Conor McGregor se adjudicó la victoria sobre Nate Diaz por decisión mayoritaria en el evento estelar del UFC 202 en la T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, el sábado pasado.
Sin embargo, no es lo único que tiene que celebrar el irlandés, pues tras salir airoso de la batalla que fue calificada como “la mayor revancha de la historia”, el gladiador se embolsó un total de 2.7 millones de euros (más de tres millones de dólares), según datos del ‘The Nevada State Athletic Comission’.
Por otra parte, existe la posibilidad de que el luchador no vuelva a una jaula sino hasta 2017, pues enfrenta una potencial suspensión médica hasta febrero del próximo año.
‘MMAFighting’ publicó las suspensiones médicas anunciadas por la Comisión Atlética del Estado de Nevada para los peleadores que participaron en el UFC 202: “Conor McGregor debe recibir el alta médica de un ortopedista por una fractura de pie-tobillo o no competirá si no hasta 02-17-17; suspensión mínima hasta 10-20 y sin contacto hasta 10-05”.
Tras la contienda, en la que aparentemente McGregor no era el más lastimado, tuvo palabras de elogio hacia su rival: “Su rostro estaba cubierto de sangre y él seguía peleando, seguía avanzando. Hay que respetar eso. Hay que respetar a Nate Diaz y a su manera de pelear. Yo gané esta batalla. Nos rearmaremos, cada uno irá por su camino y nos volveremos a ver para otra batalla. Y entonces volveremos a empezar”.
Por ahora el presidente de la UFC, Dana White, descarta una tercera pelea entre estos titanes: “No haremos esto por tercera vez, no ahora mismo. Conor McGregor defenderá su título (de peso pluma)”, declaró el sábado después del evento; sin embargo, el lunes en entrevista con el sitio TZM comentó que McGregor tiene dos alternativas: o vuelve a peso pluma (145 libras o 65 kg) para defender el campeonato frente a José Aldo, o lucha contra Eddie Álvarez por el título de los ligeros. Aunque todo esto estará sujeto al alta médica que reciba el irlandés.