El ex número uno del mundo desistió de participar de la Copa AT&T, que reparte 380.000 dólares en premios, debido a una contractura en el aductor izquierdo que lo obligará a estar parado al menos una semana.

El tenista chileno debía enfrentar el martes al brasileño Gustavo Kuerten, otro ex número uno, en uno de los encuentros más esperados del torneo.

"Guga", quien goza de gran popularidad entre los simpatizantes argentinos, venció a última hora a 62 y 6-4 al peruano Iván Miranda en el court central de polvo de ladrillo del Buenos Aires Lawn Tenis.

En tanto, el también chileno Nicolás Massú, defensor del título, cayó 6-4, 2-6, 6-3 ante el argentino Agustín Calleri, su rival en la final del año pasado.

Massú reconoció que "no estoy en mi mejor nivel. Me falta tenis y preparación física para volver a mi mejor nivel".

Más tarde, el español Carlos Moya revalidó su condición de máximo favorito para llevarse el torneo al superar 6-3, 6-3 a su compatriota David Ferrer, considerado una de las grandes promesas del tenis ibérico.

"Hoy fue un día en el que las cosas me salieron bien ante un rival muy duro que va a dar que hablar en el futuro", dijo Moyá, actualmente cuarto del ránking mundial y que llegó a Buenos Aires para buscar la mejor forma que le permita recuperar el primer puesto del top ten.

Moya enfrentará en octavos al argentino Edgardo Massa.

Por su parte, el tenista ibérico David Sánchez, que el domingo obtuvo el torneo chileno de Viña del Mar, perdió en su debut ante el chileno Fernando González 7-6, (7-3), 6-3.

El ecuatoriano Nicolás Lapentti, 33 en el ránking, superó sin problemas, sobre todo en el segundo parcial, al italiano Andrea Gaudenzi por 6-4, 6-1.

En el duelo nocturno de argentinos, Gastón Gaudio eliminó en la primera ronda al cordobés Mariano Puerta por 6-4 y 6-2 en casi una hora y veinte minutos de un aceptable partido de tenis donde el ganador mostró su jerarquía y mejor posición en el ranking internacional -esta semana apareció por primera vez entre los veinte mejores-, para golpear en los momentos justos y arreglarse con un par de quiebres por set.