"¡No recuerdo haber estado tan feliz en años!" dijo Chrissie.

Desde su debut a los 16 años en el US Open de 1971, Chrissie ha inspirado a millones de mujeres alrededor del mundo a seguir sus sueños deportivos. Ella está orgullosa de haber sido un ejemplo de una mezcla del atletismo y la feminidad. Una campeona, empresaria, filántropa y, sobre todo, madre, Chrissie lo ha hecho todo. Ella sigue desempeñándose en las competiciones, pero le desagrada el conflicto tanto hoy como en sus días como jugadora. Preferiría ponerse a resolver un problema o alguna injusticia que discutir sobre ella.

Chris Evert Charities ha recaudado casi $30 millones para combatir la drogadicción en el sur de la Florida. Ella también trabaja incansablemente como la presidenta del USTA Foundation, que beneficia a la juventud desatendida en todo el país. Chrissie entiende su perfil y la responsabilidad que viene con su plataforma. Es una de las cualidades que admiro tanto sobre su generación de jugadoras de la WTA.

Ahora, 50 años después de su estreno en el escenario mundial, coloca esta información personal como foco de atención por el bien de todas las mujeres y los hombres. Ella hace un caso apasionado por compartir su historia.

"¡Chris, más personas necesitan escuchar historias como estas!" ella me dice. "¡Es la cruda realidad! Necesitamos tener estas conversaciones. El cáncer de ovario es una enfermedad muy letal. Cualquier información es poder".

Su consejo es imperativo: "Sé tu propio defensor. Conoce tu historial familiar. Ten conciencia total de tu cuerpo, sigue tu instinto y presta atención a los cambios. No intentes ser un activista y no pienses que esto pasará".

La percepción de los cánceres ginecológicos (de ovario, cervical, trompa de Falopio, uterino) como una enfermedad o cáncer de la mujer necesita cambiar. Las mutaciones al gen BRCA1 pueden llevar a un mayor riesgo de cáncer en las personas de todas las identidades de género.

Chrissie describe como "aleccionadores" los días cuando esperaba sus resultados. Se dio cuenta que se estaba uniendo a una hermandad a la cual nadie se quiere unir. Ella pensó a menudo en Jeanne, junto con "las muchas otras mujeres, hermanas, amigas y familia que están o han enfrentado este desafío".

El doctor Cardenas dice que las claves a un diagnóstico temprano son mantenerse al día con los exámenes y las visitas de oficina, conocer tu historial familiar y tener una buena relación con tu ginecólogo. Las mujeres deben conocer los factores de riesgo, también -- la endometriosis, el historial de cáncer de mama y la infertilidad están entre ellos. La edad promedio para el diagnóstico de cáncer de ovario es 63 años.

"El cancer de ovario es inusual", dijo el doctor Cardenas. "Sin embargo, si un paciente tiene un historial familiar, alentamos las pruebas genéticas y la terapia".

La información genética que su hermana dejó probablemente salvó la vida de Chrissie.

Para más información, Chrissie pide que visiten las páginas de la Sociedad Americana contra el Cáncer en www.cáncer.org/ y el Cleveland Clinic en ClevelandClinic.org.

ESPN y el V Foundation están comprometidos con la lucha contra el cáncer. De serles posible, por favor apoyen la investigación del cáncer en V.org/donate.