Estas dos eliminatorias se disputarán en superficie de tierra batida, el mejor elemento en el que se desenvuelven sus respectivos jugadores, y en estadios con una capacidad similar rondando a los ocho mil espectadores. El aliciente de los dos duelos, de claro signo local, es que en caso de victoria podría producirse una confrontación hispano-argentina en semifinales, y en territorio español.

Para el primer enfrentamiento de la historia contra Croacia, España repite en esta ocasión la misma formación que se impuso a Bélgica en Sevilla por un contundente 5-0. También Jordi Arrese continúa al frente como capitán.

Contar con un formidable equipo formado por Carlos Moyá, Juan Carlos Ferrero, Albert Costa, y Alex Corretja, con tres de ellos entre los diez mejores del mundo, y disputarse en tierra, supone para Arrese una excepcional garantía, de tal forma que todo está a favor para que, si no por el mismo resultado obtenido contra los belgas, el conjunto español consiga imponerse de forma contundente.

Croacia no podrá disponer del veterano ex campeón de Wimbledon Goran Ivanisevic, que aparte de sus última lesión en la rodilla durante el torneo de Dubai, quedó fuera de combate al cortarse recientemente un talón con una concha mientras paseaba por una playa en Miami. Aunque el de Split deseaba acudir aunque solo fuera como espectador, los médicos le han aconsejado descanso para recuperarse lo más pronto posible.

Frente a la solidez española, el técnico croata Nikola Pilic opondrá juventud, con Ivan Lujbicic (24 años), Mario Ancic (19), Lovro Zovko (22) y Mario Radic (20), pero la baja de Goran, que iba a hacer pareja con Lujbicic en el doble, se notará, ya que en seis eliminatorias estaban invictos.

En el Club Atlético River Plate de Buenos Aires, ocho mil aficionados gritarán y animarán a Argentina para recibir al actual defensor del título, Rusia, con un encendido ánimo de venganza.

Será la tercera confrontación entre ambos equipos y Argentina aún busca su primera victoria, pero además el duelo es una repetición de la semifinal del pasado año en Moscú, donde se vivieron momentos épicos que han quedado inscritos en la historia de esta competición.

En aquella ocasión, sobre moqueta y en pista cubierta, Rusia se adelantó al ganar los dos primeros individuales pero Argentina fue capaz en un partido de dobles memorable, de apuntarse el triunfo al vencer Arnold y Nalbandian a Kafelnikov y Safin, por 19-17 en el quinto set, después de seis horas y 20 minutos, en el partido más largo de Copa Davis desde que se introdujo el desempate en 1989.

Safin y Nalbandian volvieron a la pista al día siguiente y el ruso criado en Valencia logró el punto definitivo que colocó a su país en la final.

Un año después, la historia vuelve a repetirse, pero ahora en tierra, donde la ventaja es para Argentina que no puede dejar escapar la ocasión para presentarse de nuevo en semifinales.

El Zenith Stadium de Toulouse será el escenario del undécimo enfrentamiento entre Francia y Suiza, con ventaja de 9-1 para el equipo francés que dirige Guy Forget.

La única victoria suiza se produjo en 1992 cuando el conjunto helvético se impuso a domicilio y también en cuartos de final, por 3-2. Tanto Forget, como el ahora capitán suizo Marc Rosset actuaron como jugadores en aquella contienda, histórica para Suiza, que aquel año logró por primera vez la final.

Esta eliminatoria y la que enfrenta a Suecia contra Australia se disputará en pista cubierta y superficie dura, dos características de las que el equipo sueco espera sacar provecho en Malmoe contra los "aussies".

El duelo entre nórdicos y australianos es un auténtico choque entre dos de los equipos que más éxitos han logrado en esta competición. Será el noveno entre ellos con ventaja de Australia por 6-2.

Australia contará con el número uno del mundo, Lleyton Hewitt, ya recuperado de la intoxicación alimenticia que le impidió rendir al máximo contra Francisco Clavet en Cayo Vizcaíno y le hará falta, porque la ventaja es para el conjunto local, que en el Baltiska Hallen, un recinto reducido, con capacidad para 3.800 espectadores recibirá el apoyo incondicional de un público conocido por su entrega en Copa Davis.