CIUDAD DE MÉXICO -- Devin Booker llegó a la Ciudad de México con una maleta cargada del sueño de conocer la tierra de sus ancestros. Tres días después, la estrella de los Phoenix Suns regresa a casa con la admiración de la afición mexicana como equipaje.
Cuando parecía que los Suns estaban sentenciados a irse con las manos vacías de su estancia en la Ciudad de México, le arrebataron una dramática victoria a nada menos que los poderosos y orgullosos San Antonio Spurs con pizarra de 108-105.
"Estoy muy orgulloso del equipo. Nos levantamos de la derrota de hace dos noches para superar a uno de los mejores equipos de la liga. Es una gran sensación", aceptó Booker, quien la noche del sábado volvió a ser el mejor anotador del partido, con 39 puntos.
La cifra, es la misma que obtuvo dos noches antes contra los Dallas Mavericks. "La gran diferencia es que ahora esos puntos ayudaron para llevarnos la victoria", agregó Booker.
Lo realizado por Devin, quien es hijo de Verónica Gutiérrez, una mujer con sangre mexicana, es que ahora lo realizó enfrentando la marca de Kawhi Leonard, uno de los mejores jugadores defensivos de la liga.
-¿Sería entones apropiado que consideres jugar siempre en la Ciudad de México?- se le propuso a Booker.
- Me gusta pensar que México es una ciudad que me inspira y no puedo negar que nos gustaría jugar siempre a este nivel- respondió juguetonamente el egresado de la universidad de Kentucky.
SPURS PRESENTA ARMAS
Durante tres periodos y medio los San Antonio Spurs parecieron tener todo a su favor.
Presentaron a su poderoso roster encabezado por los históricos Manu Ginobili, Tony Parker, Pau Gasol, completado con Leonard y LaMarcus Aldridge.
Incluso parecían también contar con la empatía de la afición, la cual brindó sonoras ovaciones a los veteranos del equipo cuando fueron presentados.
Sin embargo, al plan "victoria en la CMDX" le faltó un ingrediente básico: ejecución efectiva.
"Fue un juego muy pobre el nuestro. Desde el arranque estuvimos muy estáticos. Erramos muchos pases y no conectados tampoco la labor defensiva. Una calamidad", aceptó Ginóbili.
Esto fue aprovechado por los Suns, que lejos de conformarse con el papel de víctimas, se esforzaron por mantener el juego con un marcador a su alcance, sabedores de que a los Spurs tarde o temprano les pesaría la altura de la capital mexicana (dos mil 200 metros sobre el nivel del mar).
Así, el primer periodo terminó empatado a 25 unidades y el llegaron al medio tiempo abajo por sólo siete (58-51).
Incluso aguantaron el vendaval de Leonard en el tercer período, cuando el número 2 de las espuelas se despachó con 12 tantos.
Como una señal que presagiaba lo que sería el resultado, la última jugada del tercer periodo fue un triple acertado por PJ Tucker, el cual cerró la pizarra a 85-80 todavía en favor de los texanos, pero fue un empujón anímico para Phoenix.
'BLACK HOLE' EN LA CDMX
Previo al encuentro de este sábado, los Suns estuvieron dos veces a punto de vencer a los Spurs. Ambas ocasiones llegaron al último periodo con ventaja en el marcador, pero hallaron la forma de perder.
"Ahora les pedí que se aplicaran a la defensiva. Que no les dieran tiros fáciles", relató Earl Watson, coach de los Suns."Queríamos mostrarnos que éramos capaces de cerrar a nuestro favor un partido de este tipo".
Y entonces se abrió un hoyo negro para la ofensiva de los Spurs, que sumaron únicamente un punto durante siete minutos y medio del último periodo, mientras los Suns elaboraban 14 tantos en ese espacio.
De hecho, la primera canasta de San Antonio se dio hasta que restaban 6:24 por jugar en el encuentro, pero ya estaban abajo en la pizarra.
"Una calamidad. Creo que fue el momento en que más echamos de menos la ausencia de Patty Mills, pero no es excusa. Cometimos errores tremendos", dijo sobre ese momento Ginóbili.
"A diferencia de las dos derrotas que tuvimos antes con Spurs, ahora los detuvimos en los momentos importantes. La defensiva marcó definitivamente la diferencia", agregó Booker.
Cuando el tiempo de juego expiró, ya la muchedumbre estaba totalmente del lado de los Suns, a quienes les reconocieron el triunfo tal y como lo hacen sus fans en Phoenix.
¿Cuál fue la clave de la victoria? En un alto porcentaje lo fue Booker, otro tanto la defensiva de los Suns o quizás simplemente se distrajeron los Spurs, contagiados de la algarabía que al medio tiempo provocaron los mariachis cantando Las Mañanitas por los 25 años de partidos de la NBA en México.