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Gonzalo Aguirregomezcorta | ESPN Digital 7y

Primera clavada a los 16 años, ahora es campeón del concurso

NUEVA ORLEANS — La victoria del alero de Indiana Pacers, Glenn Robinson III, en el concurso de clavadas Verizon Slam Dunk fue totalmente inesperada. Aaron Gordon apuntaba maneras después de no poder superar a Zach LaVine en la edición de 2016 y DeAndre Jordan llegaba como el participante más alto de la historia junto a Dwight Howard en 2018 (6´11´´).

El vencedor no se lo creía.

Robinson III nunca fue un gran especialista en clavadas, de hecho, no pudo conseguir la primera hasta que tuvo 16 años, una edad tardía para un jugador que tan solo ocho años después logró ganar el concurso de mates.

“No logré una clavada hasta mi segundo año de high school y ni siquiera una década después vencí el concurso de mates. De hecho, antes de llegar aquí nunca había practicado ningún truco. No tuve tiempo. Me concentré en jugar, en ser titular y jugar lo mejor que pude. Cuando me dieron esta oportunidad, me llevó una semana inventar algunas cosas que nadie había visto nunca. Fue difícil”, aseguró.

Y de esa dificultad le salieron algunas perlas que le erigieron como el vencedor. Primero salvó la altura de dos varones en pie uno sobre el otro para clavar a una mano y casi de espaldas. Los jueces le otorgaron una puntuación perfecta. Los errores consecutivos de Gordon con el dron le llevaron a la segunda ronda por los pelos. La tecnología no funcionó en esta ocasión y las clavadas a la vieja usanza fueron protagonistas. Ya en la segunda ronda Gordon cayó eliminado a las primeras de cambio.

Jordan también se quedó corto y destacó el alley-oop tocando la pelota con el borde del cristal que Derek Jones Jr. clavó sin problemas para llevarse un puntuación perfecta de 50 puntos. Robinson le siguió con un salto en el que giró 360 grados en el aire para meter la bola con los ojos tapados. La final estaba servida, sin embargo solo podía haber un ganador: Robinson, quien saltó por encima de Paul George, la mascota y una porrista para hacerse con el trofeo.

“Tenía previsto que sólo fuera Paul George. Sabía que debía traer algo especial así que incluí a la mascota y la animadora. Solamente quería saltar y lograr esa clavada. Mi adrenalina estaba a tope. Sólo miré al aro. Lo que recuerdo después es la gente como loca”, explicó.

Al lograr su objetivo, pidió calma con sus manos y posteriormente se llevó el dedo índice a los labios para pedir silencio.

“Reaccioné así porque nadie pensaba que yo iba a ganar. Alguien dijo que tan solo tenía un 10 por ciento de opciones para ganar. Y yo pensé, ‘está bien’”, agregó.

De esa manera, Robinson III logró lo que previamente habían logrado sus ídolos Michael Jordan y Vince Carter.

“El de Jordan es muy cliché. Luego miré a clips de Vince Carter e hizo uno de sus mejores clavadas al principio e intimidó a la gente. Eso es lo que quise hacer. ¿Quién sabe si funcionó? Pero ellos fallaron algunos de sus intentos y eso me dio más espacio”, reconoció.

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