Ronda Rousey ha estado relativamente tranquila desde su devastadora derrota ante Amanda Nunes en el UFC 207, el mes pasado, pero la peleadora resurgió por las causas en las que cree.
Después de que el Presidente Donald Trump firmó el martes la orden ejecutiva para aprobar los oleoductos Keystone XL y Dakota, Rousey comenzó a postear varias historias relacionadas en su cuenta de Facebook. Mientras mucha gente expresó su molestia contra la decisión de Trump, parecía que Rousey se comprometía aún más con la lucha.
La ex campeona de la UFC fue a Standing Rock, en Dakota del Norte, para unirse a los protestantes y entregar provisiones.
Acompañada por su amiga, la judoca que se convirtió en peleadora amateur de Artes Marciales Mixtas, Pauline Macías, entregó frutas, vegetales, tiendas de campaña, estufas que funcionan con madera y otros artículos, de acuerdo con TMZ. Ronda, quien tiene lazos familiares que la unen con Dakota del Norte, no posteó nada sobre su visita, pero otros sí lo hicieron.
En Instagram, Macías agradeció a Rousey por incluirla en lo que llamó “uno de los mejores viajes en la vida” y una “experiencia increíble”.