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Kawhi Leonard, la clave para la redención de los Raptors en playoffs

TORONTO, Canadá – Durante unos breves momentos en la jornada del sábado, Kawhi Leonard parecía ser el exorcista que llamaron los Toronto Raptors para así ayudarles a conjurar años de tormentos vividos en la postemporada. No obstante, un frenético cuarto periodo en el cual se vieron destellos del mejor nivel de Leonard, un enceste preciso por parte de un aguerrido y joven Orlando Magic y una serie de errores en los momentos finales, dieron como resultado una sorpresiva victoria 104-101 para Orlando en el Juego 1. A pesar de haber hecho un audaz canje para hacerse con los servicios de una de las estrellas con mayores logros en el baloncesto, los Raptors se encuentran, nuevamente, en desventaja en otra serie en primera ronda de los playoffs.

Desde el pitazo inicial, Leonard fue el líder de Toronto. A medida que deslumbraba con un eficiente primer periodo con 11 puntos, en el cual estuvo perfecto desde la cancha y sin máculas a la defensiva, Toronto parecía encaminado a una victoria obtenida a punta de trabajo, apropiada para un equipo veterano y dueño del segundo sembrado, contra un joven y poco favorecido club que debió sentirse emocionado por el mero hecho de estar jugando baloncesto en los playoffs.

Cuando Leonard quedó en blanco en el segundo periodo (0-5, su peor cuarto como miembro de los Raptors en cuanto a enceste), su equipo logró correr 30-9 y en un momento del partido, quedar en desventaja por 16 puntos. Con Leonard como piedra angular, los Raptors tuvieron su mejor momento defensivo del partido en el tercer periodo.

Luego, vino el cuarto periodo, con los Raptors en una posición dolorosamente familiar: luchando en el partido inaugural de una serie que se supone deben ganar. Hacer comparaciones históricas con equipos con personales, estilos de juego, entrenadores y esquemas sumamente diferentes siempre es un ejercicio excesivo; aunque reconocer la presencia de patrones es algo gracioso para aquellos inmersos en la historia.

Toronto adquirió a Leonard, quien ha sido galardonado como Más Valioso de las Finales de la NBA, con el objetivo de cambiar esa senda. Se trata de un jugador que conoce bien las glorias de la postemporada, traído de una organización como San Antonio, capaz de minimizar lo hecho en la temporada regular, mucho antes de que se hiciera una moda.

A principios de marzo, durante un periodo en el cual Leonard descansaba cada tres partidos, éste se refirió a la temporada regular como si fueran, efectivamente, 82 sesiones de práctica. “Los playoffs es la época en la cual hay que ponerse serio”, expresó. Esa cita representa mayor evidencia de que las voces más cautas y discretas son, a menudo, las más reveladoras.

El comentario también representó el llamado más profundo hecho por Leonard a Toronto. El dominio en la temporada regular no significa lo que solía ser en una ocasión para los Raptors.

La gloria en la postemporada se mantiene alejada por un terco obstáculo para una organización que ha sufrido decepciones en los playoffs durante cinco años consecutivas. Sin embargo, uno no lo entendería luego de escuchar a Leonard.

Cuando se le preguntó el viernes pasado a Leonard si su experiencia en San Antonio ayudaría a los Raptors a superar la mala racha, éste respondió: “¿Cuál mala racha?” Los recuerdos colectivos, las aspiraciones acumuladas en años de desilusión, los choques fatales con LeBron James… eso no es importante para Leonard. Y eso podría serle muy útil a los Toronto Raptors.

Durante gran parte del cuarto periodo, cuando Leonard volvió a su nivel óptimo, faltando 6:43 en el reloj y con ventaja por cuatro puntos de los Raptors, Kawhi satisfizo las esperanzas. Cuando el alero del Magic disparó desde la larga distancia, Leonard respondió penetrando y convirtiendo frente a Gordon. Y cuando el partido cruzó el umbral de los dos minutos para terminar el tiempo de regulación, Leonard pareció que había logrado tomar el control con la clase de secuencia que sólo es capaz de armar a voluntad un pequeño grupo de jugadores de la NBA.

Leonard retrocedió y convirtió un triple luego de driblar para así empatar las acciones 99-99, luego marcó a Gordon del otro lado de la cancha, induciendo a un intento desequilibrado de cesta en salto. Con su mano derecha de gran tamaño, Leonard tomó el rebote, lo cual lo impulsó a tomar vuelo en solitario por la cancha con el marcador empatado. Kawhi se impuso a Gordon, uno de los especímenes atléticos más impresionantes del baloncesto y lo atacó con un drible con la mano izquierda. Leonard, a pocos centímetros del área, se elevó y convirtió su cesta en salto sobre Gordon para así darle ventaja a los Raptors faltando un minuto en el marcador.

Mientras el Magic pedía un receso y los asistentes estallaron en aplausos, la estrategia de negociar a DeMar DeRozan para conseguir apenas un solo año garantizado de los servicios de Leonard fue puesta en juego. Cuando los Raptors hicieron el canje, no tenían certeza alguna sobre la condición física de Leonard luego de haberse ausentado durante prácticamente la totalidad de la temporada 2017-18, con la excepción de nueve partidos, debido a una tendinopatía en su cuádriceps derecho, una lesión misteriosa cuyo plan de tratamiento causó fisuras entre Leonard y los Spurs. Los Raptors no tuvieron certeza alguna por parte de Leonard de que éste permanecería a largo plazo en Toronto. A pesar de ello, los Raptors sí tuvieron la certeza de lo que Leonard era capaz de hacer a ambos lados de la cancha cuando los partidos importantes estaban a punto de decidirse.

Los dos últimos Jugadores Más Valiosos en Finales que cambiaron de equipo durante el ápice más alto de sus carreras fueron capaces de conseguir títulos con sus nuevos empleadores y antes de que Leonard sufriera su lesión, era indomable.

He allí la razón por la cual Leonard y los Raptors armaron el plan de gestión de carga de trabajo más agresivo jamás visto en la NBA. Leonard no jugó los segundos partidos de jornadas consecutivas durante la temporada regular, alcanzando un total de 60 encuentros disputados y 2,040 minutos, con el objetivo de asegurar la salud de Leonard durante la carrera de los Raptors en la postemporada. Leonard es, en la jerga utilizada por los científicos del deporte, uno de los atletas de mayor producción y alta intención dentro del baloncesto, la clase de jugador que hace cada uno de sus movimientos con una magnitud poco común y a alta frecuencia. Se trata de una máquina que necesita de cuidados esmerados, por lo cual Leonard y los Raptors acordaron su desempeño esta temporada al lado de un detallado programa de gestión de su actuación en la cancha.

“Pienso en todo el trabajo duro que he hecho, me siento contento de haber podido jugar ese primer partido”, indicó Leonard durante la jornada del sábado. “Sintiéndome bien… mucho mejor de lo que estaba”.

De no haber sido por el minuto 48 de juego en el cotejo sabatino, los Raptors estarían celebrando la recuperación de Kawhi, luego de haber sumado 25 puntos en 18 intentos de tiros de campo. No obstante, el base del Magic D.J. Augustin revirtió ese resultado con las dos cestas finales del partido. La primera, una bandeja acrobática luego de girar frente a Danny Green, empató la pizarra para el Magic.

Luego de una posesión vacía por parte de los Raptors, Augustin, uno de los mejores practicantes del pick-and-roll en la liga, recibió una cortina alta por parte de su pareja de baile favorita, el pívot de Orlando Nikola Vucevic. Los Raptors respondieron con dos defensores de élite, como lo son Leonard y Marc Gasol: otro recordatorio de que el nuevo modelo de los Raptors se encuentra repleto de jugadores expertos a la hora de detener al rival por toda la cancha.

Sin embargo, en un momento en el cual Augustin convirtió la que denominó como la cesta más importante de su carrera, no consiguió resistencia a medida que driblaba hacia la izquierda detrás de la cortina. No encontró marca de Leonard, quien peleaba contra la cortina de Vucevic con su longitud amplia, ni de Gasol, quien estaba aún a punto de hacer un cambio de posición a la defensiva.

“Nuestra cobertura intentaba ir a la parte alta de la cortina y así tener a Marc arriba ayudándonos, y luego quedarse allí”, dijo Nick Nurse, entrenador de los Raptors. “Parecía que Kawhi pensó que se trataba de un cambio defensivo y fue a tratar de marcar a Vucevic y Marc aún se encontraba arriba más no haciendo el cambio y eso le dio espacio para convertir”.

Los Raptors pudieron darle a Leonard un espacio razonablemente despejado para intentar empatar el partido luego de recuperar el balón faltando 3.5 segundos; sin embargo, Leonard soltó un disparo hacia el aire que quedó fuera de la cancha.

En años anteriores, Toronto quedaría cubierto por una sensación de aprensión luego de una derrota en el Juego 1. Sin embargo, después de este partido era difícil detectar sensaciones de ansiedad entre sus jugadores. La actuación en la cual Kyle Lowry quedó en blanco con 0-7 de enceste fue tomada con tranquilidad (al clásico estilo de Lowry, éste fue líder de los Raptors con plus-11, único titular de su equipo en territorio positivo). Mismo caso con la actuación 14-29 del Magic en la larga distancia. Las hazañas de Augustin fueron producto del azar (“Siempre se trata de alguien diferente y él tuvo un buen partido”, dijo Lowry), al igual que las dificultades sufridas por los Raptors con los triples (“Tuvimos buenas oportunidades”, frase dicha prácticamente por todos los miembros del roster y cuerpo técnico de Toronto). Quizás esa sea una medida del valor que aporta.