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La 'Generación Y' hace su aparición en la Serie del Caribe

¿Alguna vez te has preguntado por qué tantos peloteros cubanos tienen nombres con Y?

Considere que ocho de los 28 jugadores en el plantel de Alazanes de Granma, los campeones de la liga cubana que participan en la Serie del Caribe llevan nombres que comienzan con la letra Y, incluyendo Yoélkis Céspedes, el medio hermano menor de Yoénis Céspedes, el pelotero de los Mets de Nueva York. Además, están el receptor Yulexis La Rosa, los jugadores de cuadro Yurisbel Gracial, Yulián Milán y Yordan Manduley, así como los lanzadores Yanier González, Yoannis Vera y Yoalkis Cruz. Incluso hay un jugador cuyo apellido comienza con Y, Jorge Antonio Yhonson.

El fallecido cronista de beisbol Cubano, Eddy Martin, los llamaba ""nombres imposibles"." Se quejaba al aire sobre la dificultad de pronunciar y escribir los nombres con Y, diciendo que había escuchado más de "400 variaciones" del estilo.

No es una mera coincidencia. El incremento en popularidad con nombres que comienzan con Y ha sido estudiado. La bloguera Cubana, Yoani Sánchez, ha estado escribiendo sobre Generación Y , tanto el título de su blog como el nombre que le ha dado al fenómeno por más de una década. El blog también ofrece una mirada a la vida diaria de los cubanos.

Sánchez ha sido felicitada ampliamente por Generación Y, incluso fue nombrada a la lista de las personas más influyentes publicada por la revista Time en 2008. Un año después, el expresidente estadounidense, Barack Obama, mencionó y elogió el blog de Sánchez al estar hablando de Cuba.

El porqué del fenómeno de los nombres cubanos es aún algo misterioso. Andy Gómez, el director jubilado del Instituto de Estudios Cubano-Americano y Cubanos de la Universidad de Miami, asegura que proviene de la influencia soviética sobre la isla en la década de los 1980s.

"Tenías una influencia marcada de los soviéticos, y habían rusos que se casaban con cubanos y otorgaban a sus hijos nombres con la letra," dijo Gómez.

Un beneficio extra para el gobierno socialista de Cuba era que su población evitaba los nombres comunes y tradicionales de la iglesia Católica, como Juan, Pedro, María y Jesús.

Sánchez escribió en el libroCuba Libre sobre la tendencia de sus compatriotas para utilizar lo que sea, incluso los nombres, para hacer una declaración política. "En Cuba, no hay punto medio. Todos son o revolucionarios o contrarrevolucionarios."

In Cuban baseball, Generación Y está bien representada más allá de la Serie del Caribe. Un total de 12 jugadores nacidos en Cuba y que han jugado en Grandes Ligas tienen nombres que empiezan con Y. La lista incluye a jugadores como Yasiel Puig de los Dodgers de Los Angeles, Yoan Moncada de los Medias Blancas de Chicago, el primera base de los Indios de Cleveland Yonder Alonso, y el ya mencionado Céspedes. Todos los miembros de Grandes Ligas de la Generación Y nacieron después de 1980.

El movimiento también se observó en el plantel del Clásico Mundial de Béisbol en 2017, cuando otros ocho jugadores de la Generación Y aparecieron: Yosvany Alarcón, Yurisbel Gracial, Yasmany Hernández, Yosvany Torres, Yoanni Vera así como Cruz y Céspedes de Granma.

Más allá del béisbol, la Generación Y se hace presente en otros deportes de interés cubano. Una de las ganadoras en Río 2016 de la delegación cubana fue la luchadora greco-romana Yasmany Lugo, quien se llevó la medalla de plata en su división. En Londres 2012, cuatro más se subieron al podio: Yanet Bermoy (judo), Yarisley Silva, Yarelys Barrios (ambas en atletismo) y Yasniel Toledo (boxeo).

Es más, de todos los atletas cubanos de la Generación Y que han subido a un podio olímpico, apenas una lo hizo antes del año 2000: la voleibolista Yumilka Ruíz, quien lo hizo en Atlanta 1996 al ganar el oro.

No se sabe si los nombres de la Generación Y seguirán en la cultura cubana más allá de esta generación. El Dr. Gómez asegura que los cubanos volverán a los nombres más tradicionales.

"En la isla, la gente dejará de hacerlo ya sea por rechazar el dogma marxista-leninista de su gobierno, y también porque existe un estigma psicológico para las personas con nombres inventados," dijo.