San Pedro La Laguna, Guatemala, comenzó hace 50 años una tradición que ahora toca a todo el pueblo. Niños, jóvenes y adultos están inmersos en el básquetbol. Siguen fervientemente la NBA y juegan constantemente en las canchas y las calles de la ciudad. Estas son algunas de las historias, captadas en fotografías, de este pueblo que busca erradicar la violencia y drogadicción a través del deporte ráfaga.
Los Hoyas y Cavaliers, equipos locales del pueblo de Salcaja, juegan un partido en la cancha de baloncesto municipal, ubicada al lado de la iglesia más antigua en Centroamérica, San Jacinto, fundada en 1524. El baloncesto ha cobrado popularidad en muchos pueblos indígenas de Guatemala, donde niños y adultos disfrutan jugar y presenciar este deporte.
Los niños escuchan una charla motivacional por parte de los entrenadores en el centro deportivo comunitario de San Pedro La Laguna. Los torneos, prácticas y promoción del baloncesto son organizadas por la Junta Municipal de Baloncesto del pueblo.
Una mujer presencia un partido improvisado en un mercado adyacente a San Pedro La Laguna.
Josué González Ixmata carga un poster de su equipo favorito, los Chicago Bulls. Juega con el equipo Ice y siempre ha sido un apasionado de este deporte. Dice haber sido tocado por el baloncesto cuando estaba en el vientre de su madre porque ella competía en torneos estando embarazada.
Los primos Lorenzo (izquierda) y Johala Teresa van en lancha hacia su pueblo de San Pedro La Laguna, tras haber pasado tiempo en el cercano Panajachel.
Una cancha de baloncesto al lado del Lago Atitlán está inundada debido a los crecientes niveles de las aguas.
Varias mujeres practican baloncesto usando vestimenta típica maya en Cantel. Luego de haber aprendido el deporte gracias a misioneros norteamericanos y tener la posibilidad de ver partidos de la NBA en televisión por cable, el grupo disfruta la camaradería y libertad que sienten jugando este deporte.
Los aficionados llenan el centro deportivo municipal de San Pedro La Laguna a fin de alentar a sus equipos favoritos.
Reyna Balan Bizzaro marca de cerca a su primo Henry Lorenzo durante un partido de 2 contra 2 con su madre María Cristina y su padre Elvis Marcelo en el jardín de su hogar. Su padre le construyó a Reyna una pequeña cancha de baloncesto para que pudiera practicar a diario, pero la familia se reúne frecuentemente para jugar partidos.
Los Cavaliers se forman en la cancha municipal de baloncesto. De fondo está la iglesia más antigua de Centroamérica, San Jacinto.
Ghost (de amarillo), el equipo local más popular y talentoso, juega su partido inaugural de la temporada en San Cristóbal Totonicapán. El equipo es conocido por producir jugadores de baloncesto de calidad, y muchos de ellos han pasado a jugar para la selección nacional y la liga profesional del país.
En San Cristóbal Totonicapán, el principio de la temporada de baloncesto saca a relucir a todas las reinas del pueblo, que disfrutan de asientos en primera fila.
Los jugadores hacen sus rutinas vistiendo las camisetas de sus equipos favoritos de la NBA. La mayoría practica al menos dos veces por semana en el centro deportivo comunitario de San Pedro La Laguna, donde son entrenados con respecto a técnicas y conducta deportiva.
Al fondo, Ana Ajcac Sacarías, de 13 años, sigue las instrucciones de su entrenador. “Comencé a practicar baloncesto desde que era pequeña y me encanta porque aprendo algo nuevo a diario. Veo y juego este deporte cuando no estoy ocupada (y) veo los partidos de la NBA porque aprendo de ellos y si puedo hacerlo, lo hago”.
Varios peatones a las afueras del mercado miran a una joven niña rebotar un balón de baloncesto alrededor de conos durante la práctica en San Pedro La Laguna.
Josué González Ixmata (izquierda) se sienta con su madre María y hermano menor Manuel en una cama dentro de la habitación de los niños en la cual hay colgadas varias camisetas y souvenirs de la NBA.
Varios jóvenes jugadores se alinean para una rutina en el centro deportivo comunitario de San Pedro La Laguna. La cancha de baloncesto queda en el medio entre una iglesia, la plaza y el mercado.
Imágenes artísticas de la leyenda de los Chicago Bulls, Michael Jordan, adornan los muros del Gimnasio Municipal Panajachel, donde los primos Johala Teresa (de morado) y Lorenzo lanzan hacia la cesta.