Dejando de lado todo lo sucedido entre Novak Djokovic y el Abierto de Australia, al serbio se lo recuerda muchas veces no sólo por su tenis sino también por su lucha en los derechos del ser humano y del pueblo que lo vio nacer.
En esta ocasión tuvo su merecido reconocimiento. La ciudad de Budva, Montenegro, declaró al número 1 del mundo como ciudadano de honor por su pelea para preservar al pueblo y a la iglesia serbia en dicho país. El alcalde Marko Carevic dio una conferencia de prensa donde afirmó su gran apego con la gente: "Novak, no tenemos palabras para agradecerte por tu presencia aquí en este día. Nunca pusiste una distancia entre el pueblo y vos y por eso te llamamos con mucho amor y respeto".
Como presente y frente a miles de personas, se le entregó al 20 veces campeón de Grand Slam una imagen de la iglesia cristiana ortodoxa y una placa conmemorativa recordando lo grande que es para el pueblo de su país.