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Marcus Smart siempre estará ahí para los niños

Marcus Smart ha dedicado tiempo de su joven carrera para ayudar a los niños en el Children Hospital. Darren McCollester/Getty Images for Boston Children's Hospital

Marcus Smart tiene un trabajo que a menudo le obliga a enfrentar jugadores cuatro pulgadas más altos y 40 libras más pesados. Después de que sus Boston Celtics jugaran seis partidos en nueve noches, estaba cansado y adolorido.

Pero en la medida que terminaba sus ejercicios de tiro, se ponía en el estado de ánimo adecuado para un evento de caridad que estaba organizando en el centro de práctica del equipo para los pacientes del Children Hospital y sus familias.
El plan: un videojuego extravaganza para los pacientes, que quedaron atónitos al encontrar consolas Xbox y PlayStation instaladas alrededor de la cancha. Pronto Smart se estaba alimentando de la energía de los radiantes niños, mientras que ellos disfrutaban de un divertido respiro de las agujas, la quimioterapia y la fatiga de estar enfermo crónicamente. Por unas horas al menos, las cosas eran un poco divertidas.

La tarde estaba terminando, y Smart estaba satisfecho de que su día de trabajo estuviera completo hasta que, mientras todo el mundo estaba recogiendo, fue abordado por el hermano de un paciente llamado Damone.

Damone, de 16 años de edad y el mayor admirador de Marcus Smart, fue hospitalizado con linfoma y estaba devastado por perderse este día debido a que estaba demasiado enfermo para salir del hospital.

Smart miró su reloj. Había sido un día largo, pero ¿qué era una hora más? Manejó hasta el Children Hospital para conocer a Damone, quien, según explicó su familia, había estado desanimado y no había salido de su cama durante semanas. Damone había sido sometido a un trasplante de médula ósea, y su pronóstico era grave. Había perdido la esperanza, dirigiéndose a su familia con monosílabos.

"Estaba realmente luchando, realmente deprimido", dijo Smart. "No hablaría con nadie".

Pero cuando Smart entró a su habitación, Damone cobró vida. Por primera vez en semanas, se sentó. Dijo las estadísticas de Smart en su secundaria de Flower Mound, en Texas, e incluso recitó los nombres y edades de los hermanos de Smart.

Uno de esos hermanos, Todd Westbrook, un ex jugador estrella del distrito de Lancaster, Texas, fue diagnosticado con cáncer a los 15 años. Luchó contra su enfermedad durante casi dos décadas y murió a los 33 años, dejando atrás a un hermano menor. Smart dice que la resistencia de Todd se ha mantenido como una fuerza que le impulsa en su propia búsqueda de convertirse en una estrella de la NBA.

Tal vez la muerte del hermano de Smart de cáncer es lo que lo movió a llegar a Damone. Tal vez por eso los dos pudieron hablar tan fácilmente y con tanta franqueza.

"No sé cómo describirlo", indicó Smart. "¿Sabes cuándo tienes una conexión especial con alguien que no puedes explicar? Este pequeño hombre lo hizo para mí".

Smart visitó a Damone durante casi media hora. Habló con él sobre baloncesto y su enfermedad. Conversaron acerca de Todd Westbrook y su coraje para enfrentarse a su enfermedad. Damone se aferró a cada palabra.

"Fue la primera vez que los médicos y sus padres habían visto alguna reacción positiva de él en mucho tiempo", señaló Smart.

Al día siguiente, el viernes 22 de enero, Smart y los Celtics fueron anfitriones de los Chicago Bulls. Smart arregló que le fuera enviada pizza al cuarto de Damone en el hospital, mientras miraba el juego con sus padres. Smart escribió el nombre de Damone en sus zapatos y le dedicó el juego, que los Celtics ganaron 110-101.

Después del partido, Smart hizo un gesto a Heather Walker, directora senior de relaciones públicas de los Celtics, y le dio sus zapatillas.

"Asegúrate de que Damone las reciba", le dijo a ella.

Walker llamó al Children Hospital a la mañana siguiente para hacer los arreglos para que los zapatos fueran entregados. Lo que descubrió le quitó el aliento: en algún momento de la noche, después de la fiesta de la pizza y la victoria de los Celtics, Damone había fallecido.

La noticia dejó a Smart llorando como un niño pequeño. Casi un año más tarde, la mención del nombre de Damone todavía le provoca luchar contra las lágrimas.
"Pienso mucho en él", dice Smart. "Ojalá pudiera haber hecho más".

La muerte de Damone ha dejado a Smart más decidido sobre la comprensión del cáncer pediátrico y sus desafíos únicos. Los médicos del Children Hospital le permitieron visitar su centro de investigación sobre células madre, donde Smart aprendió que neurólogos han desarrollado una prueba de bajo costo para detectar tumores, una alternativa bienvenida a los costosos escáneres de CT que a menudo son difíciles para las familias. Smart se sintió fascinado al descubrir que hay un modelo tridimensional del cerebro en el cual los médicos practican antes de que realmente operen a sus jóvenes pacientes.

Nada de eso puede traer de vuelta a su hermano Todd o a su amigo Damone, pero habrá más niños como ellos, y Smart promete estar allí para ellos.

"Lo único que saco de aquello, es que esa única noche pude hacer que Damone riera, que sonriera", enfatizó Smart. "Creo que eso es todo lo que quería: tener un momento más como niño. Agradezco a Dios que tuve la oportunidad de darle eso".