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Duelo latino en inauguración de estadio en Atlanta

Brett Davis-USA TODAY Sports

ATLANTA -- El venezolano Jhoulys Chacín enfrentará al colombiano Julio Teherán el viernes, en la apertura de la temporada del 2017 en casa para los Bravos de Atlanta y el estreno oficial de su nuevo estadio de $670 millones de dólares.

Chacín (1-1, 8.10) abrirá por tercera vez para los Padres de San Diego, que consiguieron dividir resultados en sus primeros 10 encuentros de la temporada. Teherán (0-0, 0.00) no permitió carreras limpias y abanicó a 10 bateadores en 13.0 entradas en sus primeras dos salidas del año, pero no recibió el apoyo de Atlanta, que perdió seis de sus primeros ocho encuentros, el peor arranque entre todos los equipos de la Liga Nacional.

El comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred, y algunos de los grandes Bravos de todos los tiempos, incluyendo a los miembros del Salón de la Fama de Cooperstown Hank Aaron, Bobby Cox, Tom Glavine y John Smoltz, y el futuro HOF Chipper Jones, participarán en la ceremonia inaugural del SunTrust Park.

"En mi corta carrera, Dios me ha dado muchas bendiciones, incluyendo ser el abridor del primer partido en nuestro nuevo estadio. Ese juego estará entre mis memorias más importantes para cuando termine mi carrera", dijo Teherán, quien abrió el primer juego de la temporada para los Bravos por cuarto año seguido.

"Ojalá podamos ganar para darle un regalo especial a los aficionados", dijo Teherán.

Pero la novedad en Atlanta este fin de semana no serán Teherán o la renovada plantilla de los Bravos y sus posibilidades de clasificar a la postemporada, sino el SunTrust Park, un lujoso edificio levantado dentro de un ambicioso proyecto de $1,100 millones de dólares en Cumberland, en el Condado Cobb, a 10 millas al norte del centro de Atlanta.

"El Battery", como se llama a todo el proyecto, está compuesto por el parque de béisbol, un centro comercial, un hotel, edificio de apartamentos, 60 restaurantes, bares y áreas de esparcimiento. La meta es tener el vecindario lleno de personas todo el año.

En el SunTrust ya se jugaron dos partidos de prueba. Los Bravos recibieron a los Yankees de Nueva York el 31 de marzo para un choque de exhibición de la Liga de La Toronja donde solamente estaban invitados los abonados de todo el año del conjunto local, mientras que el pasado fin de semana más de 33 mil personas compraron boletos para presenciar un choque de pelota colegial entre las universidades de Georgia y Missouri.

Pero la verdadera prueba será en el fin de semana. Los Bravos esperan un pequeño caos mientras la gente se aprende las rutas de acceso a los 11,000 puestos de parqueo que tiene la nueva instalación. La falta de un sistema de transporte público masivo a Cumberland y la caída de un elevado hace dos semanas en la autopista 1-85 podrían dilatar el tráfico, tradicionalmente pesado en el área.

El tráfico fue una de las razones que llevaron a los Bravos a poner sus juegos nocturnos a las 7:35 para dar más tiempo a los aficionados de llegar a la instalación.

El nuevo parque tiene capacidad para 41,149, cerca de nueve mil butacas menos que el Turner Field, el hogar anterior de los Bravos. Sin embargo, el club espera que en su primer año de funcionamiento, el SunTrust atraiga cerca de tres millones de aficionados. Atlanta, que apenas superó los dos millones de asistencia en el 2016, no recibe tres millones de fanáticos desde el 2000, cuando lo logró por cuarta temporada consecutiva.

Un estudio del periódico Atlanta Journal- Constitution mostró que los 14 equipos que inauguraron estadios en Grandes Ligas desde el 2000 registraron un incremento de asistencia superior al 28% y en seis casos fue de hasta el 40% en relación a la temporada anterior.

Para aumentar el interés, los Bravos renovaron su plantilla, agregando al jardinero Matt Kemp y los veteranos lanzadores Bartolo Colón y R.A. Dickey durante la temporada muerta. No son exactamente los movimientos que garantizarán superar a los favoritos Nacionales de Washington y los Mets de Nueva York en la División Este de la Liga Nacional, pero sí para al menos aspirar a jugar para .500, algo que los Bravos no hicieron en las tres temporadas anteriores.