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La crisis de Anthony Davis pondrá a prueba la autoridad de los pelícanos

EN UNA TARDE dominical en septiembre de 2014 en el Superdome, Rita Benson LeBlanc, nieta del dueño de los New Orleans Saints y Pelicans Tom Benson, habría abordado a Gayle, esposa de Benson, según informes.

Dentro de un periodo de seis días, Tom Benson desheredó a su hija Renee Benson y sus dos hijos (incluyendo a la propia Rita), haciendo de Gayle su principal heredera. Hay muchos más elementos en esta historia, como es obvio, y fue el objeto de un largo y amargo drama legal. Sin embargo, hay una lección en el pasaje anterior: Tengan cuidado a la hora de meterse con Gayle Benson.

Lo que ocurra próximamente en el caso de Anthony Davis será una gran prueba para Benson, de 72 años, quien se convirtió en dueña de los Pelicans en marzo pasado cuando falleció su esposo. Es la propietaria de más reciente data en la NBA, quien no cuenta con historial de decisiones suficiente para mostrarnos su razonamiento; además de presidir una inusual estructura gerencial que depende de ejecutivos del fútbol americano a la hora de supervisar un equipo de baloncesto.

Decidir si aceptar la solicitud de cambio por parte de Davis, cuándo efectuarla y decidir qué clase de paquete buscarían los Pelicans a cambio son decisiones que se deben tomar a nivel de propietario. Es un momento entre los más complicados y estresantes que puede vivir un propietario de equipos deportivos en esta época y momento. Es un instante en el cual se necesita de manera imperativa la presencia de liderazgo y orientación.

“Ella sigue aprendiendo. Creo que será todo un reto para ella”, expresó un dueño de equipo de la NBA. “Pensaría que Adam (Silver) le ofrecerá orientación si ella así lo desea”.

Ciertamente, ha salido a relucir que Davis está interesado en ir a Los Angeles Lakers, razón por la cual su petición de un canje se está produciendo actualmente, cuando otros candidatos esperados a presentar ofertas se encuentran comprometidos. Realmente, los Boston Celtics no pueden involucrarse debido a reglas relativas a cambios que aplican a Kyrie Irving. La mejor oferta potencial de los New York Knicks será opaca y desconocida hasta tanto se conozca su posición en el draft durante la primavera.

Que Davis cambie ahora de equipo tiene todos los elementos de una jugada para demostrar poderío, especialmente en el caso de un jugador que aún le queda temporada y media en su contrato. Es una táctica de brazo fuerte, aunque se está efectuando de forma hábil. Davis ha tenido todo un proceso relativo a este movimiento, reuniéndose con sus compañeros de equipo a fin de informarles de sus intenciones de manera personal y al hacer que su agente informe de manera formal al equipo de sus deseos e intenciones.

Pero, al final de cuentas, todo forma parte de una campaña que busca que Benson actúe conforme a los deseos de Davis. Toda la NBA está pendiente: ¿Aceptará o no?

Dell Demps ha sido gerente general de los Pelicans desde 2010, cuando el equipo era conocido como los Hornets y era propiedad de George Shinn. Ha visto muchas cosas durante su mandato incluyendo el fracasado cambio de Chris Paul con los Lakers en 2011. Éste puede negociar canjes, aunque, a final de cuentas, termina recibiendo sus órdenes por parte del propietario, tal como fue el caso cuando la operación Paul fue rechazada por el propietario interino de los Hornets, el entonces comisionado David Stern. Ese sería el caso de nuevo con Davis.

¿Estarán los Pelicans dispuestos a hacer un pacto con un rival de conferencia y así permitir la creación de un potencial súper equipo? ¿Querrán concentrar la negociación en la obtención de puestos de selección del draft y así potencialmente enviar al equipo al foso, aceptando múltiples derrotas y una posible caída en los índices de asistencia? O, ¿preferirán jugadores más establecidos para así rearmar el equipo más rápidamente, contrario a un proceso pleno de reconstrucción?

De alguna forma u otra, estos temas terminarán en el escritorio de Benson.

Personas familiares con el funcionamiento interno de los Pelicans afirman que Benson depende plenamente en la infraestructura armada por su finado esposo. Los Pelicans cuentan con una junta de directores que toma las decisiones importantes dentro de la franquicia. Comparten un presidente, vicepresidente, oficial operativo en jefe, oficial financiero en jefe y consultor jurídico general con los Saints, siendo ésta la forma en la cual Tom Benson estructuró la operación.

El supervisor directo de Demps dentro de la estructura gerencial de los Pelicans es Mickey Loomis, quien es el altamente respetado y exitoso gerente general de los Saints. La semana pasada, mientras Davis finalizaba su decisión de pedir un cambio luego de asistir con un especialista en manos a fin de determinar la severidad de una lesión en uno de sus dedos, Loomis se encontraba en Alabama para el Senior Bowl. Cuando éste conversó con los medios, no habló sobre Davis, sino con respecto al fallido dictamen de pase-interferencia producido en el partido por el Campeonato de la NFC en el cual los Saints quedaron eliminados. La suya no es una posición común.

Quienes ha laborado con Loomis en asuntos de baloncesto indican que él le otorga espacio para operar a los ejecutivos de los Pelicans; sin embargo, su experiencia a la hora de lidiar con los retos inherentes a la industria del deporte profesional siempre sale a relucir. No es persona que permite ser intimidado o presionado.

Los equipos que planean negociar en los próximos días con Demps y los Pelicans han hecho sus respectivas investigaciones con respecto a la forma en la cual los Pelicans manejan la actual crisis con Davis. Sin embargo, como es el caso de Benson, Loomis no tiene un historial verificable de gestión en asuntos similares.

“Vamos a invertir una mayor cantidad de dinero e involucrar a los jugadores importantes, para así hacer todo lo que podamos a fin de mantener a (Anthony) aquí con nosotros”, expresó Benson el mes pasado en una entrevista con el medio digital The Athletic. “Realmente me agrada Anthony, pero si éste desea irse, no hay forma de retenerlo”.

Hay muchas cosas que pueden interpretarse en lo anterior.

En abril pasado, asistí al primer encuentro de los Pelicans en los playoffs, disputado en Portland, en el cual sorprendieron a los Blazers imponiéndose por 24 puntos, para así enrumbarse a una barrida en primera ronda. Fue el primer triunfo de Davis en los playoffs y él se mostró emotivo al respecto.

Mientras los jugadores de los Pelicans regresaban al vestuario, allí se encontraba Benson, pocas semanas después del fallecimiento de su esposo, felicitando al equipo por la victoria. Su intención, en parte, era demostrarle al equipo su pleno compromiso con la franquicia y su éxito. Envió un mensaje que causó muy grata impresión.

A pesar de lo anterior, la forma en la cual Benson termine manejando el caso Davis podría convertirse en un momento definitorio de su periodo como dueña de la franquicia de los Pelicans.


PAUL GEORGE ESTÁ jugando la mejor temporada de su carrera, con topes personales en anotación, rebotes y robos, junto con un porcentaje de enceste que se ubica entre los mejores de su devenir en la NBA. Su rating de eficiencia es de 23.9, el mejor de su carrera. En los momentos finales de los partidos, un Russell Westbrook que confronta mala racha ha entregado el protagonismo a George con mayor frecuencia en comparación con la temporada anterior y como resultado, George ha convertido varias cestas para voltear el marcador o sellar el resultado. Anotó varias cestas en momentos “clutch” durante el triunfo del Thunder sobre los Bucks el pasado domingo.

Ha sido un cambio en el relato de George, quien había sido criticado en el pasado por no haber sido capaz de anotar en el “clutch”. George tuvo marca de 0-15 en intentos de empate o de sellar la victoria en los 20 segundos finales de encuentros en su tiempo con los Indiana Pacers. Antes de su cesta para voltear el marcador contra los Nets, tenía de 0-14 en cestas para irse adelante en la pizarra durante los 10 segundos finales.

La ironía radica en que, a pesar de que George se encuentra disfrutando de una temporada gloriosa, de hecho, se ha mostrado peor en momentos “clutch”. Durante las tres campañas anteriores, George tuvo 41 por ciento de enceste en los cinco minutos finales con la pizarra mostrando un margen menor a cinco puntos. En la actual campaña, apenas tiene 31 por ciento de enceste en dichas situaciones, aunque aparenta ser consecuencia del volumen: George ha sumado la misma cantidad de intentos “clutch” que los hechos en la totalidad del torneo anterior. Es otro indicativo de cómo Westbrook está cediendo el control en esos momentos cruciales.

El punto que queremos hacer es que George siempre ha sido sumamente óptimo en dichas situaciones. Definir la calidad de un jugador solo por esa última cesta nunca ha sido justo porque ignora todos los partidos que ha decidido con su juego mucho antes de los 10 segundos finales. George es un maravilloso ejemplo de ello esta temporada y los porcentajes nos indican que seguirá convirtiendo más en situaciones similares a fin de aumentar su promedio.


HAY UN PARTIDO PROGRAMADO PARA EL JUEVES que se ha hecho interesante de forma sorpresiva, con los Toronto Raptors recibiendo la visita de los Milwaukee Bucks. El ganador tendrá ventaja en su intento de asegurarse el mejor récord de la Conferencia del Este en la fecha del 3 de febrero, en la cual se hace el corte para conformar el staff de entrenadores del Juego de Estrellas. Mike Budenholzer de los Bucks y Nick Nurse de los Raptors están metidos en una reñida carrera por el honor.

El partido cuenta con potencial de desempate para una serie de playoffs en la primavera. Los Bucks cuentan con récord 2-1 contra los Raptors en lo que va de temporada y dichas victorias les han permitido adelantarse a Toronto con mejor porcentaje de triunfos, aunque se encuentran en un empate técnico en la punta de la tabla de posiciones.

Dwane Casey fue entrenador del Juego de Estrellas en la pasada temporada; aunque debido al cambio de técnicos dentro del staff de los Raptors, Nurse es elegible para el honor en la actual zafra.