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Zion Williamson ya era una leyenda urbana antes de llegar Duke

Esto era inevitable. Inevitable desde el momento que, por primera vez, vimos al fenómeno del baloncesto de secundaria Zion Williamson despegar a pocos pasos de la línea de tiros libres, girar en el aire con el balón entre sus piernas y volcarlo. Williamson, el alero novato en la Universidad de Duke, quien está arrollando en el Torneo NCAA hasta el Sweet 16, con promedio de 28 puntos y siete rebotes, es el objeto de atención de la "Zion Cam".

Marc Wolff, productor coordinador de las transmisiones de baloncesto universitario de la cadena CBS hizo el anuncio oficial en el diario The Slate de Columbia, Carolina del Sur, el 21 de marzo: La cadena dedicaría una cámara con su respectivo operador a Williamson, la casi segura primera selección en el draft de la NBA a celebrarse en junio próximo, mientras busca alzarse con un campeonato nacional. Esa sería la única labor que tendría el camarógrafo.

Este negocio de "una cámara dedicada a un solo atleta" es una novedad en la cobertura que hace CBS de la NCAA, pero no es nada nuevo para Williamson. Las cámaras le han perseguido desde la secundaria, capturando cada volcada y convirtiéndolo en una figura conocida antes de que tuviera edad suficiente para conducir.

Obviamente que las primeras cámaras que le persiguieron estaban conectadas a teléfonos inteligentes. Las imágenes más destacadas de las volcadas de Williamson desafiando la gravedad fueron editadas para causar mayor impacto, con música hip-hop de fondo y subidas a cuentas populares de YouTube tales como Ball is Life y su sitio asociado Hoopmixtape, ganando millones de visitas. Hay ediciones muy libres de las clavadas que se alinean con los 808, al igual que cruces que atrapan las mayores críticas que se pueden hacer en redes sociales, mensajes de texto de grupos y aficionados que se dedican a revisar sus teléfonos en barberías y canchas de baloncesto alrededor del mundo.

Si bien Matt Rodríguez, Nils Wagner y Jonathan Durden, quienes formaron Hoopmixtape y Ball is Life no son de raza negra, estos videos siguen la tradición deportiva afroamericana de convertir a jugadores de secundaria y baloncestistas de calle en superestrella al punto que se convierten en leyendas urbanas. Williamson alcanzó estatus de leyenda urbana mucho antes de vestir la camiseta de Duke, y él puede agradecer a las redes sociales por ello.

"Debido a Zion (Williamson), hemos incluido una cámara dedicada a él durante todo el tiempo que permanezca en la duela", expresó Wolff, el ejecutivo de CBS. "Contratamos a un camarógrafo, una cámara, una grabadora digital para registrar todo lo que haga".

Toda esta movida mediática agrega leña al fuego de quienes consideran que los atletas universitarios deberían ser remunerados: después de todo, hasta el camarógrafo dedicado a seguir las acciones de Williamson está siendo pagado, mientras que el atleta al cual graba sigue jugando de forma gratuita. Albert Breer, reportero que cubre la NFL para la revista Sports Illustrated se hizo eco de aquellos que creen que la compensación que recibe Williamson, o sea, una beca para cursar estudios en una de las mejores universidades del país es más que suficiente: "Zion Williamson es uno de los pocos que se beneficia de la regla de 'un año y listo'", escribió en Twitter. "Sin esta norma, no habría manera de que ingresara a la NBA con tanto potencial de mercadeo y de ganar (dinero por) patrocinios como lo tiene hoy en día".

Lo que Breer no estima en su comentario es el poder de las redes sociales y la manera en la cual jóvenes jugadores de baloncesto en particular se benefician del poder que tiene el murmullo que rápidamente se contagia entre muchos: tradición presente desde antes que Wilt Chamberlain impresionara multitudes en la secundaria Overbrook de Filadelfia. La leyenda urbana de Tracy McGrady haciendo volcadas contra James Felton durante un campamento de Adidas alcanzó proporciones mitológicas: Los aficionados rastrearon el mundo entero para un video de lo que fue catalogado por Lamar Odom, quien fue testigo de la volcada, como "uno de los mejores momentos que he visto en el baloncesto durante toda mi vida". El momento propulsó a McGrady hasta alcanzar estatus de prospecto y destruyó las esperanzas de Felton de hacerse profesional.

Después del año 2000, fuimos testigos del surgimiento de las 'AND1 Mixtapes', cintas de VHS que incluían momentos destacados de leyendas del baloncesto callejero, tales como Rafer Alston, quien llegó a la NBA; sin embargo, también convirtió en estrellas a hombres que jamás lograron acercarse a la liga y eran conocidos por nombres códigos: Hot Sauce, El Profesor, entre otros. Dichos mixtapes se encontraban llenos de clips grabados en canchas tales como la del Rucker Park de Nueva York, donde han surgido leyendas del baloncesto durante décadas. Estas cintas eran popularizadas por aficionados negros, distribuidas en círculos urbanos y crearon una nueva mitología del baloncesto estadounidense que trascendió más allá de la NBA. Con la llegada de los videos en Internet y YouTube, el cambio fue natural.

Ball Is Life, creada en 2005 y que posteriormente unió fuerzas con Hoopmixtape, ha sido el principal lugar para conseguir jugadas destacadas de baloncesto de secundaria en Internet y ha ayudado a despertar interés en futuros jugadores de la NBA de la talla de DeMar DeRozan, Brandon Jennings y Derrick Rose y generar expectativas sobre jugadores que no lograron dar el salto, como fue el caso de Seventh Woods, cuyo mixtape de 2013 con sus mejores volcadas en el primer año de secundaria ha sumado 15 millones de visitas y creciendo. A pesar de ello, ninguna otra estrella ha despertado tanta expectativa como Zion, jugador que ya es comúnmente mencionado por su primer nombre.

Hay algo en Williamson que hace que sus videos sean los más cautivantes de la nueva era de los clips en YouTube. Primero, parece un hombre mayor jugando contra niños. Su humanidad de 6 pies, 7 pulgadas (2.01 metros) de estatura y 285 libras (130 kilogramos) de peso que convierte bandejas frente a niños con frenillos y brazos delgados lo hacen parecer un Monstar de la película Space Jam que acaba de llegar a la Tierra, listo para cobrar venganza. Los dribles detrás de la espalda de Williamson que han causado que sus defensores caigan de rodillas parecen ser imposibles para alguien de su tamaño.

Y entonces, tenemos las volcadas. Las volcadas a 360 grados y entre las piernas. Los molinos y las posterizaciones, a nivel del ojo frente al aro. Williamson ha sido denominado como "el próximo LeBron" gracias a la cantidad de videos con sus hazañas, disponibles a un movimiento de los dedos de los aficionados casuales al baloncesto. Su leyenda quedó asegurada incluso antes de vestir la camiseta de Duke y su estatus de súper estrella ha hecho más por la comercialización de Duke que lo que el prestigio de Duke como casa de estudios y potencia del baloncesto ha podido hacer por Williamson. La escuela incluso cuenta ahora con aficionados negros. (ESPN se ha unido a la locura de los mixtapes, presentando videos con las volcadas de Williamson en la universidad, con todo y hip-hop de fondo).

Cuando Williamson ocupe el escenario en el draft de la NBA el 20 de junio, presumiblemente como primer seleccionado, sus estadísticas de novato en la universidad le habrán llevado hasta allá: 22.7 puntos por partido, 67 por ciento de enceste y 8.7 asistencias por encuentro. Su monstruosa carrera en los torneos ACC y NCAA serán la razón tras las cifras.

Sin embargo, cuando Williamson firme sus contratos de patrocinio con empresas de zapatillas y más allá y el inevitable esfuerzo de mercadeo empiece a consolidar su marca, lo habrá conseguido gracias al movimiento a nivel de bases, los videos grabados en celulares, los videos en YouTube y las veces en las cuales se compartieron sus hazañas en redes sociales, que ayudaron a conectar a Zion con los aficionados mucho antes de que éste pisara un campus universitario.