Varios jugadores renombrados han tenido un pobre desempeño en la primera mitad de la temporada de MLB 2024 y "se ganaron" un puesto en el equipo de la Línea de Mendoza.
En la primera mitad de la actual temporada de las Grandes Ligas, la ofensiva tuvo un ligero declive en relación con la temporada anterior, que había mostrado una pequeña mejoría, dentro del cuadro general de las últimas dos décadas, que bien podríamos llamar "segunda era de la bola muerta".
Cuando casi todos los clubes han jugado 90 de los 162 juegos del calendario, los bateadores de las ligas mayores (MLB) tienen porcentajes de .243/.312/.708 en promedio de bateo, OBP y OPS. La temporada pasada, la línea final en esos renglones fue de .248/.320/.734. En el 2022, la producción fue casi idéntica a la de este año (.243/.312/.706).
Entrando al último fin de semana de acción antes de la pausa del Juego de Estrellas, que de manera simbólica representa el Ecuador de la temporada, solamente 10 bateadores calificados (3.1 apariciones al plato por cada juego celebrado por el equipo) están bateando por encima de .300 y 13 presumían de un OPS (la suma del Slugging y el OBP) superior a los .900.
Once bateadores han pegado 20 o más cuadrangulares y siete superan la barrera de los .400 en OBP, pero solamente Aaron Judge (.424 y 32 jonrones) y el dominicano Juan Soto (.428 y 21 jonrones), de los New York Yankees, y el japonés Shohei Ohtani (.402 y 28 jonrones), de Los Angeles Dodgers, son los únicos en ambas listas.
La ofensiva general en MLB ha sufrido un apagón en el siglo XXI, que comenzó oficialmente en enero del 2001. En la temporada del 2000, la última del siglo XX, los bateadores tuvieron .271/.345/.782 en AVE/OBP/OPS y eso cayó a .264/.332/.759 al año siguiente y luego siguió decreciendo cada año hasta llegar a los actuales niveles.
El slump de dos décadas ha convertido en rutinario que los equipos, incluso los mejores y más ganadores, tengan en su alineación titular dos o tres jugadores con promedios de bateo que rondan los .200 puntos y, en el peor de los casos, por debajo de la infame "Línea de Mendoza".
El infielder mexicano Mario Mendoza, quien jugó nueve años en MLB entre 1974 y 1982, fue famoso por sus grandes cualidades defensivas y pobre ofensiva. Mendoza bateó por debajo de .200 en cinco ocasiones, nunca por encima de .221 y en una carrera de 686 juegos, 1,456 viajes al plato y 1,337 turnos oficiales, bateó .215.
De acuerdo con el mismo Mendoza, la referencia "Línea de Mendoza" nació en 1979, su primera temporada con los Seattle Mariners y en la que perfilaba terminar con promedio menor a .200 por cuarta vez en seis años. El chihuahuense bateó .198 ese año y la referencia "Línea de Mendoza" quedó establecida como sinónimo de promedio de .200 o pobre ofensiva.
Esta temporada, en una liga que batea .243, decenas de jugadores renombrados, titulares o semi-titulares tienen porcentajes de bateo inferior a los .200.
Para armar nuestro equipo de la Línea de Mendoza de la primera mitad de la temporada 2024, establecimos como requisito haber agotado 130 turnos, y agregamos el OPS para tener una mejor idea del desastre ofensivo del jugador en cuestión, en cada posición.
Es bueno aclarar que en cada posición había múltiples candidatos con los requisitos para hacer el combinado, pero el puesto fue asignado al de más bajo promedio de bateo.