Luego de la consagración de Ashleigh Barty frente a Danielle Collins en la final de Australian Open, llegaron los momentos emotivos comprendidos en la ceremonia de premiación. Recibió su tercer título de Grand Slam en casa, de las manos de su amiga y mentora Evonne Goolagong, y se tomó su momento para agradecer el apoyo al público local.
“Como australiana, lo más importante es poder compartir esto con la gente. Es uno de los públicos más divertidos y me han hecho jugar mi mejor tenis contra una campeona como Danielle. Es un sueño hecho realidad y estoy muy orgullosa de ser australiana”, declaró luego de vencer a la norteamericana por 6-3 y 7-6 (2).
Quienes también recibieron agradecimientos de parte de la N° 1 del mundo fueron los integrantes de su familia y equipo de trabajo: “Estos últimos años han sido muy duros para todos. Este torneo es una de las experiencias más grandes que he tenido. Estoy muy agradecida de recibir tanto amor de parte de mis seres queridos”.
Una celebración acorde al torneo que se marcó, con emoción y el toque histórico que la convierte en la nueva campeona local después de 44 años sin un triunfo en manos de una australiana: Chris O'Neill en 1978 fue la última en alcanzar la gloria en el Slam oceánico.