MANCHESTER -- Michael Bisping y la ciudad de Manchester se escribieron una larga carta de amor durante la semana pasada.
“El apoyo que me han mostrado alimenta mi corazón cada día”, dijo Bisping en la entrevista posterior a su pelea del sábado en el octágono de la Manchester Arena. Había asegurado una victoria por dramática decisión unánime sobre Dan Henderson y aseguró su primera defensa exitosa del título de Peso Medio en el combate estelar del UFC 204.
“Gracias a todos, desde el fondo de mi corazón. Vamos, Manchester”.
El peleador de 37 años, quien creció en el pueblo de Clitheroe, quedó con el rostro del ‘Hombre Elefante’ por cortesía de algunas ‘Bombas-H’ que le tiró Henderson. El ahora retirado peleador derribó a Bisping en dos ocasiones, una en cada uno de los dos primeros rounds, pero no logró acabar con él.
De alguna manera, el inglés encontró la manera en ambas ocasiones para levantarse y sobrevivir. La multitud de 21,000 espectadores animándolo deben tomar crédito en ello.
Cada vez que Bisping cayó en el octágono, los fanáticos británicos lo urgían a ponerse en pie. Cantaron canciones favoritas como ‘Levántate si amas a Bisping’ o ‘Caminando en la maravillosa tierra de Bisping’.
El campeón de Peso Medio estuvo en serio riesgo de correr la misma suerte que en su primera pelea contra Henderson, en el UFC 100, en 2009. Bisping había evitado ver por siete años, hasta antes de comenzar la preparación para su reencuentro con Henderson, el brutal nocaut.
“Este hombre me noqueó y me dejó frío. Frío. El peor nocaut en la historia de UFC”, dijo Bisping, al tiempo que le presentó sus respetos a Henderson, quien confirmó que, ciertamente, fue su última pelea. “Vean mi cara, saben lo que este hombre puede hacerte”.
Henderson puede enviarte al hospital y eso es precisamente lo que hizo con Bisping, quien no se presentó a la conferencia posterior al combate para que un doctor le atendiera las heridas que le quedaron en el rostro.
Por otro lado, Henderson fue aplaudido al entrar y salir de la conferencia de prensa, por todos los reporteros presentes.
“Gracias, aprecio esto”, dijo con la misma humildad que lo ha hecho una de las figuras más respetadas y queridas en el mundo de las Artes Marciales Mixtas. Una última pregunta, cambió su idea a propósito del retiro?
“No, no”, comentó Henderson con una sonrisa. “Desafortunadamente, fue la última y tendrá que ser una ‘D’ en mi récord. Pero lo dejé todo ahí, siento que lo hice todo, hice todo lo que era necesario para ganar la pelea. Desafortunadamente, nadie lo vio así”.
Ése fue también el tema de su conversación con Dana White dentro del octágono después de la pelea.
“Me dijo que fue una pelea increíble”, comentó.
Por primera vez en cinco años, Henderson tuvo que ir a un cuarto round y probablemente con suerte para él, fue capaz de recuperar el aliento cuando el réferi Yves Lavigne le dio un tiempo fuera. Después apareció como galvanizado para una batalla final.
“Ésta es tú vida entera”, le gritó su entrenador, peleando por ser escuchado entre una multitud de 21,000 personas que gritaban y que no mostraban señas de cansancio a pesar de que el reloj marcaba más allá de las 05:30 horas, tiempo local, cuando todo estaba hecho y dicho.
“Quieres ese cinturón?, vamos por él, es la última vez”. En el quinto round, Henderson salió buscando una última ‘Bomba-H’ que le diera un final de cuento para un gran carrera en UFC a la edad de 46 años.
“Pienso que gané los dos primeros rounds, él ganó el tercero y el cuarto. Quería estar seguro de salir a ganar el quinto, siento que lo hice, acerté golpes muy buenos, no sentí dolor durante la pelea, excepto en una patada que me lastimó un poco. Obviamente, mirándolo, sintió algunos de los golpes que le di”, agregó Henderson.
“Antes de esta pelea, sentía que había hecho lo suficiente en este deporte y estaba satisfecho con eso. Obviamente, había una cosa más que quería hacer y en verdad trabajé duro y pensé que estaba listo para lograrlo. Sí, me siento un poco frustrado con el sentimiento de que lo hice y no obtuve el reconocimiento por ello. Es lo que hay y no hay forma de cambiarlo, tendré que vivir con ello”, comentó.
Inicialmente, la arena abucheó el nombre de Henderson en las presentaciones, pero, después de la pelea, fue coreado por prácticamente toda la multitud que acudió a la Manchester Arena.
“Démosle el crédito a Dan Henderson”, dijo Bisping a la multitud que respondió con un coro unánime a la voz de: “¡Hendo, Hendo!”.
“Me pateó el trasero, buen trabajo, Dan. Es una leyenda y merece todo el respeto”.
Henderson terminó con récord de 32-15 y su legado es uno de los más grandes entre los peleadores de las Artes Marciales Mixtas.