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Milwaukee se ilusiona con sus Bucks en plena embestida

Getty Images

En Wisconsin cuentan con un lema para sus Milwaukee Bucks, y ese es “Fear the Deer” (“Témanle al Ciervo”. Si, ya sé que suena mucho mejor en inglés). Sin embargo, nadie les teme desde el 2001, cuando ganaron 52 juegos y perdieron en siete juegos ante los Philadelphia 76ers de Allen Iverson en las Finales de la Conferencia Este con Ray Allen y Sam Cassell como figuras.

Desde aquel entonces, la afición en Milwaukee fue condenada a un cruel purgatorio basquetbolístico. Los Bucks no han clasificado a los playoffs más veces (9) de las que sí lo han hecho (7). Tampoco lo hacen en dos años consecutivos desde el 2004, y cuando lo logran quedan inexorablemente eliminados en primera ronda. Es un laberinto del cual no han podido salir…hasta ahora.

En un Este debilitado por proyectos de reconstrucción y apatía generalizada, la próxima temporada de los Bucks debería tener como objetivo de mínima alcanzar la elusiva segunda ronda de los playoffs con una base de jugadores tan o más talentosa que la de aquel equipo del 2001.

Comencemos por el hecho de que la liga misma reconoció su potencial en la ceremonia de premios de este año. ¿El Novato del Año? Malcolm Brogdon, no Joel Embiid.

¿El jugador que más mejoró la temporada pasada? Giannis Antetokounmpo. Y eso no es todo. El “Fenómeno Griego” podría regresar a ese mismo escenario el año que viene para ser reconocido como el Jugador Más Valioso de la liga.

Antetokounmpo toma pasos de gigante cada temporada, y en la más reciente él promedió 22.9 puntos, 8.8 rebotes y 5.4 asistencias. Luego, en los playoffs, él promedió 24.8 puntos, 9.5 rebotes y cuatro asistencias. En comparación, un tal LeBron James contó con una media de 25.1 puntos y 8.1 rebotes durante la postemporada de su cuarto año en la liga.

LeBron es un camión de seis pies, ocho pulgadas (2.03 metros) y 250 libras de dolor para el rival. Giannis mide 6’11’’ (2.10 metros) y pesa 222 libras con un coeficiente intelectual basquetbolístico tan elevado como el que LeBron poseía a los 22 años de edad.

Por cierto, ¿sabían que Giannis fue uno de apenas ocho jugadores con al menos tres triple-dobles durante la temporada regular? ¿O que contra los Raptors él terminó batallando con 30 puntos en el quinto juego y 34 en el sexto mientras superó la barrera del 66 por ciento de efectividad en tiros de campo tres veces en la serie?

Y miren que distraído yo, aquí pasándome 200 palabras alabando sin cesar al jugador que cuenta con un contrato por cuatro años y 100 millones de dólares pero al que varios equipos ya apuntan para incorporar como agente libre en el 2021, y ni siquiera mencioné a Jabari Parker todavía.

EL ALIADO PERFECTO ESTÁ EN CAMINO

Se acuerdan de Parker, ¿verdad? Él tiene la misma edad que Antetokounmpo, pero también tuvo la mala suerte de romperse los ligamentos cruzados de la rodilla dos veces más que su compañero como profesional.

Parker promediaba 20 puntos y seis rebotes por partido hasta esa noche fatídica del 8 de febrero de este año contra el Miami Heat.

No se dejen engañar por el hecho de que los Bucks contaron con una marca de 22-29 con él y de 20-11 para acceder a los playoffs sin él. Su talento es único (Su entrenador Jason Kidd alguna vez lo comparó con Grant Hill) y necesario en la zona pintada como ala pivot versátil, y su sociedad con Antetokounmpo ya es de las más productivas de la NBA.

Su rating de eficacia de 19.15 fue superior al de, por ejemplo, LaMarcus Aldridge (18.66) y Paul Millsap (17.91). Confieso que temo que dos lesiones tan graves mermen su talento de la misma manera que a Derrick Rose, pero prefiero ser optimista y pensar que él volverá al 100 por ciento en febrero o marzo como el mejor refuerzo que el plazo límite para canjes jamás les podría llegar a ofrecer.

Los Bucks también se respaldan en un escolta sólido como el veterano Khris Middleton y en Thon Maker, un pivot que protegerá al aro propio con todavía mayor tenacidad en su segundo año.

Greg Monroe se suponía que iba a ser el futuro de la franquicia cuando arribó como agente libre desde Detroit en el 2015, pero el grandote de 27 años se vio relegado a la banca en sus 81 compromisos la campaña pasada mientras Maker disputó 34 de sus 57 como titular y luego fue indiscutido desde el salto inicial en los playoffs.

No sé si ya será hora de “temerle a los ciervos”, pero definitivamente va a ser indeseable interponerse en su camino a partir de ahora. Y quien te dice, quizás los Milwaukee Brewers no sean los únicos jugando a mediados de mayo en el 2018.