Gambill, cuarto favorito, abrió y cerró el partido con sendos saques directos, y necesitó únicamente una hora y media para sellar su victoria y lograr el tercer título de su carrera. Fish, que disputaba su primera final en el circuito, notó en exceso esta falta de experiencia. Durante la semana había ganado 36 juegos con su servicio pero en este momento clave falló con su saque, que perdió en el primer set tres veces consecutivas.

Fish reaccionó en la segunda manga, e incluso llegó a dominar 3-0 en el desempate, pero Gambill mostró una gran sobriedad en ese instante para nivelar y luego apuntarse la victoria.