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Cuba: ¿Son peloteros libres o de Serie Nacional?

Las relaciones entre EE.UU. y Cuba se han movido hasta cerca de ser normalizadas, un punto que se acercará más el martes, cuando los Rays de Tampa Bay jueguen contra el equipo nacional de Cuba en La Habana.

Así que todo tiene que estar claro, ¿verdad? Bueno... no. Al menos no todavía. Pero definitivamente hay señales que indican que el cambio --un cambio real-- pudiese lograrse.

Los peloteros cubanos todavía tienen que ''desertar'' para tener la oportunidad de jugar en las Grandes Ligas, y eso sigue siendo un tema espinoso para MLB y la Asociación de Jugadores de MLB. Las deserciones de los hermanos Gurriel, Yulieski y Lourdes, el mes pasado indican que nada ha cambiado realmente.

''Si pudiéramos llegar a un acuerdo para resolver este problema, eso atraería mucha atención''', dijo el comisionado de la MLB, Rob Manfred. ''No puedo decir que estamos cerca. Es una posición muy incómoda para nosotros estarlo. Me siento cómodo al decir que nosotros, los clubes y las Grandes Ligas, estamos al final de este camino. La economía es lo que es y estamos al final de esto. Sin embargo, nosotros no estamos controlando lo que está sucediendo''.

Pero la semana pasada, la administración del presidente Barack Obama anunció nuevas reglas que permiten a los ciudadanos cubanos recibir pagos por trabajar en los EE.UU. En esencia, las medidas son un enorme revés para aquellos que quieren reforzar el embargo comercial, y a su vez, abren las puertas para los peloteros jueguen para los clubes de grandes ligas y mantengan su dinero sin desertar de Cuba.

Pero hay una pregunta evidente: ¿Son los peloteros libres de abandonar, o ellos todavía pertenecen a la Serie Nacional (la liga de béisbol de Cuba) y por lo tanto no son libres de dejar sus equipos?

La pregunta, que aún no se ha contestado, es parte de todo el lío que ha envuelto a los cubanos desde que el embargo de Estados Unidos se puso en marcha en 1962. Pero no fue hasta los últimos 10-15 años que los beisbolistas han decidido abiertamente desertar y poner a prueba sus habilidades en el nivel de las mayores. La lista de desertores es impresionante: los hermanos Liván Hernández y Orlando 'El Duque' Hernández, Rey Ordóñez, Aroldis Chapman, Yoenis Céspedes, Yasiel Puig y José Abreu han puesto de relieve esa lista.

''Fue la decisión más difícil que he tenido que tomar''', dijo el relevista Danys Baez, que desertó en 1999, firmó con Tampa Bay y pasó a lanzar 10 años en las mayores. ''Para aquellos que piensan que es una decisión fácil dejar atrás tu familia y tu país de origen sin saber si alguna vez podrán volver, inténtenlo''.

Y ni siquiera comenzar a hablar de los peligros implicados. En primer lugar, los jugadores deben hacer frente a los traficantes de personas, que han orquestado varias deserciones y, a veces, son parte de los carteles de alta peligrosidad. Uno jugador activo de grandes ligas, que optó por permanecer en el anonimato y desertó hace unos años, dijo que va a estar enganchado con el pago a un cartel a lo largo de su carrera en las mayores.

''Más que nada, es un tema muy difícil y delicado'', dijo el director MLBPA, Tony Clark. ''Pero por otro lado, creo que todos los involucrados tienen la misma preocupación --ofrecer a todos el sueño de jugar en las mayores con seguridad. Pero siguen existiendo muchos obstáculos, tanto políticos como personales''.

Una cuestión importante es que hay cuatro entidades que tratan de negociar el cambio de modo que los jugadores puedan moverse libremente --Grandes Ligas, la Asociación de Jugadores, y, los más importantes, los gobiernos de Estados Unidos y Cuba.

Queda por ver qué sistema será implementado para que los jugadores cubanos puedan firmar con clubes de MLB. ¿Será un sistema de posting, similar al que utilizan los japoneses para permitir firmar a los jugadores con clubes de Grandes Ligas? Una diferencia importante es que los nipones son propiedad de clubes privados de propiedad japonesa. En Cuba, no hay clubes de propiedad privada. El estado posee y dirige toda la Serie Nacional.

El partido de exhibición del martes es la primera participación de un equipo de MLB en Cuba desde 1999, cuando los Orioles de Baltimore jugaron contra el equipo nacional cubano en una serie de dos partidos, uno en Cuba y otro en Baltimore.

Nada vino de esa visita histórica. La creencia actual es que esta visita de Rays puede ser señal de un cambio real y posiblemente conducir a futuros juegos en Cuba, incluyendo los que implican dos clubes de las mayores.

También existe la posibilidad de una lista combinada de Cuba, llevando a los jugadores que han desertado y los que quedan en la isla para crear un equipo unificado para el año próximo en el Clásico Mundial.

''Si eso llegara a suceder, creo que sé quién sería el campeón'', dijo el legendario lanzador cubano Pedro Luis Lazo, que ha ganado medallas de oro olímpico e internacionales y fue parte del equipo Cuba en la primera edición del Clásico Mundial en 2006. ''Definitivamente sería nuestro equipo cubano''.

Una fuente del Departamento de Estado dijo que el plan ideal del presidente Obama es que el deshielo de las relaciones progrese hasta el punto en que el próximo presidente no sea capaz de revertir cualquiera de los cambios que se realicen antes de enero del próximo año.

Si bien ninguno de los involucrados es ingenuo, decir béisbol es el empuje principal detrás de las diferencias entre los dos países, también hay una facción que cree que el béisbol podría ser una fuerza impulsora detrás de los esfuerzos del gobierno para salvar sus diferencias.

''Yo propondría, cuán loco fue aquel ping-pong que jugó un papel en la apertura de China?'', preguntó Manfred. ''Tratamos de encontrar temas comunes y puntos en común, y el béisbol tiene ese cualidad entre los EE.UU. y Cuba''.