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Cuenta regresiva hacia Tokio 2020: díganle Team USA, no Dream Team

Kevin Durant será el jugador veterano por excelencia en el Team USA de Gregg Popovich. Getty Images

Luego del triunfo de Serbia contra Estados Unidos en China 2019, recuerda Brian Windhorst en ESPN.com, FIBA promocionó las semifinales con esta línea narrativa: "El trono está vacante".

La selección de Gregg Popovich reflotó, en un mundo pre-COVID, fantasmas perdidos que parecían haberse olvidado luego de la frustración en los Juegos Olímpicos Atenas 2004. Caer ante Francia y Serbia de manera consecutiva, sumando una derrota adicional en la preparación al certamen global, dejó a aquel equipo de Estados Unidos con un récord doloroso de 7-3. Y entre pañuelos y lágrimas, bien vale pensar que pudo ser peor, porque si Turquía, rival en la fase preliminar, no fallaba un par de golpes fáciles con el mentón a la vista, la marca hubiese sido de 6-4.

El lejano tiempo en el que hablábamos de equipo de los sueños ha desaparecido para siempre. El célebre comisionado NBA David Stern logró que Barcelona 1992 tenga su primer -y único para quien suscribe- Dream Team, pero también construyó las bases para que el resto del mundo mejore de manera sustancial transformando, con selecciones distintas, sueños en pesadillas.

Siempre que pierde un equipo NBA estadounidense se habla en términos de "fracaso", "colapso" o "tragedia". Lo cierto es que si bien puede resultar preocupante en algunos casos, hay que evitar el dramatismo innecesario. Ya no da a lugar porque la era de los superhéroes forma parte de un básquetbol extinguido. En definitiva, aunque parezca increíble de entender para muchos, los demás también juegan.

Considerando el escenario actual en el que se encuentra el mundo, con las Finales NBA terminando casi en la misma fecha que el inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, el Team USA irá con un equipo respetable, armónico, que luce como candidato al oro pero que lejos está de tener una diferencia demasiado importante con el resto de los competidores al premio grande. ¿Son mejores que los demás? En los papeles, sí. ¿Pueden perder? En los papeles, también.

Si bien este equipo no tiene la etiqueta de redención en su espalda, sí tiene la necesidad de volver a darle un oro a su país. Demostrar que sus NBA son mejores que los del resto. Y la primera prueba de fuego importante la tendrá en la fase de grupos contra Francia, en la que participan cinco jugadores que compiten en la liga estadounidense (Nicolas Batum, Rudy Gobert, Evan Fournier, Timothe Luwawu-Cabarrot y Frank Ntilikina), y otros talentos experimentados que se desempeñan en el básquetbol europeo como Nando De Colo y Thomas Heurtel.

Gregg Popovich volverá a ser el entrenador en jefe del Team USA con Steve Kerr, Lloyd Pierce y Jay Wright como asistentes. Un coro de lujo que repite del Mundial de China pasado. Y entre los jugadores, hay una única estrella veterana, con triunfos para repartir, que es Kevin Durant. Su salud fue un interrogante tiempo atrás, pero viendo lo que hizo en Brooklyn Nets en los últimos playoffs, no parecería haber demasiadas dudas sobre su estado y sobre su vigencia.

Por supuesto, estos pueden ser los Juegos Olímpicos de Damian Lillard, de presente avasallante en los Portland Trail Blazers. Bradley Beal, el escolta de los Washington Wizards que fue máximo anotador de la temporada que pasó, y Jayson Tatum, hombre equilibrio de los Boston Celtics que estuvo en China 2019 y crece cada día más en su rol de estrella de la Liga, también serán piezas más que importantes. Lo mismo Zach Lavine con su versatilidad, Jerami Grant con su defensa y Draymond Green con su mix de talentos que lo convierten en Factor X de todos los equipos en los que juega.

Sin embargo, estos últimos jugadores -excelentes por donde se los mire- carecen de experiencia en básquetbol FIBA en esta clase de instancias. Se agrega que tres figuras de lujo que están en el roster: Devin Booker, Khris Middleton (este último integrante clave del equipo que jugó el pasado Mundial) y Jrue Holiday llegarán con el desgaste encima de jugar las Finales de la NBA.

A eso hay que sumar que los internos Bam Adebayo y Kevin Love, de pasado elite en la NBA, vienen de temporadas flojas con sus equipos. Sobre todo Adebayo: la falta de confianza del interno de Miami Heat en la derrota ante Milwaukee Bucks en postemporada contradijo todo lo esperado en comparación al dominio exhibido en la burbuja de Orlando.

Dicho esto, el Team USA es un equipo con jugadores excelentes, pero lejos está de ser un equipo de los sueños. Quizás si a esta armada se le hubiese sumado LeBron James, Anthony Davis, James Harden, Stephen Curry, Kawhi Leonard o Chris Paul, entre otros notables, podríamos estar diciendo otra cosa. Pero a los equipos llegan los que dicen sí, no los que dicen no o tal vez.

Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina. Las preguntas que nos hacemos tendrán respuestas en pocos días.

Es tiempo de jugar.