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Mardi Gras y All Star van de la mano en New Orleans

NEW ORLEANS-- Dos tribus urbanas conviven en New Orleans con toda naturalidad. Ni se molestan entre ellas, ni tienen otra alternativa más que la de entenderse. La ciudad de Luisiana está completamente sitiada por los asistentes a dos festividades dispares que van de la mano. Por un lado, los invitados de honor al Juego de las Estrellas, sus participantes, familiares y los aficionados dispuestos a disfrutar de la gala de la NBA; por el otro, aquellos que optan por dar el pistoletazo de salida al Mardi Gras unos días antes del desfile carnavalesco por antonomasia en Estados Unidos.

La fauna y flora en la ciudad del jazz es abundante.

La noche cayó este jueves con ambos grupos tomando posiciones. Los restaurantes más codiciados tenían filas de comensales esperando por una mesa, la música sonaba en cada esquina y un trajín de taxis y peatones llenaron todas las calles del Barrio Francés.

De repente, en una esquina de Canal Street, Gary Payton salió de una tienda de alimentación con una bolsa en la mano. Rápidamente fue reconocido por locales, chicos que hacían publicidad del Juego de las Estrellas y turistas que se preparaban para el Mardi Gras.

Payton atendió con humor y buena disposición las peticiones para hacerse fotos con los fans que le reconocieron, e incluso alucinó cuando un tipo se le acercó con una enorme cerveza.

"¿Estás bien?", bromeó el exjugador de los Seattle Supersonics durante gran parte de su carrera.

La escena ejemplificó la fusión de dos acontecimientos que tienen el mismo objetivo: pasarlo bien.

Los hoteles en los que se hospedan jugadores y personalidades de la NBA se encuentran a escasos metros de distancia de las calles más transitadas, de los bares de moda y los restaurantes.

Mientras se camina, se puede diferenciar a la gente de las dos tribus. Por un lado, la clase alta el Juego de las Estrellas muestra con sus vestimentas la condición de pudientes. Zapatos de moda, chaquetas relucientes, peinados a la última... se les percibe rápido.

Los hay que caminan con los ojos abiertos como platos y mirando de un lado a otro, en ocasiones con la mochila a su espalda. Suelen ser turistas que no sabían lo que les esperaba o meros aficionados al basquetbol más recatados o una mezcla de ambos en estado de shock por estar recién llegados. Muchos de esos tienen una cara de periodistas que no pueden con ella...

Y por último, encontramos a los que tienen entre ceja y ceja el dejarse llevar por la música en directo, el bourbon y hacerse con una de esas cervezas gigantescas que tanto sorprendieron a Payton. Si además comienzan a recolectar collares de colores, mejor. Esas alhajas de plástico son de lo más codiciadas en tiempos de carnaval. También hay algún periodista por este lado del jardín.

Aunque para codiciados los verdaderos protagonistas del Juego de las Estrellas: los jugadores. Los más jóvenes como Kristaps Porzingis y Willy Hernangómez de dedicaron a atender a los medios justo un día antes de que se dispute el partido del 'Rising Stars' entre los novatos y jugadores de primero y segundo año de EEUU frente a los del resto del mundo. Las estrellas como Kevin Durant, Stephen Curry, James Harden, LeBron James, Isaiah Thomas, Russell Westbrook... también comenzaron a llegar el jueves ya que durante la mañana del viernes comparecerán ante los medios de comunicación.

Y así, todos conviven en New Orleans con ganas de pasar un buen fin de semana. Y es que de lo que no hay duda es que está mezcla de Juego de las Estrellas y Mardi Gras le está viniendo de maravilla a la hostelería. Los precios de los hoteles son desorbitados y a coste de resortes, muchos se tienen que conformar con los servicios mínimos (y dando gracias). Lo normal es que las habitaciones por noche no bajen de los $500 en la zona más concurrida de la ciudad. Eso para los afortunados, porque el lleno es casi absoluto.

Así que todos contentos, los que tienen para gastar, los que llenan sus arcas y los que ni se tienen que preocupar por aspectos económicos. Al final, este fin de semana, todos salen ganando.