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Ni siquiera en sueños veían tanta grandeza de Manu

SAN ANTONIO – Cualquiera que hubiera visto llegar a Manu Ginóbili a la NBA jamás hubiera imaginado que 17 años después su número sería retirado por los San Antonio Spurs.

A partir de que Ginóbili se retiró, los Spurs anunciaron que recibiría el honor más grande que un equipo puede brindar a un ex jugador, el izar su número 20 a lo más alto del AT&T Center, como sucedió este jueves.

"Ni de broma", dijo el ex compañero de Ginóbili con los Spurs y con la selección nacional de Argentina desde que ambos eran unos adolecentes. "Es un homenaje tan grande que ni siquiera te atreves a soñar, mucho menor pensar. Nunca imaginé que estaríamos en un día como este".

Ginóbili es apenas el noveno jugador que recibe tal distinción, junto a Johnny Moore (00), Avery Johnson (6), Bruce Bowen (12), James Silas (13), Tim Duncan (21), Sean Elliott (32), George Gervin (44) y David Robinson (50).

"No voy a mentir, nunca imaginé que llegaría tan alto", dijo el entrenador asistente de los Spurs Ettore Messina, quien fue el primer estratega que lo dirigió como profesional, cuando Ginóbili emigró al basquetbol italiano.

"La primer temporada en Italia fue difícil", agregó antes de la ceremonia de retiro de número. "Manu tuvo muchos problemas ofensivos al principio. Incluso recuerdo que pensé que si él era el que se suponía nuestro mejor jugador, como me habían vendido la idea, entonces estábamos en problemas".

Messina recordó que a partir de la segunda temporada, Ginóbili comenzó a crecer como basquetbolista y figura de manera exponencial, hasta que el basquetbol europeo le quedó chico y llegó el momento de emigrar a la NBA.

"Pero lo más importante es que sigue siendo la misma persona que hace 20 años", dijo Messina. "No ha cambiado nada desde que era aquel chico en su actitud, humildad, carácter (…). Por eso hoy veremos a mucha gente llorando, incluido yo".

Además de las habilidades ya conocidas en la cancha de Ginóbili, su carácter para hacer las jugadas clave en los momentos más importantes y su liderazgo ante el resto del equipo, todos los invitados a la ceremonia de Ginóbili destacaron su inteligencia para el basquetbol y la vida en general.

Boris Diaw señaló que una de las impresiones más fuertes que se llevaba con el argentino era su gusto y habilidad para las matemáticas, así como la capacidad de opinar sobre cualquier tema durante una conversación.

"Nos gustaba ir a tomar café y conversar sobre muchas cosas", recordó Diaw. "Había momentos en que su charla era tan profunda que me motivaba a ponerme a estudiar sobre diversos temas".

De hecho, el entrenador Gregg Popovich, el único que lo dirigió durante toda su carrera de 16 años en la NBA, todos los Spurs, consideró que esa inteligencia evitará que en el futuro se convierta en entrenador.

"Manu es demasiado inteligente para ser entrenador", bromeó. "Creo que su perfil se ajusta más al lado gerencial, directivo… Creo que sería un gran buscador de talento por su capacidad de análisis e intelecto del basquetbol. Veremos qué le trae el futuro, que serán sólo cosas buenas".