Un nuevo comienzo para Alomar

No mucho le salió bien en el 2002, por lo que el boricua Roberto Alomar ahora busca retomar su forma de futuro miembro del Salón de la Fama

ALOMAR: "Quiero ser un Met hasta el día de mi retiro". (AP)
PORT ST. LUCIE, Florida - Muchos se quedaron con las ganas de ver las acostumbradas genialidades de Roberto Alomar con el guante y su madero encendido en el 2002. Y en Nueva York sobre todo.

El boricua lo sabe más que nadie y quiere redimirse este año.

Alomar, un maestro en la intermedia y diez veces ganador del guante de oro, se propone en su segundo año con los Mets enterrarvla deficiente temporada anterior, produciendo con el madero yvdeleitando con su chispa y seguridad en la segunda base.

``El año pasado fue un año duro para mí y para todo el equipo'', admitió Alomar en una entrevista durante un partido de exhibición entre los Mets y los Cardenales el sábado.

Alomar tuvo día libre, pero de todas maneras llegó al campo de entrenamiento a hacer ejercicios.

Buscará probablemente recobrar el guante dorado al que se acostumbró en la Liga Americana y que no pudo ganar por undécima ocasión al hilo jugando esta vez en la Liga Nacional. El guante de oro se lo llevó el segunda base de los Cardenales Fernando Viña.

Un factor que le podría ayudar en ese objetivo -- según comenta el propio jugador-- es la llegada de un nuevo torpedero a los Mets, su compatriota Rey Sánchez. ``He jugado con él anteriormente y creo que vamos a hacer muy buena combinación'', consideró.

Alomar no pareció tener el año pasado la misma cohesión y coordinación con el siore Reynaldo Ordóñez para las doble matanzas, como la que tuvo con su ex compañero de los Indios, el venezolano Omar Vizquel, otro que vio cortar el año pasado su larga racha de guantes dorados.

La separación de estos dos ases de cuadro pareció afectarles mucho.

``Fue como un año de aprendizaje y de adaptación para mí en Nueva York'', manifestó el boricua, de 34 años. Pero ``siento que ahora estoy más preparado mentalmente para jugar con los Mets. Hay, además, un equipo más acoplado''.

Alomar tiene otras razones para tomar con mucho interés la campaña del 2003 y probablemente otras más. Está a 454 hits de ingresar al selecto grupo de jugadores con 3.000 o más hits en las grandes ligas.

``Todas esas cosas con buenas, pero no quiero que los números me desconcentren este año'', manifestó.

A los Mets les interesa que Alomar encienda la pólvora de su madero este año. El puertorriqueño no solo es talento en la defensiva, también anota e impulsa carreras a granel.

Alomar bajó en todos esos renglones. Solo bateó para 266, impulsó apenas 53 carreras y se estafó 16 almohadillas.

El y el equipo entero sucumbieron por igual. Los Mets tuvieron un bajo promedio ofensivo y terminaron en el sótano de la división Este de la Liga Nacional.

"Todos tenemos el reto de hacer repuntar a los Mets'', manifestó Alomar, quien hace apenas unas semanas se mostró contrariado porque el equipo no le ofreció, al menos de inmediato, renovarle su contrato para el año próximo.

``Quizás me siento algo molesto porque quiero seguir siendo un Met'', declaró hace poco Alomar. ``No me ofende que no me hayan ofrecido un contrato. Quizás estoy algo triste de que este sea mi último año con el equipo''.

El gerente de los Mets Steve Phillips señaló que el equipo es reticente a entablar negociaciones con miras a renovar en el útimo año de sus contratos.

``No hemos tenido flexibilidad en los últimos recesos'', dijo Phillips. ``Preferimos evaluarlo todo al final de la campaña y luego tomar una decisión''.

-AP

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