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Calor y color en fiesta inaugural de Dodgers ante SD en Los Ángeles

La fiesta de inauguración de temporada de los Dodgers de Los Ángeles, en su duelo frente a los vecinos Padres de San Diego, que finalizó con una verdadera paliza para los hombres de azul, tuvo un poco de todo.

La institución celebra los 60 años como franquicia angelina y al menos, dentro de la última mitad de este lapso, he tenido la oportunidad y el privilegio, si se quiere, de haber estado presente en este tipo de fechas, que generalmente, se programan alrededor de la 1 de la tarde.

El legendario y ya octogenario Tom Lasorda, el último timonel que condujo a la entidad a la conquista de una Serie Mundial, encabezó los actos protocolarios previos a la jornada.

El inmueble de Chávez Ravine, como siempre, lucía impecable, con gran colorido, con su alfombra verde cuidadosamente rasurada, luciendo en el centro del parque la inscripción de LA, las iniciales del equipo, entrelazadas, que simbolizan la pasión deportiva más importante de esta ciudad.

Entre los asistentes al duelo entre angelinos y sandieguinos, este lunes, se destacó el exfutbolista inglés David Beckham.

¿Acaso estará buscando el exjugador del Galaxy, alguna parcelita en las inmediaciones del Parque Elysian, para construirle su casa propia a la franquicia que la MLS le concediera?

Beckham ha enfrentado todo tipo de obstáculos para encontrar dónde establecer un equipo, en el área de Miami, Florida, que está supuesto a convertirse, presumiblemente, en la temporada 2020, en la franquicia número 24 de la Major League Soccer.

También se podría especular con la idea de que el popularísimo ex mediocampista de la selección inglesa, ha venido a tomar nota sobre cómo se debe organizar un juego inaugural, para cuando tenga que presentar a su equipo en la sociedad emelesera.

Mientras tanto, en la tribuna, se podían encontrar a los aficionados de siempre, los que han estado en casi todos los juegos de este equipo, desde que llegara procedente de Brooklyn, para instalarse, temporalmente, en el Coliseo Memorial, a mediados del siglo pasado.

También se dieron cita algunos seguidores de la franquicia azul que se reportaron enfermos a sus trabajos.

''Espero que mi patrón no esté viendo el juego en la televisión'', decían. Para muchos, los más jóvenes, era su primera experiencia en un juego de apertura en Chávez Ravine.

Y si bien es cierto que los Padres jamás le han regalado nada a sus vecinos del norte y quizá por ello, en el inicio mismo de la contienda inaugural, en la fiesta de los dueños de casa, salieron decididos a arruinarle lo que era la séptima ocasión consecutiva en que el estelar Clayton Kershaw aparecía sobre el promontorio, para el primer encuentro de la temporada.

Aunque, luego de propinar el primer golpe, de tomar ventaja en la primera entrada del duelo, la respuesta de la muchachada de Dave Roberts fue rotunda, contundente y encabezados por el madero de Joc Pederson, no solo le dieron la vuelta a la tortilla, en menos de tres episodios, sino que convirtieron la contienda en una pachanga, o si se prefiere, en una práctica de bateo para los de casa.

Y mientras contábamos carreras, observábamos que el pasatiempo nacional no está exento a la evolución, a la modernización.

En lo que se refiere al juego en sí, este año, MLB ha adoptado una nueva práctica: en los casos en que a un bateador se le conceda una base por bolas intencional, el lanzador ya no necesita realizar los 4 envíos de rigor, generalmente, muy abiertos, a su receptor, para entregar el pase de cortesía.

En este juego, el abridor de los Padres, Jhoulys Chacín, inauguró la nueva regla, durante el segundo acto, cuando le dio pasaporte a Yasiel Puig sin necesidad de realizar cuatro lanzamientos malos.

Basta una seña del manager, para indicar que al bateador en turno se le concede un salvo conducto.

En otro ámbito, el juego de pelota también pone de manifiesto el tiempo que vivimos. Las implicaciones que pueden tener ciertas tensiones, diferencias ideológicas, políticas, territoriales, o religiosas, que han generado actos de terrorismo en territorio estadounidense.

Es por ello que, además de los mensajes que se entregan a través del sonido local de Dodger Stadium, pidiendo a los aficionados estar alertas, vigilantes a cualquier actividad sospechosa, mientras se invita a que denuncien esos hechos, desde muy temprano, cuando ESPN Digital hizo su arribo a Chávez Ravine, la presencia en torno al estadio, por parte de unidades especiales, patrullas que circulaban con las luces rojas encendidas, como si se tratara de una emergencia, simplemente, para dejar muy claro que la policía local estaba en total estado de alerta, por si las dudas.

Es que el lleno se anunciaba como total, a pesar de que había algunos asientos vacíos. Sucede que algunos aficionados, a pesar de haber comprado su boleto para el juego, a último momento, deciden no asistir.

Los parques de estacionamiento, estaban llenos desde muy temprano, incluido el de la prensa.

Los Dodgers nos habían enviado un correo, indicando que además del pase de temporada concedido a este escriba, que desde inicios de los ochenta asiste a esta clase de juegos, había un espacio de estacionamiento reservado en la sección P del estadio.

Aunque, advertía que, en caso de que se encontrara lleno, se nos asignaba a los reporteros la opción de estacionar en el lote número 13, afuera del estadio, pero con transporte de cortesía hasta la puerta de acceso del inmueble.

Y, para evitar contratiempos, optamos por esta última vía.

Del palco de prensa, ni hablar. Muchos colegas, habituales asistentes a todos los juegos, no tenían asiento asignado.

Es que en una juego inaugural, cada medio de prensa envía a más representantes de los acostumbrados, aunque en el caso de nuestro medio, no hubo problema alguno, en cuanto al espacio que regularmente los Dodgers nos asignan para realizar nuestra labor informativa.

Por cierto, este año, el equipo de Dave Roberts presenta en su rotación de abridores al japonés Kenta Maeda, lo mismo que al zurdo coreano Hyun-Jin Ryu, con lo que se asegura que, por lo menos, dos veces a la semana, el palco de prensa resultará insuficiente para darle cabida a los ejércitos de reporteros procedentes de esos países orientales, que se dan cita en Dodger Stadium, cada vez que comparecen en el montículo sus lanzadores compatriotas.

Pero, bueno, cruzaremos ese puente, cuando lleguemos a él.

Porque, por ahora, Kershaw ya dejó el montículo, luego de una buena labor de 7 episodios, señal de que este arroz ya se coció.