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Mike Trout, encaminado a tener la mejor temporada en la historia de las Grandes Ligas

La mejor temporada para pelotero alguno en la historia de las Grandes Ligas, según la métrica de triunfos sobre reemplazo creada por Baseball-Reference.con, fue la lograda por Babe Ruth en 1923. Probablemente no es la campaña de Babe Ruth en la cual ustedes estaban pensando: no es aquella en la cual se convirtió en estrella versátil con el guante y el madero (8.0 WAR) o aquella en la cual bateó más cuadrangulares que 10 equipos completos (9.9), o la otra, en la cual impuso la marca de más jonrones en una temporada que se mantendría en pie hasta la incursión de Roger Maris (12.4), o la campaña en la cual impuso récord de bases alcanzadas totales, que se mantiene al día de hoy (12.9). Esa última es la segunda mejor temporada en la historia de las Mayores, medida a través del WAR, y la zafra en la cual alcanzó 60 vuelacercas es la cuarta mejor. Las temporadas de Ruth se encuentran ubicadas en los lugares 7, 10 y 12 entre todas las campañas ofensivas.

No obstante, la temporada de 1923 fue aquella en la cual Ruth lo hizo todo. Bateó para .393, su cifra más cercana a los .400. Negoció 170 boletos, mejor registro de su carrera y récord que se mantuvo durante casi 80 años. Sus 41 jonrones (cifra líder de la liga) fueron el décimo mayor total de su carrera. Sin embargo, impuso tope personal en dobletes, igualó su mayor cifra de robos, alcanzó otro tope personal con .545 de porcentaje de embasado y ligó 13 triples. Hizo out a 20 corredores desde los jardines y (de acuerdo a lo mejor que podemos concluir luego de 95 años) tuvo la mejor campaña defensiva de su carrera. Se mantuvo sano y sin sufrir suspensiones y tuvo 697 apariciones al plato y 1.335 innings en el outfield, ambos igualmente representaron topes personales. Nada de esto impacta la mente como ese “superó a 10 equipos en jonrones”, pero fue la temporada perfecta para resumir en una estadística que trata de resumir todo, como el WAR: Muestra el valor acumulativo de una excelencia dispar. Ruth se alzó con el Más Valioso, lo cual representa una forma risible de presentar sus logros. Fue el pelotero más valioso de todos los tiempos. Sumó un valor de 14.1 triunfos por encima de su reemplazo.

El domingo pasado, los Angelinos jugaron su encuentro número 40 de la temporada, lo más cercano a llegar a la primera cuarta parte de la campaña. Mike Trout comenzó ese encuentro en la banca (siendo su primer día libre de la zafra) y lo terminó con un WAR de 3.51. El mejor pelotero del béisbol tenía ritmo suficiente para concluir el año con WAR de 14.2. Es algo casi inimaginable: nadie ha alcanzado WAR de 12 en medio siglo y ningún jugador activo ha tenido un WAR más alto que el 10.5 de Trout en 2016. Sin embargo, es hora de tomar en serio la posibilidad de que estemos en presencia de la mejor temporada para pelotero alguno de todos los tiempos. Además, considerando cómo ha estado de tranquilo este panorama, debemos también preguntarnos: ¿Cómo lo hace?

Debemos entender dos cosas. La primera: Entre el 8 de abril, cuando Baseball-Reference empezó a presentar sus cifras de WAR para 2018 luego de haberse celebrado 10 encuentros de la presente campaña, y la jornada del domingo, Trout había disputado 30 encuentros. En 25 de ellos, tuvo WAR positivo. Esto no es normal en el béisbol, ni siquiera en el caso de sus súper estrellas. Trout no la manda para la calle todos los días, ni siquiera conecta hit a diario. Aunque, casi todos los días, consigue una forma de aportar algo de valor, de una forma u otra.

Lo segundo a entender: No hay área dentro de los cálculos del WAR en la cual Trout no se muestre de forma sensacional en estos momentos, lo cual nos ayuda a explicar lo primero. La métrica de WAR involucra docenas de cálculos, pero puede ser resumida de forma muy simple: Se trata del valor como bateador de un pelotero (bateando para sumar carreras) sumado a su valor como corredor de bases (carreras sumadas como corredor) sumando como pieza final, además, su valor agregado al no batear para dobles matanzas. Estos son los ritmos que sostiene Trout en esos cuatro aspectos hasta la jornada del domingo y dónde habrían quedado en un ranking entre todos los peloteros de Grandes Ligas en 2017:

  • Trout tenía ritmo para producir 85 carreras como bateador. El año pasado, Aaron Judge fue líder en Grandes Ligas con 61 carreras como bateador. Nadie ha producido 85 o más carreras como bateador desde que Barry Bonds lo hiciera en 2004. La mayor cifra de esta década es 71, propiedad de Bryce Harper.

  • Tenía ritmo para producir 8.1 carreras como corredor. El año pasado, esa habría representado la tercera mejor cifra del béisbol, por debajo de Byron Buxton (9.1) y Mookie Betts (9.0)

  • Tenía rito para producir 20.3 carreras salvadas a la defensiva, en una posición de alto rango, para un WAR defensivo total cercano a 2.7. El año pasado, habría sido el cuarto mejor registro entre los defensores en todas las posiciones, por debajo de Andrelton Simmons, Buxton y el receptor Tucker Barnhart.

  • Incluso, su promedio para doble play agregaba valor. Luego de batear para rodados en dos ocasiones a principios de temporada, Trout solo lo hizo en una oportunidad durante sus próximas 30 apariciones al plato (corredor en primera, con menos de dos outs), lo cual representa cerca de un tercio del promedio de la liga en tales situaciones. Tenía ritmo para agregar aproximadamente 1.5 carreras de valor al evitar batear para doble play, que lo habría puesto en el lugar 28 de las Mayores en dicha categoría el año pasado y en el noveno entre todos los bateadores diestros.

Si sólo pudiéramos ver las estadísticas ofensivas de Trout, estaríamos igualmente atónitos. Su porcentaje de slugging es .616 en un estadio de lanzadores y tiene ritmo suficiente para terminar la temporada con 45 cuadrangulares, robar 30 almohadillas y anotar 128 carreras. Esa es la temporada 1993 de Barry Bonds (9.9 WAR), o el 1999 de Chipper Jones (6.9) o la campaña 1997 de Larry Walker (9.8), todas reconocidas con sendos premios al Más Valioso. Sin embargo, Trout se destaca más en los días en los cuales empeoran sus estadísticas ofensivas, aquellas jornadas en las cuales batea en blanco. Ha tenido siete ocasiones así:

11 de abril: de 2-0 con elevado de sacrificio. Igualmente fue golpeado y negoció boleto. Trout tiene ritmo para terminar la zafra con 143 boletos, lo cual igualaría a Joey Votto en 2015 para la mayor cifra de bases por bolas negociadas por un pelotero desde Bonds. No se trata de que los pitchers se muestren aterrorizados ante su presencia: Trout apenas tiene cuatro boletos intencionales y está viendo mayor cantidad de pitcheos dentro de la zona de strike este año (49 por ciento) comparado con la zafra anterior y más que el promedio de la liga. Apenas dos bateadores han perseguido menor cantidad de pitcheos fuera de la zona que Trout en la presente campaña.

29 de abril: de 2-0. Igualmente obtuvo par de pasaportes y se embasó con un error. Un día aburrido para él, con porcentaje de embasado de .500.

01 de mayo, de 1-0, cuatro boletos. Aparte de no hacer casi nunca swing a pitcheos fuera de la zona, este año Trout ha demostrado una habilidad asombrosa para evitar contacto cuando los persigue, por ende, no está sacrificando turnos al hacer mal contacto contra pitcheos que no valdría la pena buscar. En los pitcheos dentro de la zona, su promedio de contacto llega al 90 por ciento. En aquellos lanzamientos fuera de la zona, su promedio de contacto roza el 30 por ciento.

Cuando Trout se enfrentó a Brad Brach en un encuentro empatado en el noveno episodio de la jornada del 1 de mayo, y Brach le pitcheó, en conteo 1-1, una splitter un par de pulgadas por debajo de la parte baja de la zona (pitcheo cantado en strike en apenas el 3 por ciento de las ocasiones), Trout decidió ir por él. Brach buscaba el doble play, y consiguió el swing que quería. Sin embargo, Trout se ponchó. Es un deporte extraño en el cual fallar el pitcheo por poco margen es peor que fallarlo por amplio margen. En este caso, el abanicado de Trout apenas colocó el conteo en su contra. Logró trabajar con ese conteo de 1-2 y conseguir el pasaporte. Los Angelinos lograron dejar en el terreno a sus rivales con un sencillo de Justin Upton dos minutos después.

8 de mayo: de 3-0. En el sexto inning, con dos en circulación, Tony Wolters de los Rockies de Colorado bateó una línea a 103 millas por hora hacia el center field. Basado en la elevación y velocidad, sería hit en 78 por ciento de las ocasiones, según la data del sistema Statcast. Sin embargo, Trout estaba en buena posición, tuvo suerte, atrapó la pelota y logró poner out a Gerardo Parra en la intermedia. No parece un suceso extraordinario:

No obstante, son las cosas típicas dentro de la defensiva de Trout en la presente campaña. No está robando jonrones de manera rutinaria como lo hacía en sus días de novato. Sin embargo, de acuerdo con la data de Sports Info Solutions, ha estado bien ubicado para robar hits tales como el conectado por Wolters. Esa atrapada sumó un valor poco mayor de media carrera, según SIS, la cual aporta la data defensiva sumada dentro del WAR. Dos de las atrapadas más valiosas hechas por Trout este año (una línea de Francisco Lindor el 2 de abril y otro hit de línea de Erik Gonzalez la noche siguiente) son testimonio de la buena posición de los Angelinos a la defensiva, más que del rango excepcional de Trout.

Claro que el rango sigue allí:

10 de mayo: de 2-0. Igualmente, negoció boleto y fue golpeado. Día aburrido con porcentaje de embasado de .500.

12 de mayo: de 2-0. Probablemente mi partido favorito de Trout sin hits en lo que va de temporada. Consiguió cuatro bases por bolas. Sin embargo, mi secuencia favorita se produjo en el inning 11. Con Zack Cozart en primera con la tentativa carrera ganadora, Trout bateó rodado a tercera base, quien hizo out a Cozart. Ese fue un fracaso. Sin embargo, el poder de Trout tenía al antesalista jugando cargado contra él; lo cual, combinado con la velocidad de Trout, imposibilitó que los Twins pudieran concretar la doble matanza. Trout llegó antes que el tiro a primera. Allí tenemos un aumento muy diminuto de su WAR.

Entonces, Trout estaba en circulación. Tras el segundo lanzamiento contra Upton, se robó la segunda. Fue la octava estafa de Trout en el año y aún no lo han atrapado. De hecho, en esta primera cuarta parte de la campaña, Trout no ha sido out en circulación. Un par de años atrás, parecía claro que su velocidad, que en una ocasión era de élite, había terminado siendo apenas muy aceptable, gracias al pasar de los años, aumentar su contextura física, ajustándose más al estilo de una súper estrella más dependiente del poder. Sin embargo, de forma inesperada, la velocidad de élite volvió por sus fueros. Según la data de Statcast, la velocidad de Trout para sprint en 2016 fue de 28.9 pies por segundo, para el lugar 48 entre las más rápidas del béisbol. ¡Veloz! Sin embargo, este año está corriendo a un ritmo de 29.4 pies por segundo, siendo dueño del puesto 14 entre los velocistas de las Mayores, superando a Dee Gordon. Entonces, con el segundo pitcheo a Upton, se robó la intermedia.

Esa base robada lo cambió todo. Upton bateó para elevado hacia el right field y Trout se dirigió a la tercera, representando la carrera de la victoria en la parte baja del undécimo inning. Cualquier sencillo, incluso un wild pitch, concretaría el triunfo. Entonces, el manager de los Mellizos Paul Molitor decidió instruir boleto intencional a Pujols y Simmons para enfrentarse a Jefry Marte. Esos boletos sumaron al WAR de Pujols y Simmons, respectivamente, pero Trout los hizo posible al llegar a posición anotadora.

Luego, tras el rodado de Marte y dos carreras concedidas por los Angelinos en la alta del duodécimo, Anaheim bateó por última ocasión. Ian Kinsler recibió boleto, Kole Calhoun bateó para rodado de doble play, René Rivera negoció base por bolas y Cozart disparó para elevado para terminar el partido con Trout en el círculo de espera. De no haber sido por ese doble play o ese elevado, Trout pudo haber bateado representando la carrera de la victoria, siendo que el mejor pelotero del béisbol tenía la oportunidad de ganar, el mejor escenario posible para los Angelinos. La razón por la cual casi tuvo esa oportunidad fue porque, en el inning anterior, Paul Molitor dio boleto intencional a Albert Pujols y Andrelton Simmons, para así darle la vuelta a la alineación más rápidamente, llegando antes a enfrentar a Trout, todo porque Trout rompió ese potencial doble play, se robó la segunda y llegó a 90 pies del home con el elevado de Justin Upton.

13 de mayo: de 1-0. Trout no formó parte de la alineación. Bateó como emergente en el séptimo y se ponchó, manteniéndose dentro del juego a la defensiva. En el noveno, fildeó una pelota cerca de la pared. La carrera potencial del empate corría hacia la goma e hizo el corte, pasándola para que se hiciera out al corredor en home, preservando así la victoria de los Angelinos. Es difícil decidir cómo asignar valor a los tres defensores que formaron parte de dicha jugada. Sin embargo, la conclusión a la que llega el WAR es que Trout merece parte del crédito. Entonces, en un día en el cual estuvo fuera de acción en mayor parte, elevó su WAR para mantener ritmo suficiente a fin de concluir la campaña con 14.2 en esta categoría.

También hay jonrones. Hay encuentros en los cuales liga tres imparables. Sin embargo, esta no ha sido una campaña en la cual Trout haya agotado las existencias de pirotecnia. No se trata de batear 73 cuadrangulares, no está luchando por la Triple Corona. Es más, ni siquiera llegará a formar parte del debate por los Guantes de Oro. Se trata de hacer ganancias mínimas en cada aspecto de su juego. Se trata de un promedio de ponches que mejora cada año, un promedio de boletos que mejora cada año, un poder que mejora año tras año, control de la zona de strike que mejora cada año. Incluso, de velocidad y defensiva las cuales parecen mejorar contra toda probabilidad. Se trata de jugar todo casi a nivel de perfección. Mike Trout representa, para cada súper estrella del béisbol, lo que la temporada de 1923 fue para la discografía de Babe Ruth: su mejor álbum y en cierta medida, subestimado.

El WAR es la estadística perfecta para retratar la temporada 1923 de Ruth. Nos permite entender la repercusión de algo que no podemos imaginar fácilmente, al igual que no nos podemos imaginar 60 cuadrangulares. El WAR convierte lo (relativamente) banal (boletos negociados, una jugada extra hecha en los jardines cada tres semanas, buena salud, un puñado de sencillos y dobletes extra) en un registro tangible. Y por ello, el WAR es perfecto para entender lo logrado por Trout.

Además, Trout es el pelotero perfecto para el WAR. Después de todo, puede ser difícil sentir confianza en lo que representó ese WAR de 14.1 para Ruth: ¿Cómo puede ser esa temporada mejor que aquella en la cual sumó 60 jonrones? No hay motivo para tener esas dudas con respecto a Trout. Podemos verle, podemos intuirle, podemos desglosar su labor diaria y lo que casi todos sabemos con certeza es que Trout es, de lejos, el mejor beisbolista del mundo. El argumento más convincente que podemos dar a favor del WAR es que Mike Trout es líder en esta estadística en las Grandes Ligas, año tras año. ¿Cómo crear una estadística más perfecta que esa?

Todas las estadísticas reflejan la actuación del pelotero hasta la jornada del domingo. Todas las referencias al WAR fueron hechas siguiendo el modelo creado por Baseball-Reference.com.