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Jóvenes y veteranos de los Cachorros impulsan el histórico éxito de Chicago

El gran arranque de temporada de los Cachorros les ha dado muchos motivos de celebración. ¿Cómo han llegado hasta aquí? Jonathan Daniel/Getty Images

Ellos están transitando un camino hacia algo mágico. Hacia la historia. Hacia momentos que pueden cambiar la vida de una metrópolis. Pero ¿acaso estos sorprendentes Cachorros de Chicago se dan cuenta que esto podría no ocurrir, que podría ser que esto no se materialice?

Y no, no porque ellos sean los Cachorros. Es porque ellos son demasiado jóvenes. Demasiado jóvenes para ser tan buenos. Demasiado jóvenes para ser tan grandiosos. Demasiado jóvenes para tener un mejor diferencial de carreras en este punto que los Yankees de 1927. Demasiado jóvenes para ser uno de esos equipos que pueden encontrarse a si mismos hablando sobre leyendas.

He aquí lo que queremos decir. De los 10 jugadores de posición de los Cachorros que han tenido 100 apariciones en el plato esta temporada, seis de ellos tienen 26 años o menos. Digamos que la historia nos dice que los equipos como estos no tienen temporadas como estas. Y he aquí la prueba.

• Los tres equipos más ganadores en los últimos 25 años son los Marineros de Seattle de 2001 (116 victorias), los Yankees de Nueva York de 1998 (114) y los Bravos de Atlanta (106). Esos Marineros tuvieron un jugador de menos de 27 años con 300 apariciones en el plato (Carlos Guillén). Esos Yankees tuvieron dos (Derek Jeter, Jorge Posada). Esos Bravos tuvieron tres (Chipper Jones, Andruw Jones y, por supuesto, Tony Graffanino). Así que los Cachorros tienen tantos "regulares" tan jóvenes como esos tres equipos históricos de forma combinada.

• ¿Cuál fue el último equipo en llegar a la Serie Mundial con seis jugadores, con 26 años o menos, que tuvieron por lo menos 300 apariciones en el plato? Esos fueron los Atléticos de Oakland de 1988, Hace casi tres décadas.

• ¿El último equipo en ganar la Serie Mundial con por lo menos seis jugadores, de 26 años o menos, con tantas apariciones en el plato? Fueron los Mets de Nueva York de 1969. Hace casi cinco décadas.

• ¿Y el último equipo en ganar por lo menos 105 partidos en una temporada con seis "regulares" de 26 años o menos? Fueron los Cardenales de San Luis de 1943. Hace más de siete décadas atrás.

Pero Anthony Rizzo nunca recibió ese memorando. Kris Bryant nunca lo recibió. Addison Russell, Javier Báez, Jorge Soler e incluso Jason Heyward (que también tiene 26 añow) se sorprenderían de escucharlo.

Se supone que les tome mucho tiempo a jugadores tan jóvenes como estos el aprender a ganar, ¿cierto? Pero uno nunca lo sabría, a juzgar por como se ve este equipo en el terreno, con ritmo para llegar a las 114 victorias.

"Para mí, pienso que lo que sobresale de estos chicos es el I.Q. de béisbol que tienen", dijo Jon Lester, quien llegó a Chicago hace un año esperando cosas buenas - pero no esto. "A muchos chicos jóvenes, les toma un año o dos el entender no necesariamente el juego, sino entender todo esto, el asunto de ser un ligamayorista. ... Así que, para mí, eso ha sido la mayor sorpresa y la más agradable. No hubo una curva de aprendizaje".

Pero tenemos esto acabado de recibir: Lo que ustedes están viendo no ocurrió por accidente. No fue por suerte. No fue por casualidad. No fue por algún milagro de béisbol impactante. Esto fue diseñado de esta forma. Existe un método de operación detrás de lo que otros podrían considerar como una locura (ejemplo de ello fue cuando se disfrazaron con unos trajes de época.)

Los Cachorros tienen una oficina central que está bien sintonizada con el propósito de encontrar jugadores con ese I.Q. de béisbol. Ellos tienen un manager cuyo modo de operación es crear una atmósfera que le permita a los jugadores jóvenes el ser ellos mismos y encontrarse a sí mismos. Y ellos han logrado juntar a mentores veteranos que saben ganar, que lo entienden y que se salen de su camino para esparcir lecciones de béisbol y de vida prácticamente 24/7.

Hablaremos de como todas esas piezas se juntan en breve. Pero nada de eso importaría a menos que la galaxia de chicos estelares fuera especial. Y los Cachorros también han logrado cubrir.

"Este es un grupo que quiere ser grande", dijo el receptor/rey de los filósofos David Ross. "Addison Russell quiere ser grande. Kris Bryant quiere ser grande. Ellos son perfecconistas. Ellos quieren ser estrellas. Ellos son estrellas. Ellos quieren ser jugadores ganadores - y gente ganadora".

Ahora todos estos ingredientes podrían juntarse para producir uno de esos equipos que solo se ven una vez en cada generación. ¿Cuáles son las fuerzas que están haciendo esto posible? Aquí van. ...

Porque ellos han dominado la mixología

Como hemos mencionado, siempre hemos pensado que el aprender a ganar se supone que sea un camino largo y doloroso y que con frecuencia está lleno de altas y bajas, victorias y derrotas, durante muchos, muchos años. Así que ¿cómo es posible que para este grupo ese viaje haya parecido como que ha durado solo unos 20 minutos?

"Para ser honesto", dijo Rizzo, "es gracias a los jugadores más viejos".

Bueno, él debe saberlo. ¿Se podría pensar que es una especie de rara coincidencia que las jóvenes estrellas de este equipo están rodeadas de cuatro jugadores veteranos que han ganado una Serie Mundial -- Lester, Ross, John Lackey y Ben Zobrist -- además de un cuerpo de entrenadores llenos de hombres que han jugado o entrenado en octubre? Eh, no exactamente.

"Pienso que tenemos un buen balance aquí", dijo el manager Joe Maddon, apuntando en dirección al camerino. "Aquí hay chicos jóvenes que están aprendiendo a ganar. Pero tenemos jugadores veteranos que ya han ganado y que definitivamente los han mantenido en línea".

A medida que Maddon comienza a explicar sus cuentos de cómo funciona eso y por qué eso importa tanto, una cosa se hace clara: Para él, el tener ese balance no es opcional. Es algo mandatorio.

"Uno tiene que tenerlo, para aprender cómo ganar", dijo. "Si uno tiene un cuarto lleno de chicos jóvenes, te prometo que no vas a tener el mismo tipo de éxito. Simplemente no va a ser así".

Pero de nuevo, si esos jugadores veteranos no fueran de un cierto tipo de jugadores y personas, esa mezcla no funcionaría tampoco. Pero Ross, Lester, Lackey y Zobrist se sienten casi como piezas que encajan a la perfección. Ellos son pacientes. Ellos son profesionales. Ellos son agradables y acogedores. Y ellos están a favor de lo que sea con tal de mejorar en la construcción de un equipo, desde las risas hasta las lecciones hasta la siempre importante atención al detalle.

Ellos enfatizan en la implacable energía y el enfoque que son ingredientes esenciales diarias para ganar en las Grandes Ligas. Ellos piensan sobre el juego ya sea que les toque jugar ese día o no. Ellos corren detrás de cada pelota, ellos juegan cada jugada, exprimen cada lanzamiento. Y ellos ponen un énfasis excepcionalmente alto en el equilibrio día a día que algunas veces puede ser el ingrediente más difícil de aprender para los jugadores jóvenes.

"Lo más importante que yo veo, como un todo, es que aquí los chicos más viejos tienden a minimizar las situaciones malas y a exaltar las buenas", dijo Ross. "Tú sabes, cuando las cosas van mal, nosotros solemos decir, 'OK, relájate. Hay que pasar la página. Sí, tuviste un mal día. Pero vuelve mañana y los dominarás'. El mensaje que queremos llevar siempre es, 'Confiemos en el hoy y en nuestro proceso de cómo ganar'. Ese siempre ha sido el enfoque desde que llegué aquí. Y pienso que ese es el enfoque ganador de los equipos en los que he estado".

Pero también está presente este elemento importante: Si los chicos en el salón de clase no están metidos en la lección, todo se convierte en un gran desperdicio de energía. Sin embargo, si observan a este equipo de cerca, digamos que no toma mucho tiempo darse cuenta que eso no es un problema.

"Ellos están hambrientos de conocimiento, y también ellos son realmente maduros para su edad, como grupo", dijo Ross. "Yo no sé a qué se le puede atribuir, pero ellos escuchan realmente bien. Ellos toman bien las críticas. Y pienso que eso tiene mucho que ver con su carácter, su disponibilidad de querer ser mejores y ser grandes".

Y que esa voluntad, esa apertura, permite que se desarrolle otra parte importante del proceso, aparentemente en cada minutó de cada día. ...

Por qué ellos saben lo que dicen

Este es un equipo que no solo está aspirando a liderar la liga en efectividad y porcentaje de embasamiento (ERA y OBP, por sus siglas en inglés). Los Cachorros también se enorgullecen en liderar la liga en GBT.

"Ellos tienen muchas conversaciones buenas de béisbol, las que sostienen con regularidad", dijo Ross. "Existe una hambre real aquí por lo que llamamos el GBT: great ball talk (grandes conversaciones de béisbol). Así que en el momento en que realmente sostenemos una buena conversación sobre el juego, o cómo nos salieron las cosas, o como se siente el ganar, eso es lo que llamamos el GBT".

Por supuesto, esas conversaciones son parte diaria de la vida diaria. No son solo "más en este equipo, a edad temprana", dijo Heyward, cuyo camino hacia Chicago tuvo paradas en equipos con muchos veteranos como Atlanta y San Luis.

Esas GBT parecen surgir en todas partes, dijo Rizzo. En la cena. En el almuerzo. En los vestíbulo de los hoteles. Y por supuesto en los estadios. Antes de los partidos. Después de los partidos. Algunas veces durante los partidos. Y en lugares poco convencionales - digamos como, el montículo de un lanzador.

"El otro día, tuvimos una en el montículo", dijo Rizzo. "Rossy salió, y básicamente se hizo cargo de toda la reunión. Dijo, 'No vamos a dejar que este tipo nos gane. Si ellos utilizan un bateador emergente por el siguiente en turno, entonces se quedarán sin jugadores en la banca, y van a tener que extender el uso de su lanzador'. Él estaba como adelantado por ocho pasos del resto de nosotros, y yo estaba sorprendido. Yo me sentía súper emocionado. Estaba tan enfocado en el juego. Me encanta acudir a él para lo que sea. Trato de vencerlo con algún reto. Pero es imposible. Yo sé que no puedo. Pero suelo hacerle buenas preguntas".

Pero no es solo Rizzo. Cuando él está hablando, como por ejemplo 45 minutos luego de un partido la semana pasada, cerca de 15 de sus compañeros se reunieron alrededor de Ross y Lackey, hablando sobre lo que había sucedido en ese terreno de béisbol por el túnel hacia el camerino. Es la imagen perfecta de lo que son estos Cachorros y lo que hacen, día tras día, a medida que navegan por la temporada. Pero existe otro nivel para este proceso...

Por qué la libertad importa

El secreto de este equipo yace en una de las palabras favoritas de Maddon - balance. Pero no se trata solo de un balance entre la juventud y la experiencia. Existe otro acto de balanceo en este lugar, uno que es típico de Joe Maddon.

Es un balance entre permitir un nivel inusual de libertad personal a los jugadores, mientras, al mismo tiempo, predicar la importancia del "Equipo", con una E mayúscula. Es un reto el mantener algo así, especialmente en un equipo con tantos jugadores jóvenes. Pero para el manager, es vital para la misión el ganar con tantos jugadores jóvenes.

"De la mejor manera que puedo describir esto", dijo Maddon, "es que este es un equipo que es profesional, que es maduro, que sabe cómo manejar los momentos. Mientras más libertad uno les da, más respeto y disciplina uno recibe a cambio".

¿Cuántos managers en este deporte, o entrenadores en los otros deportes, creen eso, permiten eso, se la juegan para dejar que eso funciona, o incluso dependen de ellos para que trabaje? Pocos, muy pocos. Pero Maddon ni siquiera comprende la alternativa.

"El componente de la libertad realmente trabaja a favor nuestro", dijo, enfatizando con pasión cada sílaba. "Yo no tengo ninguna regla. Pero no existe una razón para no tenerla. Los chicos se encargan de lo suyo diariamente. Y si algo sale mal, alguien allá afuera se encargará de ello".

Por último, existe una parte más de esto que puede parecer contradictorio para gran parte del mundo deportivo: Mientras más joven sea el equipo, más importante es esa libertad.

"Es que uno quiere verlos jugar tan bien como ellos puedan", dijo el manager. "Si uno quiere ponerle más gobernabilidad a alguien, es posible que vea algo agradable, pero no vas a verlos tan buenos como pueden ser".

Así que ¿cómo funciona eso? ¿Cómo se traduce eso desde la primera entrada hasta la novena cada día?

"Nunca los he visto jugar asustados", dijo Lester sobre las jóvenes estrellas a su lado. "Y eso es otro testamento a Joe. Él siempre recalca el mismo punto, 'Prefiero verlos cometer de forma agresiva el mismo error que jugar de forma tímida y hacer lo incorrecto'. Así que pienso que eso realmente ayuda a estos chicos a relajarse. Ellos pueden decir, 'Oigan, si lo intento un poco más que lo esperado, eso no importa, porque mi equipo me respalda'".

Y si eso funciona en el terreno, está teniendo un impacto mayor fuera del terreno.

"Él deja que los chicos sean ellos mismos", dijo Ross. "Y he aquí la razón por la que eso es algo grande. A medida que recuerdo [a otros equipos], el mayor problema que uno tiene en ocasiones es cuando uno quiere que todo el mundo encaje en el mismo molde - que sean tal persona o esta otra persona, o que jueguen de cierto modo porque 'esa es la manera en que nosotros jugamos'. Pero no todo el mundo encaja en ese molde. Joe tiene la habilidad de dejar que los chicos sean ellos mismos y dirigir alrededor de eso".

Es una habilidad que le ha servido bien a él y a sus equipos, a pesar que no todo el mundo afuera de eso lo entiende o cree en eso. Pero existe una razón más para que este grupo de jugadores jóvenes esté jugando como el mejor equipo en el deporte. ...

Por qué ellos lo han vivido

Lo que pasó el año pasado, a los Cachorros en 2015, no se suponía que pasara. No se suponía que ese fuera El Año. No se suponía que fuese un equipo construido para ganar 97 juegos o que llegara a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Simplemente pasó. Pero ahora este equipo se está alimentando de los momentos que han vivido y compartido. Porque sin importar lo mucho que uno hable sobre el juego, te prepares para el juego, o pienses que estás listo para lo que venga con eso, nada vence el hacerlo, el vivirlo, el experimentarlo.

"Hasta que comenzamos a ganar el año pasado, realmente uno no había comenzado a aprender a ganar", dijo Rizzo. "El año pasado fue una gran experiencia para todos nosotros. Y esperamos que esa experiencia se quede con nosotros por el resto de nuestras carreras. ... Uno se prepara para ello. Y uno puede depender de esa presencia veterana. Pero pienso que hasta que uno pase por eso, no estoy seguro de que uno entienda lo que se necesita para ello".

Obviamente, eso no es cierto solamente para este equipo. Pero podemos pensar en por lo menos una razón para que signifique algo extra para este equipo. Y con eso queremos decir ... ¿han escuchado el rumor de que los Cachorros no han ganado una Serie Mundial en más de un siglo?

"Pienso que el año pasado realmente les enseñó mucho sobre cómo ganar", dijo Lester, "porque uno tiene chicos aquí que son jóvenes, que nunca han ganado, y tienes otros chicos que han estado aquí por varios años y que han pasado por muchos momentos malos y que nunca han ganado. Así que pienso que el año pasado realmente pasamos la página de, 'Estamos acostumbrados aquí a perder', a 'Nosotros sabemos que podemos ganar si jugamos buen béisbol'. ... Así que el pasar por lo que pasamos el año pasado, donde realmente no se esperaba que hiciéramos nada, realmente le ha ayudado a estos chicos este año".

Por supuesto, en algunas formas, ellos no han hecho nada todavía. Ganaron un juego entre comodines y una serie divisional el año pasado. Pero fueron barridos en la SCLN. Y ocho meses después, lo que han hecho es tener un inicio de temporada potencialmente histórico. Pero no le digan a Maddon que es demasiado temprano para decir que este grupo ha aprendido a cómo ganar.

"Pienso que es ahí donde la gente se confunde", dijo. "No haber ganado la Serie Mundial no significa que uno no haya aprendido a cómo ganar. Muchas veces [en la postemporada], eso es un juego de azar. ... Ese es el hilo en esos momentos particulares. Pero si miras nuestro record desde la segunda mitad del año pasado hasta ahora, no es malo. Y eso me indica que a nuestros chicos les gusta ganar, que saben cómo ganar, y más que cualquier otra cosa, a ellos no les gusta perder".

Ese record desde el receso del Juego de Estrellas del año pasado hasta ahora: ¿Qué tal 93-43* - una marca nunca igualada por equioos tan poderososa como los Yankees de 1936 o los Mets de 1986? ¿Y esos primeros 61 juegos de esta temporada? Son igualmente históricos, completados con el diferencial de carreras más grande (más-162) de cualquier equipo en la Liga Nacional desde los Gigantes de Nueva York de 1912.

Pero ¿saben cuál es la señal real de un equipo que ha aprendido a ganar? Que apenas ha notado algo de eso. Y así son los Cachorros de 2016, dónde el 1908 no importa - ni tampoco lo que les espera en el otoño de 2016.

"No puedes quedarte atrapado en el futuro, en lo que viene", dijo Maddon. "Se trata del hoy. Y si estás allá afuera haciendo algo especial, y sigues acumulando los hoy, el futuro se resolverá por sí solo".