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Kevin Durant supera a James Harden cuando más importa: los playoffs

El pasado lunes en San Francisco, el entrenador de los Houston Rockets, Mike D’Antoni, y sus estrellas Chris Paul y James Harden hablaron frente a las cámaras con respecto al arbitraje, los rebotes y ajustes.

No hubo una sola pregunta o mención con respecto a la nube que cuelga sobre su equipo, al enfrentar un déficit 1-0 en la serie de semifinales de la Conferencia del Oeste.

Del otro lado del puente de la Bahía en Oakland, el entrenador de los Golden State Warriors, Steve Kerr, y Stephen Curry pasaron más de 20 minutos hablando con respecto al arbitraje. Kerr abrió su conferencia de prensa con una caída falsa al mejor estilo del vaudeville, burlándose de los Rockets.

Kerr mencionó el nombre de Kevin Durant una vez, haciendo referencia a sus faltas técnicas.

Todas estas declaraciones de fuerte calibre, postureo y análisis del video de los arbitrajes es un gigantesco error en la dirección equivocada. El título de la Conferencia del Oeste y quizás de la NBA no dependen de un silbato. Dependen del desempeño de las súper estrellas.


Durant está encendido y se muestra absolutamente dominante. Harden sufre otra muy inoportuna mala racha en postemporada.

Todos los informes de últimos dos minutos de todo el mundo no significan nada comparados con dicha realidad. Si no cambia, los Warriors avanzarán y los Rockets podrán dar inicio a su temporada de verano.

Durante los últimos cinco partidos de los Warriors, desde que Durant soltara la frase medianamente prepotente pero muy seria de “Soy Kevin Durant”, se ha portado en la cancha como todo un asesino.

Estas son las cifras: 55 por ciento de enceste, 40 por ciento en triples, 91 por ciento desde la línea y 40.2 puntos por partido. En el Juego 1 disputado el domingo, Durant sumó 24 puntos en la segunda mitad para llevar a los Warriors a la victoria.

“Creo que estoy empezando a armarlo todo”, Durant expresó el pasado domingo.

Bien sea gracias a la engañosa defensiva que le marcó en sus enfrentamientos con el Utah Jazz, alguna especie de problema con su muñeca derecha al cual ha hecho caso omiso, o que se ha concentrado más en provocar faltas en su contra en intentos de triples que en convertirlos, Harden ha sido incapaz de mantener su vertiginoso ritmo de la temporada regular.

Durante los cuatro compromisos más recientes de los Rockets, así es como se muestra Harden: 32 por ciento de enceste en triples y 28.3 puntos por partido. Son 8 puntos por partido menos con respecto a su promedio de temporada regular y de hecho, alcanza estas cifras solo porque sigue promediando 11 tiros libres por encuentro y convirtiendo 88 por ciento de estos.

En este periodo de cuatro encuentros, la súper potencia ofensiva de los Rockets apenas ostenta promedio de 98.8 puntos por partido y enceste del 40 por ciento. Su rating ofensivo, el santo grial para unos Rockets obsesionados por el análisis estadístico, es en dicho periodo de 100.8 puntos por cada 100 posesiones. Eso representa una disminución de aproximadamente 12 puntos con respecto a su promedio de temporada regular y es una cifra que los colocaría en el sótano entre todos los equipos durante la zafra.

Los Rockets han estado en problemas porque Harden, durante el momento más importante de la campaña, no ha jugado como el Más Valioso que aseguran en Houston que es. Su partido a rango medio ha perdido algo de su magia y su enceste en triples ha colapsado, quizás producto de los esfuerzos del Jazz para sacarle de concentración y fuera de su zona de confort.

Durante la temporada pasada, en la derrota a manos de los Warriors sufrida en las Finales de Conferencia, Harden perdió su toque encestador y su eficiencia. Tuvo un miserable 24 por ciento de enceste en triples durante esa serie. Los 27 intentos fallidos en el Juego 7 (Harden tuvo 2-13 en triples esa noche) es lo que muchos recuerdan; sin embargo, tuvo otro encuentro en el cual quedó en blanco en 11 intentos de cestas de 3 puntos. Cuando era realmente importante, Harden simplemente no pudo cumplir.

Mientras tanto, Durant lideró a los Warriors en las categorías de minutos y anotación en las Finales de Conferencia. En el reñido encuentro, sumó 34 puntos. Durant contaba con una maravillosa malla de seguridad: por ejemplo, confrontó problemas de enceste cuando los Warriors se enfrentaron a la posibilidad de quedar eliminados en el Juego 6 del año pasado. No obstante, Klay Thompson aportó 35 tantos para eliminar el problema. Harden no cuenta con dicho privilegio. Aunque tampoco Durant parece disfrutar en algunas ocasiones del protagonismo que se merece.

Durant no ha terminado en el Top 5 en la votación del Más Valioso desde su llegada a Golden State. En la temporada anterior, cuando Harden se alzó con el palmarés, el nombre de DeMar DeRozan estuvo presente en la misma cantidad de boletas que Durant. Probablemente no terminará en el Top 5 en esta temporada, mientras que Harden es serio contendor para repetir el galardón.

Es uno de los sacrificios hechos por Durant al formar parte de un súper equipo: el reconocimiento a su grandeza individual se ha visto disminuida de alguna forma. Se alzó con los últimos dos premios a Más Valioso en las Finales; sin embargo, por algún motivo, eso no le ha garantizado el respeto que se merece. Quizás el hecho de que esas Finales fueron tan disparejas ha redundado en una injusta subestimación de los aportes de Durant.

Durante las Finales de 2017, el desempeño de Durant hizo surgir argumentos de que Durant había despojado a LeBron James del trono como mejor jugador de la NBA. Paul Pierce, quien ha sido objeto de cierto escrutinio gracias a su vieja rivalidad personal con James, lo expresó durante la cobertura televisiva de esa serie. Pierce declaró que era el amanecer de la era Durant y eso fue antes de que su daga contra James en el Juego 3 lo consolidara como eventual ganador del Trofeo Bill Russell.

Dos años después, los Warriors tienen dos anillos de campeones más en su haber y Durant mantiene ritmo suficiente para validar la declaración de Pierce. Durant está hecho para las postemporadas gracias a que su fenomenal estatura combinada con su rango lo hacen invalorable en partidos definidos por la posesión a mitad de la cancha. Eso ha sido evidente durante los dos últimos años y luego de un encuentro en el cual sufrieron un traspiés y Patrick Beverley, ficha de los LA Clippers, fue exitoso a la hora de meterse en la psique de Durant en la ronda previa, está ocurriendo otra vez.

“Kevin puede aprovechar sus oportunidades para encestar en cualquier momento que desee”, expresó Kerr. “Eso es lo que lo hace tan imposible de marcar. Entiende lo que necesitamos de él y lo ha aportado, partido tras partido”.

En 2016, cuando Harden perdió a manos de los Warriors en los playoffs (su enceste fue de apenas el 31 por ciento desde el territorio de los 3 puntos en dicha serie), no estaba preparado y no contaba con el equipo para competir. El año pasado, se encontraba en la cúspide de su juego y contaba con un equipo repleto de talento; no obstante, la lesión sufrida por Paul acabó con sus aspiraciones. Este año, los Rockets cuentan con salud y la ventaja de un descanso previo al Juego 1. Algunos creen, a pesar de un récord menor, que este equipo se encuentra mejor equipado para superar unos Warriors con menor calibre y mayor inconsistencia.

Superar a un equipo que ha alcanzado la grandeza a niveles históricos constituye un verdadero reto. Pregúntenle a James, quien perdió en tres ocasiones durante un periodo de cuatro años ante Golden State y eventualmente se sintió motivado a comenzar de nuevo con otro equipo. El ensamblaje de talento con el que cuenta los Warriors es difícil de vencer incluso si disfrutas de tu mejor nivel en la cancha, tal como fue el caso de Jerry West cuando fracasó en reiteradas ocasiones ante los Boston Celtics durante la década de los años 60.

Sin embargo, West y James se enfrentaron a dinastías, estando en el apogeo de sus condiciones, luchando valientemente hasta el final en cada oportunidad. Harden, hasta ahora, no ha podido decirlo.

La serie está apenas 1-0 y queda mucho tiempo para que Harden pueda cambiar la historia. No obstante, Durant ha tenido ventaja en años recientes y la aprovechó nuevamente en el Juego 1. Al final, ese es el tema primordial que definirá el destino de esta serie.