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Es hora de tomar en cuenta al novato del Utah Jazz Donovan Mitchell

SALT LAKE CITY, Utah - Donovan Mitchell apagó sus teléfonos, se metió en su cama y contempló el techo por un momento que parecía ser eterno, inmerso en una sensación entre alegría y asombro.

Tenía casi las mismas posibilidades de dormir bien durante toda la noche que los New Orleans Pelicans al intentar detenerle horas antes.

El joven de 21 años acababa de romper el récord de la franquicia del Utah Jazz de mayor cantidad de puntos convertidos por un novato en un partido. Mitchell acumuló 41 tantos en la victoria del Jazz, incluyendo 17 en el cuarto periodo, rompiendo la defensiva de los Pelicans con una combinación de triples y jugadas que hicieron pensar al gerente general de Utah Dennis Lindsey: "Así se siente (cuando) a Damian Lillard le va bien contra nosotros".

"No creo que dejé de sonreír desde el momento cuando conseguí 35 puntos hasta las 3:30 de la madrugada", dice Mitchell. "Todo eso es una locura para mí. Toda esta experiencia es un torbellino para mí. El hecho que estoy haciendo esto es asombroso para mí y solo quiero que continúe".

¿No tenían en mente que Donovan Mitchell pudiera conseguir algo así? Él tampoco.

Mitchell no esperaba que pudiera emerger como el hombre confiable al cual el Jazz podía acudir y que era necesario de forma desesperada tras la partida de Gordon Hayward durante el pasado verano mediante la agencia libre. No se anticipaba que sería el líder entre todos los novatos en puntos totales. Mitchell, seleccionado en el puesto 13 del draft, ciertamente no pensaba que en estos momentos estaría presentando argumentos convincentes para considerarlo el mejor jugador de su camada del draft.

Caramba, Mitchell ni siquiera tenía entre sus planes el formar parte de esta terna del draft. Costeó todos sus gastos al viajar a Thousand Oaks, California, durante la primavera a fin de participar en el campamento previo al draft de la agencia Creative Artists porque deseaba mantener su elegibilidad dentro de la Universidad de Louisville.

Entendió que se mediría a sí mismo contra prospectos legítimos a estar en el draft, el poder entender los aspectos de su juego que necesitaban mejor desarrollo y luego volver a su casa de estudios para su tercer año de carrera.

"Al dejar la escuela, mi habitación seguía limpia, llena de cosas", dice Mitchell. "Nunca hice maletas. Iba a regresar para mi tercer año. En mi mente, al 100 por ciento, la idea era volver".

El base de los Houston Rockets Chris Paul y el alero del Oklahoma City Thunder Paul George, dos clientes de Creative Artists que entrenaron con Mitchell en el campamento, le hicieron cambiar de opinión. Persuadieron a Mitchell que pertenecía en la NBA. Mitchell no confiaba en los agentes que le decían que debía entrar al draft. Era otra cosa muy distinta el escucharlo de estrellas establecidas en la NBA.

"Es realmente bueno", comentó George a periodistas recientemente, denominando a Mitchell como la ganga del draft. "Es un chico que juega rudo, intrépido. Lo pudimos ver al entrenar con él durante el verano pasado. Sabía que iba a florecer de esta manera".

Paul, quien invitó a Mitchell a su campamento de verano en Carolina del Norte y aún conversa con él varias veces a la semana, se burla de la idea que el éxito del armador del Jazz es una sorpresa.

"Puede jugar, jugar de verdad", dice Paul. "No me sorprende en lo absoluto. Puede jugar. Es fuerte, y ama este deporte, en ambos aspectos, bien sea en a la ofensiva o la defensiva. No sé si todos están sorprendidos por ello ya que está jugando en Utah. Yo no lo estoy".

Entonces, ¿cuál es el límite de Mitchell?

"Está bajo su control", afirma Paul. "Es así de bueno".

Lindsey escuchaba atentamente cuando fue invitado a sentarse a escuchar el informe de scouting previo al partido del equipo de la Universidad de Baylor, donde juega su hijo Jake, cuando le tocaba enfrentarse a Louisville durante un torneo el día de Acción de Gracias en Bahamas el año pasado.

"El plan de juego completo giraba en torno a Donovan Mitchell", dijo Lindsey. Mientras más conocía sobre Mitchell, más le agradaba.

Mitchell impresionó a los altos personeros del Jazz cuando fue entrevistado por ellos en el campamento previo al draft en Chicago. A Lindsey le gustaba la compostura de Mitchell, quien es hijo de una maestra de escuela y del director de relaciones con los peloteros de los Mets de Nueva York, creyendo que desarrolló una "etiqueta de cómo desenvolverse en una competencia" al crecer alrededor del mundo del béisbol, deporte que Mitchell también practicó en la secundaria.

Lindsey quedó con la sensación que Mitchell encajaría bien dentro de la cultura del Jazz debido a su carácter, competitividad y deseo de evolución.

Mitchell, de 6 pies, 3 pulgadas de altura (1.92m), cuyo abarque de 6 pies, 10 pulgadas de ancho (1.86m) le ganó el apodo de "Araña", sorprendió al Jazz en su entrenamiento semanas después, lo cual le dio a Lindsey mayores motivos para incrementar sus esfuerzos de negociar lo necesario a fin de obtener sus servicios.

Utah despachó al alero Trey Lyles, seleccionado en puesto de lotería en 2015 y quien había quedado fuera de la rotación de titulares en Utah, con el puesto de selección No. 24 del draft, obteniendo a cambio el puesto número 13 de selección, proveniente de los Denver Nuggets. La esperanza radicaba que Mitchell pudiera contribuir de inmediato como un jugador de reparto con mentalidad defensiva que sirviera de complemento a Hayward y desarrollarse de forma progresiva como amenaza ofensiva.

Sin embargo, Hayward, quien evolucionó hasta convertirse en All-Star durante sus siete temporadas en Utah, fue a parar a los Boston Celtics como agente libre. Súbitamente, la ofensiva del Jazz tenía un vacío inmenso que cubrir. La salida de Hayward ha sido un golpe fuerte. No obstante, la producción de Mitchell (17.9 puntos, 3.4 asistencias por partido) ha dado esperanzas para el largo plazo, permitiendo al Jazz competir por un puesto en los playoffs.

"La necesidad es la madre de todas las invenciones", dice Lindsey. "Perdimos a un jugador muy significativo con Gordon Hayward y estamos luchando para entender qué haremos de ahora en adelante".

"Con toda seguridad pudo decir que estamos felices de contar con el chico".

El chico sigue mejorando. Mitchell se ha desarrollado en maneras sutiles, tales como aprender a completar una jugada con un pie en pleno tráfico, luego que siempre saltara con ambos pies en la universidad, además de catapultarse de forma dramática en varias categorías estadísticas.

Mitchell comenzó lentamente, con promedio de apenas 9.3 puntos y encestando muy discretamente (con 32.9 por ciento desde la cancha) en siete encuentros en octubre. Mejoró sustancialmente en noviembre (18.1 puntos y 41.3 por ciento en encestes). El novato ha sido una legítima estrella en diciembre, comenzando con su actuación de 41 puntos. Mitchell tiene promedio de 23.1 puntos este mes, con 51.3 por ciento de encestes desde la cancha y 37.7 por ciento en triples.

Mitchell, con un salto explosivo en su haber y con el ritmo para romper el récord de triples convertidos en una temporada, propiedad actualmente de Lillard, ha sido titular al lado de Ricky Rubio desde mediados de noviembre; aparte de jugar en muchas ocasiones como armador. El entrenador del Jazz Quin Snyder denomina a Mitchell como "solamente base", agregando que el colocar una etiqueta en un puesto particular no hace justicia al nivel del juego de Mitchell.

Es notable la forma en la cual Snyder cada vez más le confiere a Mitchell las llaves de la ofensiva del Jazz en partidos cerrados en los tramos finales; decisión que ha sido acertada considerando la capacidad de Mitchell de crear y su producción en los momentos "clutch" (con 27 puntos y 10-18 en encestes en 32 minutos). Es el único novato líder en su equipo en anotaciones en "clutch" esta temporada, aunque Ben Simmons de Filadelfia y Jayson Tatum en Boston también han sido sumamente productivos, eficientes y destacados en situaciones similares.

"Confiamos en él porque le importa y desea mejorar", dice Snyder. "Cuando comete un error, le entrenamos fuerte y está dispuesto a aceptarlo. Como resultado, sus compañeros le respetan. Así se crece, no sólo en nivel de juego, además se crece en sus aportes al equipo. No nos ha preocupado en absoluto el hecho que sea un novato. Es sólo un jugador más, y tratamos de ayudarle, utilizarlo de la mejor manera que podamos a fin que ayude a nuestro equipo. Ha crecido hasta ese punto".

"Es sumamente desinteresado. Tiene ciertos elementos de líder debido a su compromiso con el equipo, el cual es único en un joven de su talla. Usualmente, uno puede ver algo similar con el tiempo. No ha exigido eso, no está intentando convertirse en líder. No obstante, la forma en la cual juega y cómo ha podido crear jugadas para los otros jugadores, les ha permitido a los muchachos tenerlo en esa estima".

Quizás Mitchell se sienta más orgulloso del incremento en su promedio de asistencias, de 2.3 en octubre a 3.6 en el presente mes. Ha dicho que se avergonzó de ver el video de su primera noche con anotación importante (22 puntos y 2 asistencias en el triunfo sobre Los Ángeles Lakers el 28 de octubre), debido a todos sus compañeros que se encontraban despejados y a los cuales desestimó. Mitchell también se avergüenza al mencionar una actuación mediocre de su parte ante los Philadelphia 76ers el 7 de noviembre, cuando tuvo marca de 3-21 desde la cancha y apenas sumó una asistencia.

Mitchell y Snyder tienen sesiones diarias de video, las cuales se concentran en sus lecturas del partido, instruyéndole a ver toda la cancha, en vez de acaparar la atención solamente en intentar encestar.

"Con cosas así, pues así soy", dice Mitchell. "Apenas estamos empezando con la anotación. En mi vida, nunca he sido un anotador profuso. Quizás lo fui un poco durante el año pasado, pero sólo intentaba ser un gran compañero de equipo que jugaba a la defensiva y hacía las jugadas correctas. Entendí que necesito volver a esa mentalidad. Siempre me he esforzado en ser así".

Esa es la actitud que provoca a los compañeros de Mitchell el apreciarle mejor.

"Nos contenta verle aprender y además desea hacer la jugada apropiada en el momento preciso", afirmó el ala-pívot Rudy Gobert, jugador franquicia del Jazz, actualmente fuera de acción con una molestia en su ligamento cruzado posterior. "No está creyendo que el mundo gira en torno a él. Intenta ganar, y también intenta encajar dentro del equipo. Es un buen chico. Está escuchando, está aprendiendo".

Y Mitchell, para su gran sorpresa, se ha convertido en protagonista.

"No esperaba esto para nada", dice Mitchell. "Hay tantas cosas que me están tomando por sorpresa. Es un honor para mí el poder tener esta oportunidad. Creo que eso es lo más importante, el mantenerse humilde, porque uno escucha muchas veces la historia de mucha gente con éxito y eso se le sube a la cabeza".

"Intento seguir siendo el mismo chico de Nueva York y Greenwich, Connecticut, quien es un poco tímido y se pone a ver televisión y Netflix".