Mientras el país está pendiente de la carrera hacia la Casa Blanca entre Hilary Clinton y Donald Trump, atento a los debates televisados de ambos candidatos y al reguero de vídeos, titulares y memes en las redes sociales, hay otra realidad paralela –con bifurcaciones- llamada NBA.
Los campamentos de verano ya están en marcha y todos se preparan para una temporada llena de motivaciones e interrogantes aunque apegados a lo que sucede lejos de la duela. Esas bifurcaciones se cruzan con la realidad social del país, algo que está sucediendo demasiado en los últimos meses.
No es para menos cuando hay personas que tienen la suerte de impactar en una masa que les adora. En el mundo del deporte el caso del jugador de la NFL, Colin Kaepernick, y su manera de plantarse ante el himno para salir en defensa de la comunidad afroamericana estadunidense ante los recientes casos de violencia policial es uno de los ejemplos. Jugadores como Carmelo Anthony, Chris Paul, Dwane Wade o LeBron James también tomaron partido de forma individual y otras franquicias protestaron en grupo, entre ellas la de San Antonio Spurs.
Este martes, Trump compareció en San Antonio, Texas, y afirmó que su objetivo es el de gobernar el país de la misma manera que la gerencia de los Spurs manejan al equipo. El candidato republicano se embarró hasta el cuello. Resulta que la política de la franquicia es diametralmente opuesta a la que propone en su programa el magnate estadunidense, quien además es contrario a la inmigración, la mexicana concretamente.
Los Spurs son una de las organizaciones más comprometidas con la comunidad hispana, véase el ejemplo de Sebastián de la Cruz. Durante las Finales de 2013 ante Miami Heat, el pequeño mexicano-estadunidense de 11 años de edad fue el encargado de entonar el himno de Estados Unidos en el AT&T Center durante el Juego 3. Las críticas no tardaron en aparecer y se creó una controversia inaudita. Gregg Popovich no tardó en defender al chico señalando de idiotas e ignorantes a los que crearon la polémica.
Además los Spurs siempre se han caracterizado por ser una de las franquicias con más jugadores internacionales de la NBA. Por cierto, que las últimas declaraciones de carácter machista del candidato republicano no concuerdan demasiado con el rol que tiene Becky Hammon, la primera mujer asistente de un coach de la historia de la NBA. Los comentarios de Pop sobre la violencia racista, los esfuerzos públicos de la organización por apoyar los derechos de la comunidad gay, lesbiana y transexual… son tantos los ejemplos…
SPURS, DE LO SOCIAL A LA DUELA
En este contexto, el propio Popovich defendió la causa de Kaepernick poco antes de que comenzara un campamento marcado por la sensibilidad social, por la falta de Tim Duncan, la llegada de Pau Gasol al equipo, la permanencia de Manu Ginobili, la apuesta por el talento joven llegado de Argentina con Patricio Garino y Nicolás Laprovittola (en periodo de prueba durante la pretemporada), el nuevo rol que está teniendo Tony Parker, sobre el que no recaerá tanta responsabilidad sobre la duela y que ya se está amoldando a ser más vocal desde la banca.
Los Spurs llevan tres partidos de pretemporada de los que vencieron dos, el jugado ante Detroit Pistons el lunes y frente a Atlanta Hawks el sábado. Ante Phoenix Suns cayeron en la primera prueba. Justo después del encuentro ante los Pistons, se confirmó que fue Popovich el encargado de convencer a Boban Marjanovic para que partiera al conjunto de Michigan. El serbio no quería marcharse y el coach se vio obligado a hablar con él.
“Es un buen chico, en un momento dado le tuve hacer ver que 21 millones de dólares son muy diferentes a tres millones. Le dije, ‘Mueve tu culo fuera de aquí. Vete. Debes hacerlo’. Pero se sintió mal. Sabíamos que ya se marcharía. Le pasa a todos los equipos. Pierdes a un jugador porque tienes que pagar a otros y no les puedes dar todo a ellos”, agregó.
De lo que hay muchas ganas en San Antonio es de ver en acción a Gasol y LaMarcus Aldridge juntos. El español está llamado a ocupar el puesto de Tim Duncan en el quinteto titular y en su primer encuentro ante los Hawks, anotó cinco puntos y erró 3-de-4 tiros de campo. Ya frente a los Pistons los números ofensivos se asemejaron más a lo que nos tiene acostumbrados: 11 unidades con 3-de-8 en tiros de campo. El vencedor de la medalla de bronce con España en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro se encuentra en una tesitura muy parecida a que vivió Aldridge el año pasado, cuando recaló en los Spurs. Sin embargo, hay dos diferencias sustanciales: el español no venía de ser jugador franquicia en Chicago (el estadounidense lo era en Portland Trail Blazers) y está muy acostumbrado a cambiar de equipo y sistemas, algo que le costó más trabajo a su compañero.
El panorama de los Spurs en esta temporada de locura en la Conferencia Oeste es atractivo, aunque habrá que esperar a noviembre para ver cómo se irán configurando las opciones reales de una franquicia acostumbrada al éxito. Será el mes de las elecciones generales en EEUU, el momento en que gane la forma de hacer las cosas de los Spurs o la contraria.