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Michigan es la nueva cenicienta del torneo nacional universitario

Getty Images

Hace menos de dos semanas, los Michigan Wolverines estuvieron al borde de la tragedia tras un accidente en la pista del aeropuerto a bordo de un avión. Ahora se sienten invencibles y se convirtieron en uno de los mejores 16 equipos del país tras derrotar a los Louisville Cardinals por 73-69 en acción de la segunda ronda del torneo nacional universitario de básquetbol.

Esta fue de alguna manera la venganza de los Wolverines, quienes habían caído a manos de Louisville en la final del torneo nacional del 2013. La adversidad ya es un amigo conocido para Michigan esta temporada, y ellos se sobreponen a esta una y otra vez.

¿No tenían uniformes tras el accidente? No importa, juegan igual. ¿Tenían que ganar cuatro partidos en cuatro días para ser campeones del torneo de su conferencia y clasificar automáticamente al torneo nacional? Pan comido. ¿Tenían que remontar una desventaja de ocho puntos al descanso en cancha neutral contra el segundo sembrado de su región, uno de los 10 mejores equipos del país? No hay drama.

Un parcial de 45-33 en la segunda mitad le permitió a Michigan prevalecer con autoridad sobre los dirigidos por Rick Pitino, quienes bajaron 15 rebotes ofensivos pero no lograron superar del todo a su rival en los momentos clave del encuentro.

Michigan pudo tomar la ventaja con ocho minutos por jugar tras 31 de remar contra la corriente, y eso se debió en gran parte a la noche inspirada de Moritz Wagner. El estudiante de segundo año jugó como todo un veterano de mil batallas encestando 11 de sus 14 tiros de campo para acumular 26 puntos y ser el máximo anotador del encuentro.

Así fue como Louisville se encontró eliminado en la segunda fase por primera vez desde el 2007 tras hacerse la costumbre de aparecer en el “Sweet 16” en cinco de las últimas seis ediciones. Pitino opinó tras la derrota que sus jugadores "se derrotaron a si mismos en la faceta mental del partido".

Para Michigan, esta es la tercera vez que avanzan a los octavos de final por tercera vez en los últimos cinco años con lo que su entrenador John Beilein denominó “hielo en las venas”. Ahora los Wolverines esperan al ganador de Rhode Island contra Oregon la semana que viene en Kansas City. Villanova, el campeón defensor, ya quedó eliminado. Ahora Louisville, otro candidatazo, cayó a su merced.

El trono del rey del básquet universitario está vacío, y los Wolverines quieren ocuparlo.