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Prospectos cubanos José Adolis García y Héctor Mendoza sueñan en grande con los Cardenales

Parece que ha pasado una eternidad desde que el derecho cubano Héctor Mendoza tomó el lugar de Raisel Iglesias como cerrador en el equipo de la Isla de la Juventud, en los campeonatos nacionales de su país, luego de que este último escapara en el 2013 para perseguir el sueño de jugar en Grandes Ligas.

Se ven lejanos ya sus épicos relevos en la Serie del Caribe de San Juan 2015, para guiar a los Vegueros de Pinar del Río, en representación de Cuba, a su primera corona desde su retorno a esos clásicos regionales.

O cuando pasó dos campañas con los Gigantes de Yomiuri, el club más emblemático de la liga profesional de Japón.

Mendoza ha pasado por todas estas etapas y apenas cumplirá 24 años el próximo 5 de marzo, cuando está inmerso en cumplir un nuevo anhelo: lanzar en las Mayores con los Cardenales de San Luis.

El espigado serpentinero de seis pies y tres pulgadas de estatura firmó con San Luis a mediados del pasado año, luego de que decidiera desviarse en su regreso a la isla desde Japón y venir a los Estados Unidos.

En el 2018 está por primera vez en el campo de entrenamientos primaverales de los Cardenales como invitado, pero siempre con el sueño de ganarse un puesto en el equipo grande.

"Sí, claro, para que uno logre cosas importantes tiene que soñar en grande. Esta es una organización fabulosa, con muchos jugadores estelares, pero aquí estamos trabajando fuerte en busca de un espacio".

"En Cuba jugué cuatro Series Nacionales y los dos años que pasé en Japón me ayudaron mucho en la seguridad en el montículo y a mejorar el control. También me sirvió mucho para mejorar el aspecto mental, lo cual me ha permitido llegar a donde estoy hoy".

"Aquel de Japón es un béisbol muy fino, donde los jugadores dan muy poco margen de error, aunque no hay tantos bateadores de fuerza como aquí".

Hasta el momento, en dos salidas como apagafuegos en los juegos de la Liga de la Toronja, Mendoza tiene dos innings en blanco, con gran dominio de su bola rápida y sus envíos secundarios.

"Estar en mi primer 'spring training' es algo grande porque siento que ya llegué a la mitad de mi camino hacia cumplir mi sueño. Lo otro que queda ahora es echar todo para adelante con la meta puesta en las Grandes Ligas, pero por el momento estoy disfrutando cada minuto y aprendiendo''.

Su compatriota José Adolis Garcia, cuyo hermano Adonis García jugó para los Bravos de Atlanta, es otro que busca cimentar su camino hacia las Mayores a golpe de trabajo duro y absorbiendo como una esponja todo el conocimiento que le puedan aportar los estelares veteranos de la organización.

"Ellos se encargan de que tú te sientas cómodo, como en familia, tratan de halarte para que hagas lo correcto, para enseñarte todo lo que ellos han vivido y logrado en Grandes Ligas, tanto dentro, como fuera del terreno de pelota".

"Entonces eso te hace más fáciles las cosas, porque cuando tú ves que esas estrellas te están ayudando y trabajando por el bien del equipo, te sientes muy cómodo".

Un año mayor que Mendoza, García cumplirá 25 años el 2 de marzo y al igual que su compañero, firmó con los Gigantes de Yomiuri, pero escapó después de un año en Japón, en el camino de regreso a la isla.

"Este es mi segundo entrenamiento primaveral. El año pasado era un recién llegado y todo me parecía nuevo y diferente, sin contar que me incorporé después de que habían comenzado los entrenamientos".

"Ahora estoy más acostumbrado a cómo son los cosas en la organización, pero la ilusión es la misma, así como el deseo de crecer y avanzar hasta que pueda llegar el momento de la llamada. Sé que todavía necesito un poco más de aprendizaje, pero creo que voy por buen camino''.