Con decisiones económicas importantes a la vista de la organización de los Celtics y más opciones en la posición, el tiempo del dominicano en la franquicia de Boston puede estar llegando a su fin.
Por décima ocasión consecutiva, Boston Celtics iniciará el camino en la postemporada buscando su tan codiciado título número 18, el cual les ha evadido tras varias desilusiones en esta etapa, especialmente durante la temporada 2021-22, donde se les presentó una gran oportunidad pero cayeron derrotados frente a Golden State Warriors. Dentro del conjunto hay alguien que pudiese estar en medio de su última temporada con el equipo y en general, una de las últimas campañas de su carrera, Al Horford.
El centro dominicano jugó su temporada regular número 17 en la NBA, pero esta tuvo una particularidad importante, por primera vez en su carrera, Horford jugó principalmente viniendo desde la banca, iniciando en apenas 33 de los 65 juegos que disputó en la campaña. A pesar de que el equipo le ofreció una extensión contractual que cubre hasta la temporada 2024-25, los Celtics se han hecho de varias opciones mucho más jóvenes y productivas en la posición y con una nómina que se estima que sobrepasará los 192 millones de dólares, hay altas probabilidades de que Boston trate de recortar en algunas áreas.
Horford está proyectado a ganar 9.5 millones de dólares la campaña próxima y tomando en cuenta que los Celtics aún deben sortear el compromiso económico de mantener a sus principales estrellas dentro del equipo, mover algunas piezas no escapa del reino de lo posible. Es por ello que esta postemporada pudiese ser la última oportunidad que tendrá Al Horford para acercarse al anillo de campeón que tanto le ha eludido en su carrera.
El quisqueyano ha estado cerca de un campeonato en múltiples ocasiones. En catorce viajes a la postemproada, ha terminado perdiendo cinco Finales de Conferencia y una Serie Final, pero nunca había jugado con un equipo que, al menos en el este, se viera tan dominante y superior a sus contrincantes, por eso ocupan de manera cómoda el puesto de favoritos para llevárselo todo. Con un núcleo sumamente hambriento y roles definidos, así como rivales que ene el papel se ven considerablemente más débiles, parecería que un viaje a la final está, cuando menos, cerca de las manos de Boston y Al Horford.
En un año en que vio su rol disminuir dentro de la cancha y tuvo números por debajo de sus promedios de carrera, resulta evidente que Horford está jugando contra el reloj de su carrera y aunque sus aportes siguen estando presentes para los Celtics, asegurar que tendrá una nueva oportunidad como la actual de coronarse campeón o que la misma llegará como parte de este conjunto, es arriesgado.