En esta época del año, en este punto de la temporada, el entrenador de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich, está acostumbrado a las lesiones de sus jugadores.
Pero la “arritmia menor” de LaMarcus Aldridge es algo más serio.
“Por supuesto. Solo piensas más en serio”, dijo Popovich a NBA.com antes del juego del sábado por la noche ante los Golden State Warriors. “Tony Parker, es su espalda. Dejounte Murray es su hueso pélvico. Y luego alguien dice ‘corazón’ y empiezas a pensar un poco más cosas posibles a largo plazo”.
“Da un poco de miedo. Pero no vas ahí todavía. Están haciendo algunas pruebas. Ellos hicieron algunas pruebas y van a continuar el lunes. Él va a ver a algunas personas el lunes, y basado en lo que hace hacen y ven, sabremos lo que realmente estamos viendo. Pero no lo sabemos ahora mismo”.
Aldridge fue diagnosticado con el síndrome de Wolff-Parkinson-White, una anormalidad que puede causar un latido cardiaco rápido, al final de su carrera de novato en abril de 2007.
Él se perdió los últimos nueve partidos de esa temporada con los Portland Trail Blazers después de ese diagnóstico. Él también se perdió tiempo al comienzo de la campaña 2011-2012, cuando hub una recurrencia.