Antes de comenzar la temporada Dodgers y Yankees lucían como los equipos a derrotar en la Liga Nacional y Americana, respectivamente. Cuando entramos en agosto esa condición se tambalea.
Los Angeles Dodgers y los New York Yankees, que comenzaron el año como los grandes favoritos para representar a sus circuitos en la Serie Mundial de Grandes Ligas (MLB) del próximo octubre, se encuentran acorralados y batallando por sobrevivir en sus propias divisiones, cuando restan un poco más de siete semanas al calendario de la serie regular.
Los Angeles y Nueva York tienen idénticos récords de 14-16 desde el 1 de julio, lo que ha erosionado grandemente la imagen de clubes súper poderosos que tenían cuando abrieron los campamentos de entrenamientos en febrero y que tuvo su punto más alto para el enfrentamiento que sostuvieron en el Yankee Stadium en el fin de semana del 7 al 9 de junio.
Antes de que arrancara ese choque de titanes en el Bronx, los Yankees tenían ocho victorias seguidas y comandaban las ligas mayores con marca de 45-19, en tanto que los Dodgers (39-25) controlaban la División Oeste de la Liga Nacional con una ventaja de ocho juegos, la más holgada en las seis divisiones de MLB.
Muchas cosas cambiaron desde entonces.
Los Dodgers (66-49) han reducido su ventaja en la división de 9.0 juegos el jueves 20 de junio a 2.5 juegos, sobre unos San Diego Padres que tienen foja de 18-10 desde julio 1, 8-2 en sus últimos 10 compromisos y cinco triunfos consecutivos.
Los Arizona Diamondbacks, que representaron a la Liga Nacional en la última Serie Mundial, han ganado 22 de sus últimos 32 encuentros para pegarse a 3.5 de Los Angeles y crear una batalla de tres por el sector ocidental del viejo circuito.
Los Dodgers ganaron el banderín divisional en 10 de las anteriores 11 temporadas, pero fueron eliminados en la primera ronda de la postemporada por San Diego y Arizona, respectivamente, en los últimos dos años.
Nueva York (68-48), que el 6 de junio tenía ventaja de 4.5 juegos en el tope de la División Este de la Liga Americana, entra al fin de semana empatado con los Baltimore Orioles (68-48), después que estuvieron tres juegos detrás el 9 de julio. Nueva York mantiene una distancia de cuatro juegos en el primer comodín del joven circuito.
Pese al dudoso presente que atraviesan, ESPN BET mantiene a Dodgers y Yankees (empatados con Baltimore y Philadelphia Phillies) como los conjuntos que más probabilidades tienen de avanzar a la postemporada (+50,000). Sin embargo, una cosa es asegurar por lo menos una plaza Wild Card y otra muy distinta es ser considerado principal candidato a la Serie Mundial.
Para recuperar el lugar que ocuparon hasta hace un mes en el imaginario de la industria, los Dodgers y los Yankees necesitan, primero, recuperar a algunas de sus principales piezas de la lista de lesionados y, segundo, que varios actores que han estado por debajo asuman sus roles.
Nueva York, que se ha pasado la mayor parte del año dependiendo de los bates de los jardineros Aaron Judge y Juan Soto, sufrieron un gran susto el jueves, cuando el valioso torpedero Anthony Volpe abandonó el juego contra Los Angeles Angels, tras golpearse el pie izquierdo con un foul.
El mánager Aaron Boone dijo que las radiografías del pie de Volpe dieron negativo, pero no estaba seguro de si Volpe estará en la alineación el viernes contra los Texas Rangers. Volpe, quien tiene 40 extrabases, 20 robos y 74 anotadas (además de su sólida defensa, ha sido por mucho el Yankee más destacado, después de Judge y Soto.
El inicialista Anthony Rizzo, quien no juega desde el 16 de junio por una fractura del antebrazo derecho, ya está realizando actividades de béisbol y los médicos de los Yankees consideran que podrá regresar en la última semana de agosto o la primera de septiembre.
Pero Nueva York también requiere de pronta mejoría de varios jugadores regulares que están lejos de justificar su permanencia en la alineación titular, como el jardinero Alex Verdugo (.236, 10 HR, .670 OPS), el intermedista venezolano Gleyber Torres (.235, 10 HR, .665 OPS) y el infielder norteamericano DJ LeMahieu (.194, 2 HR, .537 OPS), principalmente.
Después del novato dominicano Luis Gil (12-5, 3.06 en 117.2 innings), ninguno de los abridores regulares de Aaron Boone tiene efectividad por debajo de 4.00. El estelar Gerrit Cole, ganador del premio Cy Young de la Liga Americana en 2023, tiene promedio de carreras limpias de 5.03 en ocho salidas, el peor desempeño de su carrera.
Los Dodgers, que han sido acarreados por el toletero japonés Shohei Ohtani, están jugando sin algunas de sus piezas principales desde hace dos meses, pero las noticias que salen del departamento médico son positivas.
El torpedero Mookie Betts (fractura en la mano izquierda el 16 de junio) jugará encuentros simulados la próxima semana y está programado para regresar a la acción real desde el lunes contra los Milwaukee Brewers.
El antesalista Max Muncy, quien no juega desde el 15 de mayo por una lesión en el oblicuo derecho, y el utility Tommy Edman, quien fue adquirido desde los St. Louis Cardinals en medio de un proceso de rehabilitación de una muñeca operada y un tobillo lastimado, se reportaron en el fin de semana a Oklahoma, la sucursal Triple A, para buscar el ritmo de juego.
El lanzador Walker Buehler permitió una carrera y ponchó cinco bateadores en 5.1 IL el jueves en Triple A por lo que es posible que regrese al equipo grande para la serie en Milwaukee. Buehler fue operado del codo el año pasado y tuvo efectividad de 5.48 en ocho salidas antes de ir a la lista de lesionados el 19 de junio con la cadera derecha inflamada.
El relevista Blake Treinen (molestia en la cadera) regresaría a más tardar cuando concluya su visita a la lista de lesionados (20 de agosto), mientras que el novato japonés Yoshinobu Yamamoto, quien no lanza desde el 15 de junio por tensión del tríceps derecho, ya ha realizado dos sesiones de bullpen y está programado para enfrentar bateadores en Milwaukee.
Si todo va bien en lo adelante, Yamamoto podría volver a la rotación de los Dodgers a tiempo para la carrera por los puestos de playoffs en septiembre.