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Culiacán y su nuevo estadio de Tomateros reciben la Serie del Caribe

El nuevo estadio de Tomateros, con capacidad para 16 mil fanáticos, será la sede de la Serie del Caribe 2017. RONALDO SCHEMIDT/AFP/Getty Images

CULIACÁN - Hace dieciséis años, cuando Culiacán fue sede por primera vez de la Serie del Caribe, la ciudad costera mexicana era muy diferente de lo que los fanáticos, jugadores y organizadores experimentarán en 2017.

En ese entonces, el torneo de una semana de duración se llevaba a cabo en el Estadio General Ángel Flores, un lugar con 16,000 asientos que tenía más de cincuenta años de antigüedad en el momento del torneo y que había sido objeto de dos obras de remodelación en siete años para mantenerlo operativo. Pero esta vez, el evento se desarrollará en el nuevo Estadio de Tomateros, un escenario moderno que ostenta un museo del béisbol, más de 160 suites VIP, un restaurante de servicio completo y el monitor de video en HD más grande de América Latina.

En octubre de 2015, los funcionarios mexicanos invitaron al comisionado de MLB, Rob Manfred, a visitar el estadio. Manfred quedó tan asombrado, de acuerdo con los comentarios, que se comprometió a que la liga juegue en el estadio en un futuro cercano. "No podría estar más impresionado con la calidad de las instalaciones [en Culiacán]", dijo Manfred en ese momento. "Estoy entusiasmado por traer juegos de exhibición aquí absolutamente, tan pronto como podamos arreglar los detalles empresariales", siguió diciendo.

Considerado desde hace mucho tiempo el centro principal del béisbol en el país, la ciudad ha tenido un equipo, los Tomateros, en la principal liga de invierno de México, la Liga Mexicana del Pacífico, desde 1945. También es la ciudad natal del lanzador de Dodgers de Los Angeles Dodgers Julio Urias, denominado por muchos como el lanzador más prometedor desde Fernando Valenzuela. Y debido a la visita de Manfred, la atención recibida por la plana mayor del béisbol ha validado su estatus como una de las principales ciudades de béisbol latinoamericanas. La visita -- así como los comentarios positivos -- reforzaron los puntos de vista de que Culiacán podría usar el deporte para rehabilitar su imagen y sostener un nuevo tipo de turismo internacional para la ciudad.

Después de haber sido clasificada como la 17° ciudad más peligrosa en 2015 por el Consejo de Ciudadanos para la Seguridad Pública de México, la asociación de Culiacán con la antigua guerra contra el narcotráfico del país, la ha convertido en una de las parias del país a los ojos de muchos. Los organizadores y los funcionarios del gobierno han prometido ya mantener a los fanáticos en un área designada cercana al centro de la ciudad. Sellada para concentrar mejor las festividades que rodean al evento, el compromiso de recibir el torneo ha causado que los funcionarios de la ciudad suspendieran las actividades escolares en la zona afectada.

Sin embargo, los expertos concuerdan en que un torneo exitoso - y seguro - podría tener influencias duraderas.

"Otros países hacen un gran trabajo como anfitriones, pero el evento no es tan internacional como lo sería en México. "En otros países, el estadio se llena cuando juega el equipo local, pero el resto de los juegos no tiene la misma cantidad de público." Pedro Gutiérrez, ex oficial de prensa de la Liga Mexicana del Pacífico y actual narrador de las Aguilas de Mexicali.

"No se puede minimizar el problema, pero yo sé que los organizadores y el gobierno local proporcionarán la mejor experiencia posible para los fanáticos", dice Pedro Gutiérrez, ex funcionario de prensa de la Liga del Pacifico, de México, y actual locutor oficial de las Águilas de Mexicali, el equipo que representará a México en el torneo de este año. En 2013, Gutiérrez ayudó a organizar el torneo en Hermosillo, otra ciudad mexicana ampliamente conocida por su pasión por el béisbol. "Trabajamos conjuntamente con las autoridades y todo fue un gran éxito".

Ya hay señales importantes de que el torneo venidero será un triunfo. "Ya están agotados los boletos para todos nuestros juegos, y los hoteles de la ciudad, según me informan, están a plena capacidad", dice Omar Cañizales, el presidente de Liga del Pacífico. "México ha demostrado ser un gran organizador para estos torneos porque somos un país grande que puede mostrar muchos aspectos diferentes. Culiacán nos puede aportar una de las mejores Series del Caribe de la historia", agrega.

Habiendo observado que la Serie del Caribe generó un beneficio económico para las sedes mexicanas en el pasado, Cañizales espera que Culiacán pueda cosechar los mismos beneficios que sus predecesoras, y confía que la ciudad pueda recibir nuevamente a la competición, lo antes posible.

La construcción de varios estadios exclusivos para béisbol por los principales equipos de la liga ha motivado a Cañizales a hacer lobby con los organizadores de la Serie del Caribe para tener más oportunidades de ser sede en el futuro. También ha provocado una especie de efecto dominó, ya que el circuito de verano del país, la Liga Mexicana de Béisbol, se ha visto motivada para desarrollar tratos por estadios para sus principales franquicias.

Para la Serie del Caribe, México recibe normalmente una oportunidad asegurada de ser sede cada cuatro años, ya que la competición rota entre este pais, República Dominicana, Puerto Rico y Venezuela. Las reglas modificadas permitirían que los fanáticos de ciudades como Culiacán pudieran volver a tener la competición con más frecuencia que la usual.

"Otros países hacen un gran trabajo como anfitriones, pero el evento no es tan internacional como lo sería en México," explica Gutiérrez. "En otros países, el estadio se llena cuando juega el equipo local, pero el resto de los juegos no tiene la misma cantidad de público", continúa diciendo. Cañizales concluye: "Es un evento más internacional cuando [México] es sede del torneo".

Si todo va bien, la Serie del Caribe de 2017 no solo elevará el estatus de la ciudad como un lugar viable para el béisbol dentro de la comunidad latinoamericana, sino también con la misma MLB. Como el mismo Manfred lo afirmó mientras estaba en el campo en Culiacán, una franquicia basada en México es una posibilidad. "Las perspectivas de tener un equipo de la Major League aquí en México son realistas. El problema difícil es el marco temporal", dijo.

Aunque otras ciudades, como Monterrey o incluso Ciudad de México están probablemente más adelantadas que Culiacán en este momento, la Serie del Caribe es un buen punto de partida. Después, la ciudad debería hacer que la MLB cumpla su promesa de traer juegos de exhibición o incluso juegos de la temporada regular al estadio, una situación que probablemente forzaría al grupo propietario del Estadio Tomateros a ampliar la capacidad de asistentes, ya que actualmente solo puede recibir a 20.000 aficionados.

Estos obstáculos, aunque no son insignificantes, pueden ser sorteados. Y aunque no lo fueran, el estado del béisbol en la ciudad está tan saludable como siempre, un hecho notado por Cañizales. "Sabemos que nuestros fanáticos de Culiacán son extraordinarios. Son muy apasionados por el deporte".