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Paul George y Kawhi Leonard "destinados" a jugar juntos

UNA MULTITUD SE REÚNE en la costa de Waikiki Beach, presenciando cómo una procesión de pasajeros sumamente altos se prepara para abordar el catamarán “Manu Kai”.

Al frente de la fila, Paul George anticipa las olas por la escalera, saltando para subirse al bote mientras las aguas retroceden, para así evitar que se mojen sus zapatillas blancas modelo Air Force One.

Detrás de él, a poca distancia, Kawhi Leonard, Patrick Beverley, Landry Shamet, Ivica Zuba y otros compañeros se suben para un viaje en bote en pleno atardecer. Hay algunas nubes inquietantes sobre el horizonte y el mar está bastante picado. Si bien el sol hawaiano brilla con fuerza, comienza a caer la lluvia mientras despega el “Manu Kai” para su viaje de una hora, marcado por el sonido retumbante emitido del caracol de un miembro de la tripulación.

La lluvia se disipa después de un par de minutos y un arcoíris destella sus colores desde los rascacielos del centro de Honolulu hasta la base del cercano cráter Diamond Head. Y mientras los LA Clippers disfrutan del momento (con el novato Mfioundu Kabengele reproduciendo “Pink Toes” en su iPhone), George y Leonard están sentados uno al lado del otro, charlando, riendo, conociéndose mutuamente.

George no hizo su debut con los Clippers hasta el 14 de noviembre, aunque pasó amplio tiempo con Leonard durante las semanas y meses previos. Asistieron a una cena de gala en Hollywood. Se sentaron juntos en la primera cena del equipo en el campamento de entrenamiento. Asistieron a la fiesta de cumpleaños de Lou Williams con temática de Noche de Brujas; George hizo su aparición como el Night King y Zubac como Jon Snow de la serie “Game of Thrones”; Montrezl Harrell se disfrazó como el Hombre Lobo, Patrick Patterson personificó al Rey Tutankamón y Williams se disfrazó como Michael Jackson en el video de “Thriller”. Leonard llegó como él mismo; decidió no disfrazarse.

Han compartido chistes internos en el chat grupal de jugadores. Y ambos se han quedado dentro del complejo de prácticas hablando sobre baloncesto dentro del vestuario después de que el resto de sus compañeros abandonaron el lugar.

“Realmente, él es un tipo divertido”, expresó George con respecto al tiempo que ha compartido con Leonard. “… La leyenda es cierta, hombre. La leyenda es cierta. Él ríe, hace chistes, se divierte”.

El viaje a Hawaii es su segunda travesía en un bote junos: los Clippers disfrutaron de una expedición de pesca en mar profundo a principios de la temporada baja.

“Para eso se presentan estas oportunidades y estos momentos: salir, compartir en grupo”, dice George. “Solo divertirse. Va a ocurrir de nuevo. No aceleramos nada. Eso es lo hermoso de todo esto. … Es grandioso cuando compartimos juntos en el gimnasio, la pasamos bien, nos nutrimos unos de los otros. Escuchamos lo que tenemos en mente, hablamos sobre baloncesto”.

Ni Leonard ni George fueron atletas de secundaria cotizados al máximo nivel. Tampoco contaban con el linaje universitario de sangre azul: George acudió a Fresno State y Leonard cursó estudios en San Diego State. Si bien los dos nativos del sur de California apenas comienzan a sentirse cómodos el uno con el otro fuera de cancha, sus trayectos se han cruzado desde la secundaria en formas que han hecho creer a ambos que estaban destinados a jugar juntos. Y comprenden que su química, en pleno desarrollo, será vital para sus aspiraciones por competir por el campeonato.

“Eso va a suceder”, dice George.


MIENTRAS EL CATAMARÁN navega por aguas revueltas, George se inclina sobre la baranda y admira la vista pintoresca de un centro de Honolulu bañado por el arcoíris.

En junio del 2017, George soñaba con un escenario diferente. Cuando el alero All-Star informó a los Indiana Pacers de que quería ser cambiado, surgieron varios informes que indicaban su deseo de volver a casa y jugar con Los Angeles Lakers. No obstante, George tenía otro equipo que encabezaba su lista de deseos. “Quería ser cambiado a San Antonio”, dice George.

“Queríamos primero ir a San Antonio y no lo hicimos posible”.

Una fuente vinculada a la NBA confirmó que los Pacers y Spurs sostuvieron conversaciones, aunque San Antonio carecía de los activos necesarios para juntar a George con Leonard. Los Lakers también querían a George, pero el entonces presidente del equipo Magic Johnson no estaba dispuesto a negociar el segundo puesto de selección del draft 2017 (que eventualmente sería utilizado para reclutar a Lonzo Ball) y Brandon Ingram, creyendo que eventualmente firmarían a George como agente libre.

“En lo que respecta a los Lakers, yo quería ir a Los Ángeles”, afirma George. “No lo hicieron posible. No lograron juntar algo. Pero yo dejé eso atrás (cuando me hice agente libre). Lo dejé atrás”.

Sam Presti, gerente general del Oklahoma City Thunder, eventualmente intervendría para adquirir a la estrella de los Pacers, aunque la idea de reunirse con Leonard seguía presente.

“Desde ese momento, intentamos reunirnos el uno con el otro”, dice George. “Intentamos hacerlo posible. (Después del cambio a Oklahoma City) tuve obligaciones que me hicieron querer regresar a Oklahoma y darle otra oportunidad. … Después, sentí que necesitaba pasar la página, que necesitaba ir en otra dirección y que necesitaba en ese momento hacer lo que había querido hacer durante toda mi carrera”.


POR COINCIDENCIA, George y Leonard fueron elegidos en el draft por los Pacers. George fue seleccionado en el décimo puesto en el 2010 y Leonard en el 15 del draft del 2011 antes de ser cambiado a los Spurs.

George recordó ver ese draft del 2011 y confundirse con la elección de los Pacers. Antes de conocer del cambio, se preguntaba por qué los Pacers elegirían a un jugador con la misma posición y con fortalezas similares. George se aprestaba a jugar su segunda campaña con los Pacers, y estaba intranquilo y nervioso por la idea de que Leonard podía asumir su puesto.

Leonard se hacía la misma pregunta.

“Pensaba: ‘Ya cuentan con un jugador versátil’”, dijo Leonard en julio pasado en su rueda de prensa introductoria. “Sin embargo, a medida que avanzaban nuestras carreras, veía como él se desarrollaba (cómo yo me desarrollaba) y me preguntaba (qué hubiera pasado) si ambos hubiésemos permanecido en Indiana”.

Apenas habían pasado dos veranos desde la primera ocasión en la cual George escuchó el nombre de Leonard. George acababa de terminar su temporada de novato y, mientras asistía a la LeBron James Skills Academy en el verano del 2009, oyó sobre un joven jugador con manos gigantescas que se aprestaba a jugar en San Diego State.

“Escuché decir que era bueno”, dice George. “Hablaban sobre su tamaño porque él era más joven que el resto. Todos nosotros íbamos a cursar segundo, tercer, cuarto año. Él era el novato, el joven allí. Todos querían ponerlo a prueba”.

No obstante, una lesión evitó que George conociera y jugara contra Leonard en el campamento.

Cuatro meses más tarde, Fresno State se preparaba para jugar contra San Diego State en el cuarto juego de la temporada. Un nombre salió a relucir para George en el reporte de escuchas de los Aztecs: Kawhi Leonard. Y una vez se encontraron en la cancha, George sentía que miraba a su clon.

“De inmediato supe a lo que me enfrentababa”, dijo George. “Jugaba de la misma forma que yo. Iba a retar en cada jugada. Él quería ser el mejor jugador en el tabloncillo, al igual que yo”.

“Tomé el pareo como algo personal, un deseo individual de ser el mejor en cancha. Y sentí lo mismo de su parte, rápidamente supe que él sería un jugador especial”.

Leonard admite que también utilizó el pareo como vara para medirse.

Recordaba a George como senior en la Escuela Superior Knight cuando Leonard era un junior en la Escuela Superior Martin Luther King en el 2008, y el nombre de George circulaba a través de los círculos del deporte en California del Sur. De hecho, ambos jugaron en el Honda Center el mismo día durante los campeonatos divisionales de escuelas superiores del 2008 en Anaheim, aunque Leonard no vio jugar a George debido a la hora de juegos.

“Tú sabes, el circuito AAU. Todos hablan. Los chicos se hablan. Dicen quienes han visto jugar y quienes tienen los ojos de los escuchas”, comentó Leonard tras la derrota de los Clippers el 13 de noviembre en Houston. “Sí, sabía mucho de él”.

“En su año de sophomore ya era considerado una selección top 10”, añadió Leonard. “Así que entendía que había subido el interés. Cuando jugamos, solo quería enfrentarlo para que los cazatalentos me pudieran ver”.


SENTADO AL LADO OPUESTO de George en el “Manu Kai”, la curiosidad de Leonard se apoderó de él. El vigente MVP de las Finales pide ver a su nuevo compañero ser entrevistado en un monitor inalámbrico. Sujetando el monitor con ambas manos, Leonard pasa unos minutos pendiente al dispositivo y observando todo desde la perspectiva de las cámaras digitales Red.

Más tarde, cuando el sol comienza a caer en la costa de Oahu, Leonard y George se mueven a la parte del frente del bote. George se sienta con sus compañeros de cara a la orilla antes de moverse en dirección a Leonard, quien se encuentra parado, recostado de una barandilla hablando con otros miembros de los Clippers.

Solo pasaron tres meses desde que se reunieron en un lugar no revelado para tramar un plan. Leonard contactó a George “unos buenos cuatro o cinco días” antes del cambio del 5 de julio, reclutándolo para hacer lo que no pudieron en el 2017: unir fuerzas.

“Nos reunimos y hablamos”, comentó George recientemente. “Antes del cambio, (hasta) antes de que se dieran las conversaciones”.

Juntos, tienen la oportunidad de hacer algo que nunca se ha logrado con los Clippers.

“Paul es uno de esos jugadores con los cuales siempre he querido jugar”, admitió Leonard, mientras compartía sentado junto a George y el dueño de los Clippers Steve Ballmer en julio. “Y creo que tenemos algo especial. Podemos hacer historia aquí”.

Poco después de que el “Manu Kai” regresó a la orilla, George caminó entre un grupo de turistas para volver al hotel del equipo. Leonard no está muy de lejos, sus caminos que se cruzaban anteriormente ahora son los mismos.

“Se siente como si es destino”, dijo George al ser presentado oficialmente en L.A. “Se supone que jugáramos juntos”.