<
>

La ausencia de Andre Iguodala, factor X de las Finales

Getty

Las Finales la NBA comienzan esta noche y si bien los Golden State Warriors son claros favoritos ante los Cleveland Cavaliers de LeBron James, hay un factor X de los campeones reinantes que puede significar algo más que unos kilos de más en el platillo de las diferencias entre ambos equipos.

Andre Iguodala ha sido la némesis de James en años anteriores. La kryptonita para neutralizar los poderes del genio de Akron. Su experiencia, su versatilidad y su despliegue fueron soluciones recurrentes en años anteriores para guiar a los Warriors al éxito sostenido.

Iggy, quien arrastra un golpe importante en la pierna izquierda, no juega desde el Juego 4 de las Finales de Conferencia ante los Houston Rockets, no estará en el debut de la serie definitoria esta noche y podría perderse algo más que un encuentro. Los pronósticos, si bien no son gravísimos, tampoco son alentadores.

Las palabras de Steve Kerr sobre Draymond Green, en la víspera de la gran contienda, han sido tan reales como oportunas: "Es el mejor jugador defensivo que he visto en mi vida. Scottie Pippen estaría allí con él, pero son diferentes. Green puede defender las cinco posiciones". Kerr, en conferencia, ha jugado, por elevación, la carta motivadora para apretar algo más la mandíbula de su cancerbero preferido. Pero bien sabe que la ausencia de Iguodala no será una más a la hora de controlar al superhéroe preferido del momento.

De acuerdo a Second Spectrum, Iguodala emparejó con LeBron 673 veces en las últimas tres Finales de NBA. Quien lo sigue es Harrison Barnes, quien hoy pertenece a los Dallas Mavericks, con 184.

Citando al célebre Álvaro Martín, Iguodala tiene a LeBron medido como un sastre. Tan es así, que los Cavaliers promediaron 105 puntos cada 100 posesiones en las últimas tres Finales cuando Iggy emparejó con LeBron. La diferencia es grande contra cualquier otro defensor: 114 puntos cada 100 posesiones.

Algún desprevenido podrá decir que todo ha cambiado de una temporada a esta parte, pero pensar así es caer en un error. Iguodala ha defendido de manera brillante esta postemporada, limitando a sus oponentes a 36% siendo defensor primario, y es el segundo mejor de su estructura por detrás de Nick Young, quien mantiene a sus rivales a un sorprendente 28%. De todos modos, pensemos en LeBron y veremos que físicamente, salvo Green, Iguodala es el único capacitado para ser su estampilla.

Ofensivamente, Iguodala ha sido un bonus track que se acopla al Big Four de Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant y Green. Cuando ellos cuatro estuvieron con Iguodala en cancha durante esta postemporada, superaron a sus rivales por 23 puntos cada 100 posesiones. Un equipo tan vertiginoso, tan flexible y con tantas posibilidades destruye siempre lo que se pone enfrente. Es la versatilidad del básquetbol moderno, una formación considerada pequeña que en realidad tiene la maleabilidad de la plastilina, capaz de hacerse grande o chica según las necesidades del momento. Si bien los números siguen siendo positivos sin Iguodala en cancha, bajan a +8.5 cada 100 posesiones.

Sin Iguodala, se espera que la defensa de James recaiga en la combinación de Thompson y Green. El escolta de los Splash Brothers limitó a 33% a James y Draymond a 38% considerando las últimas tres Finales disputadas.

Si los Cavaliers quieren tener chances en esta serie, deberán golpear de entrada. Robar la localía en una de sus dos primeras presentaciones. Si fallan en ese intento, la colina hacia la recuperación lucirá muy empinada. La situación de enfermería de Iguodala puede beneficiar a los de Tyronn Lue; será cuestión de aprovechar el momento y empezar a soñar en la gesta de un milagro deportivo difícil de conquistar, pero nunca imposible.