Siete enfrentamientos necesitó la china Qinwen Zheng (8ª) para tomarle el pulso a la bielorrusa a Aryna Sabalenka (1ª), quien jamás encontró su habitual nivel este miércoles y se despidió sorpresivamente en cuartos de final del Roma Open.
Un viejo refrán dice que se aprende más de los errores que de los aciertos, algo de lo que puede dar fe la medallista dorada en los Juegos Olímpicos de París, quien había fallado en los seis cruces previos frente a la líder del ranking mundial ATP, cinco en sets corridos, y en el Foro Itálico consiguió el mejor triunfo de su prometedora carrera al imponerse 6-4 y 6-3 en una hora y 37 minutos de juego.
"Me siento muy feliz con esta victoria, llevaba mucho tiempo tratando de vencerla. Hubo algunas veces que estuve cerca, pero jamás lo había logrado hasta ahora. Además esta es la primera vez que nos enfrentamos en polvo de ladrillo, supongo que jugando en esta superficie me siento mucho más cómoda, ya que tengo gran experiencia", manifestó la nacida en Shiyan, de 22 años, luego de descifrar el enigma versus la europea.
Posteriormente, la dueña de cuatro títulos en el circuito femenino, dos sobre polvo de ladrillo, argumentó: "Me han ido bien las condiciones, fui más paciente que ella. Hoy me he dado cuenta que cuando la hago jugar mucho… En fin, me voy muy feliz con mi rendimiento. Feliz de haber dado el paso adelante al vencer a la Nº1 del mundo".
"Estuve repitiéndome una y otra vez que no debía regalarle ni un solo punto. Sé que cuando el intercambio se hace más largo, una vez superamos los cuatro o cinco tiros, mis beneficios crecen. Cuando veo las estadísticas siempre estoy allí, será el hecho de que en arcilla se da un tenis mucho más físico, quizá por eso tengo ventaja", prolongó la subcampeona en el Abierto de Australia y en las WTA Finals, ambos en 2024.
En sintonía, la pupila del español Pere Riba mencionó la clave del éxito: "Recuerdo en otros enfrentamientos con ella, sobre todo al principio, que siempre le entregaba fácil los juegos iniciales, ella siempre arrancaba fácil con un 3-0 o 4-0. Hoy cuando entré en la cancha sabía que tenía que estar ahí, mantener mi servicio y hacer que el encuentro no fuera rápido. Parece que la táctica ha funcionado. Cuando realmente me entrego al partido, siento que empiezo a ver todo más claro, sé dónde tengo que jugar".
"Suelo ser una jugadora muy segura, no importa si a veces hago un mal resultado. Sé que si estoy concentrada, si realmente estoy allí y quiero conseguirlo, lo lograré. Puede que al principio le tuviera demasiado respeto. Recuerdo verla jugar desde que tenía 14-15 años, no la enfrentaba como una jugadora normal", confesó la ex número 8 del mundo, que accedió por primera ocasión hacia semifinales en el prestigioso WTA 1000.
Por último, la próxima rival de la estadounidense Coco Gauff (3ª), verduga de la rusa Mirra Andreeva (7ª), concluyó: "La vi en directo en el Abierto de China 2017, donde llegó a la final. Aquel día mi padre me dijo: ‘Necesitas aprender mucho de ella, su derecha, su revés’. Ese tipo de respeto me costó un tiempo para tratarla como a una jugadora normal, así que hoy estoy feliz de haber mantenido la calma y hacer lo que tenía que hacer".
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